El gasto corriente en general y el gasto derivado de pagar los salarios del Gobierno fue uno de los argumentos más recurrentes en la estrategia de oposición de Alberto Núñez Feijóo. Tras llegar al Gobierno la reducción del número de consellerías, primero, y la aplicación de recortes salariales equivalentes a los padecidos por el funcionariado, después, redujo el montante que ha ido saliendo cada año de las arcas públicas para sufragar estas remuneraciones, que en 2009 suponían 1,01 millones. No obstante, las cuentas públicas de 2016 implican un cambio de tendencia y los sueldos de los miembros del Ejecutivo saldrán un 23% más caros que en 2015.
La ampliación del número de consellerías, de 8 a 10, y la aplicación de la leve subida salarial del 1%, equivalente a la de todo el personal público, está por detrás de este incremento. Así, el presidente pasará de cobrar 66.923,04 euros a percibir 67.592,28 y los conselleiros, que en 2015 tenían asignados salarios de 58.659,48 euros, ingresarán 59.246,04. La cuenta total supone que el coste del Consello da Xunta pasa de 536.198,88 a 660.052,68 euros.
También se incrementa, aunque en menor medida, el importe destinado al personal eventual de gabinete, los comúnmente conocidos cómo asesores, cuyo coste asciende de los 4,6 millones de euros en 2015 a los 4,7 millones en 2016. Como en 2015, el departamento que absorbe un mayor gasto en personal de gabinete es la Presidencia de la Xunta, con 1,5 millones para abonar los sueldos del equipo de Feijóo y de los organismos que dependen de él directamente.
La siguiente área con mayor gasto en asesoría es la Vicepresidencia, que supera los 700.000 euros, y Educación, que está por encima de los 400.000. Economía y Empleo destina a este tipo de personal algo más de 300.000 euros y el resto de consellerías, 242.000 euros cada una.