El hospital de Lugo solo puede tratar infartos en horario de oficina
La población lucense, como era de esperar, no infarta solo en horario de oficina. Después de años de reivindicaciones, en enero de 2014 comenzaba a funcionar en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA) de Lugo la sala de hemodinámica, la gran reivindicación sanitaria de los colectivos vecinales, sociales y políticos lucenses junto a los servicios de radioterapia y medicina nuclear. Esa puesta en marcha, prometida por Feijóo -igual que la del resto de servicios mencionados- para 2011, se produjo solo de manera parcial. La unidad para atender infartos funciona únicamente de 8 de la mañana a 3 de la tarde y de lunes a viernes. Así, en torno al 60% de los casos siguen teniendo que ser atendidos en otros hospitales, esencialmente en A Coruña, incrementándose así su riesgo de fallecimiento, según se admite desde el Servicio de Cardiología del HULA.
El jefe de este servicio, el prestigioso cardiólogo Carlos González Juanatey, ofreció este jueves una conferencia en el salón de actos de la Diputación de Lugo, espacio que fue muestra de la sensibilidad que existe en la ciudad y en la provincia respecto a la reivindicación del hospital, toda vez que la asistencia desbordó el aforo, algo poco habitual en los actos que allí se organizan. En su intervención, González Juanatey ratificó unas cifras que el PP llegó a negar en el Parlamento, y que indican que solo 1 de cada 3 infartos de la provincia se producen en ese llamativo horario de oficina y, por lo tanto, únicamente un tercio de los casos pueden ser atendidos en el tiempo recomendado, menos de 120 minutos, en una dolencia en la que, destaca, “lo que hay que hacer es correr” tras los primeros síntomas.
Según González Juanatey, la apertura de la sala de hemodinámica durante las 24 horas en Lugo tendría un “impacto indudable” en los índices de mortalidad de las personas que sufren infartos, más aun toda vez que las dolencias del corazón están entre las más frecuentes en este entorno geográfico. “Hace falta hemodinámica 24 horas”, resume, en un contexto en el que el impacto económico de la apertura sería “perfectamente asumible” para el Servicio Gallego de Salud, toda vez que “el coste sería el de contratar a un hemodinamista más” porque en el HULA ya “lo tenemos todo: la estructura y el volumen de casos, porque en un año hemos hecho más de los que nos correspondían”.
Posible demanda contra la Xunta
Dado que, más allá de la instalación de la Radioterapia, datada ahora para 2015, la Xunta no tiene entre sus planes abrir la unidad de hemodinámica durante las 24 horas, la batalla por este servicio podría pasar de la política a los tribunales. Esta, cuando menos, es la intención que anunció durante el coloquio posterior a la conferencia el alcalde de Becerreá, Manuel Martínez. El también diputado provincial del PSdeG asegura que acudió a la charla para “comprobar que lo de las dos horas era mentira”, pero el cardiólogo no solo refutó ese plazo, sino que “dice que para luchar contra el infarto lo mejor es correr”. “Si un vecino de Lugo tiene grave riesgo de no llegar a tiempo, uno de la Montaña muchísimo peor”, ya que es “prácticamente imposible” llegar en 120 minutos desde esta comarca hasta A Coruña.
En este escenario, anuncia Martínez, “representantes políticos de la Montaña luguesa estamos estudiando la vía judicial para demandar a la Xunta y reclamar servicios sanitarios iguales que los del resto de los gallegos”. Esta acción, señalan, se concretaría en una demanda contra el presidente de la Xunta y la conselleira de Sanidad, Rocío Mosquera, en un intento más de explicitar que “esta Xunta nos condena a morir”.
La palestra del cardiólogo estuvo introducida por el presidente de la Federación Vecinal Lucense, Jesús Vázquez, que recordó que González Juanatey lleva “más de una década” señalando la “necesidad de que la provincia de Lugo cuente con una unidad de hemodinámica”. En la misma línea, el presidente de la Diputación lucense, José Ramón Gómez Besteiro, recalcó que el cardiólogo inició con esta reclamación “una senda que después seguirían otros muchos profesionales médicos”.