Mapa interactivo: Feijóo enmienda su estructura de la Xunta con un gobierno preelectoral
La reducción del número de consellerías fue una de las banderas de la “austeridad” proclamada por Alberto Núñez Feijóo al llegar a la Presidencia de la Xunta. Tras varias negativas para puestos clave el 20 de abril de 2009 el líder del PPdeG presentaba su “Gobierno diez”, con tres integrantes menos que el de la coalición de PSdeG y BNG, como paradigma de hacer “más con menos”. Aquel equipo definido por Feijóo como “de los mejores” inauguró una estructura novedosa, inédita en algunos casos, en la que el bajo perfil político de sus miembros -excepto en el caso de Alfonso Rueda- provocaba que, a efectos públicos, prácticamente todas las decisiones y movimientos gubernamentales pasaran por la figura del presidente.
Los populares tuvieron que abandonar el juego de palabras del “gobierno diez” en los primeros días de 2012, cuando Feijóo ejecutó su primera crisis de gobierno como consecuencia de la salida de tres conselleiros para ocupar puestos en el Gobierno central, que el PP acababa de ganar. Marta Fernández Currás (Hacienda), Pilar Farjas (Sanidad) y Samuel Juárez (Medio Rural) partieron rumbo al gabinete de Rajoy y Feijóo aprovechó para ejecutar dos controvertidas fusiones: Educación absorbió Cultura y Mar, Medio Rural, mezclas que se añadían a la polémica unión de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y la agregación de Trabajo y Bienestar. Así, el Consello da Xunta pasó a estar formado únicamente por ocho personas más el propio presidente.
Esta estructura permaneció intacta tras la segunda victoria de Feijóo, en octubre de 2012. Tras los comicios el titular de la Xunta mantuvo a todos los conselleiros y conselleiras en sus puestos con la única excepción de Javier Guerra, que fue sustituido en Economía e Industria por un asesor del presidente, Francisco Conde. El siguiente cambio llegó en junio de 2014 y por una urgencia de partido, cuando Feijóo envió a Agustín Hernández a la Alcaldía de Santiago, y no habría otra crisis de gobierno hasta enero de este mismo año, cuando los hasta ese momento responsables de Hacienda, Elena Muñoz, y Educación, Jesús Vázquez, fueron designados candidatos del PP a las alcaldías de Vigo y Ourense y sustituidos por Valeriano Martínez y Román Rodríguez, respectivamente.
Fusiones destrozos y más política
Todos estos cambios, más o menos coyunturales, no son comparables al que Feijóo acaba de anunciar, un giro estructural y personal que supone, a efectos prácticos, una enmienda a buena parte de lo proclamado hasta ahora. Así, el gobierno vuelve a tener diez consellerías, una ampliación que supone además deshacer algunas de las fusiones más controvertidas: Medio Ambiente se queda solo ligada al territorio, mientras que las Infraestructuras se van a otra consellería, junto con la Vivienda. Medio Rural y Mar vuelven a tener departamentos separados y Bienestar se transforma en una consellería independiente de Política Social, mientras que las competencias laborales se acumulan a las de Economía e Industria.
Los perfiles de los nuevos conselleiros son también marcadamente más políticos. La única sacrificada en esta remodelación, la cuestionadísima Rocío Mosquera, es sustituida al frente de Sanidad por Jesús Vázquez Almuíña. El hasta ahora alcalde de Baiona es médico, extrabajador del policlínico privado POVISA, exresponsable provincial del Sergas y ex gerente del Meixoeiro. Tiene un perfil notablemente más político y de derechas, así como influencia en el área viguesa, incendiada por la gestión del nuevo hospital y donde el PPdeG tiene uno de sus principales problemas electorales. Igualmente político es el perfil del nuevo conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, jefe de campaña del PPdeG en las generales y uno de los dirigentes con mayor peso en el partido a pesar de haber sido desalojado de la alcaldía de Ferrol tras el 24M.
También se considera como uno de los valores emergentes dentro de la estructura de los populares gallegos la nueva conselleira de Medio Rural, que como Vázquez Almuíña deja una alcaldía revalidada por mayoría absoluta en las municipales, la de Melide, para dar el salto al Gobierno gallego. A Ángeles Vázquez le tocará abordar otro de los frentes que la Xunta tiene abiertos, el del rural en general y la de la leche en particular, del que Feijóo libra a Rosa Quintana, conselleira que admitió no tener especial conocimiento del campo y que ahora se volverá a ocupar únicamente del ámbito marítimo, en el que sí es experta.