Un informe del Ayuntamiento de Santiago sugiere que la catedral lleva sin pagar sus principales facturas de la luz desde 1968
El precio de la luz no es un problema para la economía de la catedral de Santiago. El principal reclamo turístico de Galicia lleva décadas sorteando las facturas de las compañías eléctricas gracias al acuerdo con varias administraciones que decidieron hacerse cargo de la parte principal de sus suministros. Un informe técnico del Ayuntamiento de Santiago, que se puede consultar al pie de esta información, sugiere que el templo se ha ahorrado las minutas eléctricas desde hace más de medio siglo, concretamente desde 1968. Todo en virtud de un acuerdo informal que permitió a la iglesia engancharse a la red de alumbrado municipal que paga el consistorio compostelano. El pacto se habría iniciado en plena dictadura, según sugiere el citado informe, y fue clausurado de palabra en 2016, durante el Gobierno de Compostela Aberta. El Gobierno de la izquierda rupturista dio a la catedral un tiempo de cortesía para poner sus contratos al día. La catedral se tomó ese tiempo y esperó hasta 2018 para desengancharse de la red pública. Nada de lo anterior se produjo sobre ningún acuerdo por escrito. Todo se había acordado de palabra y sin registros hasta que un empleado municipal decidió empezar a indagar.
En 2012, un técnico municipal decidió elaborar un informe en el que plasmó el resultado de sus investigaciones. En ese texto, a cuyo contenido ha accedido esta redacción, se explica que la catedral cuenta con tres suministros eléctricos: uno para la luz que decora el exterior del templo durante la noche (que paga el Ayuntamiento), otro denominado de “uso diario” y que abona el arzobispado y un tercero para la iluminación interior, cuyo pago también asumía la administración municipal. El técnico pide en su informe que se investiguen esos pagos con dinero público y se revise la necesidad de sustentarlos sobre el erario municipal. El texto, redactado en 2012, llegó a manos de la corporación municipal durante el Gobierno del Partido Popular de Ángel Currás. Su destino inmediato fue la papelera.
Cuatro años después, los responsables del Gobierno de Compostela Aberta (CA) pidieron explicaciones a los funcionarios sobre los enganches de la catedral al sistema de alumbrado público. Como respuesta, obtuvieron el mismo documento de 2012 al que nadie había hecho caso hasta el momento. Ese documento se acompaña de un cuadro en el que se resumen los gastos eléctricos de la catedral que el Ayuntamiento asumió entre 2009 y los primeros meses de 2012. La cuenta es la siguiente: 2009, 20.430 euros; 2010, 67.070 euros; 2011, 53.699 euros; 2012 (hasta el 15 de marzo), 13.322 euros. A consecuencia de esa información, el concejal Xan Duro (CA) se puso en contacto con las autoridades del templo para requerirles que se hicieran cargo de sus facturas, pero les dio un tiempo de cortesía para que gestionasen los nuevos contratos. Ese tiempo se prolongó hasta 2018, según relatan a esta redacción fuentes de aquel gobierno.
En conversación con esta redacción, Duro explica la situación del siguiente modo: “Durante nuestro Gobierno llegaron a nuestros oídos rumores sobre un supuesto enganche de la catedral al alumbrado público que depende del Ayuntamiento. Inmediatamente solicitamos un informe y se nos remitió uno que ya estaba redactado desde 2012. Acto seguido pedimos a los servicios técnicos que investigasen si la asunción de esos costes estaba sustentada por algún convenio o acuerdo y, al no poderse comprobar la regularidad del hecho, indicamos la necesidad de que la catedral dispusiese de su propio contrato de suministro y regularizase su situación”.
Esta redacción se ha puesto en contacto con la Fundación Catedral para recabar su opinión sobre los hechos y preguntar desde cuándo no abonan las facturas más abultadas de su consumo eléctrico. No ha habido respuesta.
Ahora paga la Xunta. 205.000 euros hasta final de año
Ahora la situación se repite: la Xunta ha decidido pagar este año los suministros de la catedral. En virtud de un convenio firmado en el 14 del pasado mes de julio, el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo desembolsará más de 205.000 euros hasta final de año. Esta vez, el pack incluye además de la luz, el agua, el gas y el servicio de limpieza. El convenio firmado por el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, con la Fundación Catedral justifica el desembolso por motivos de seguridad. Los conceptos que recoge el acuerdo son los siguientes: servicios generales (limpieza, mantenimiento...) para garantizar la seguridad, 59.463 euros; suministros (electricidad, agua, gasoil, seguros, etec) para garantizar la seguridad, 68.954 euros; otros gastos para el funcionamiento en condiciones de seguridad, 77.173 euros. Total: 205.590 euros de dinero público.
elDiario.es se ha puesto en comunicación con la Xunta de Galicia para preguntar desde cuándo pagan las facturas del templo y por qué motivo. La respuesta de la vicepresidencia del Gobierno gallego es la que sigue: “El Camino de Santiago es el principal reclamo turístico de Galicia a nivel internacional y la catedral compostelana, patrimonio de la humanidad, uno de los monumentos más reconocidos en el imaginario de los turistas. Por eso, en este Xacobeo es importante ofrecer la mejor imagen de Galicia a turistas y peregrinos con la adecuación de las infraestructuras turísticas”.
La catedral compostelana es una propiedad privada de la iglesia y el destino de miles de peregrinos que, con motivo del Año Santo, viajan a la ciudad a través de los diferentes caminos de Santiago. El templo es además de un lugar de culto y final del Camino de Santiago, un sustancioso negocio en donde los visitantes desembolsan importantes cantidades de dinero para visitar sus dependencias.
Pese a que la rehabilitación de muchas partes del complejo han corrido a cargo de fondos públicos, los responsables de la institución cobran entrada a quienes quieren visitar su museo, o determinadas obras de arte como el Pórtico de la Gloria o los tejados del edificio. Una entrada común al museo se cotiza a seis euros, 12 si incluye la visita a los tejados. El pase más caro es el que suma la visita al Pórtico, los tejados, la Torre de la Carraca y el Palacio de Xelmírez. Para esta visita completa, el turista debe pagar un total de 20 euros en la caja del templo. Además de en sus taquillas, la catedral recibe grandes cantidades de dinero a través de cepillos y lampadarios. A través de internet se pueden encender velas online y acompañar el gesto con la donación que se considere.
Además de contar con la chequera pública para el pago de la parte principal de sus facturas eléctricas, la catedral ha disfrutado en los últimos meses de una importante inyección económica privada para sufragar su nuevo diseño de iluminación interior. El plan consistió en la sustitución de todos los elementos de iluminación por 36 nuevas lámparas que han cambiado la apariencia interna del templo. A lo anterior se suma un nuevo diseño de la luz que operan directamente sobre elementos como el crucero, la girola, el triforio y el Pórtico de la Gloria. En este caso, la factura ha corrido a cargo de la Fundación Iberdrola que ha corrido con unos gastos que se han elevado hasta los 800.000 euros.
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