Marián Mouriño ya ejercía como presidenta en funciones del RC Celta tras la presentación formal de la renuncia por parte de su padre, Carlos Mouriño. La empresaria, administradora única del Grupo GES, ha convocado la Junta General de Accionistas para el próximo 12 de diciembre. Ese día, según informa el propio club, se votará su designación como consejera. Al día siguiente, en la celebración del primer Consejo de Administración renovado, está previsto su nombramiento ya como presidenta de forma oficial. Es la primera mujer española que, en la actualidad, ostenta un cargo de esa categoría en la primera liga del fútbol profesional, y lo hace en uno de los pocos clubs que no cuentan con equipos femeninos.
El Celta asegura que el proceso de transición “sigue los mecanismos estándares establecidos en la Ley de Sociedades de Capital”. Carlos Mouriño presentó su renuncia a finales del pasado mes de septiembre, y cedió su puesto en el consejo de administración, que nombró presidenta a su hija de forma provisional y en funciones. Su incorporación a la dirección ejecutiva del club se ha producido “de manera progresiva durante los últimos meses”.
“Sin haber querido ostentar nunca el cargo formal de presidenta, dado su carácter transitorio y provisional hasta que se produzca la votación y ratificación en la junta de accionistas”, continúa el comunicado colgado en la web del Celta, “Marián Mouriño ha ido interviniendo cada vez más en la gestión del club, en un proceso de transición suave y progresivo acordado” entre el presidente saliente y la entrante. Aún así, “suyas han sido las decisiones que han dado lugar a los cambios más relevantes en los últimos meses, como la contratación de Rafa Benítez o la incorporación de Jose Gainzarain como nuevo CEO corporativo”.
Para Marián Mouriño, la próxima junta de accionistas representa “el final de una de las etapas más sólidas de la historia del RC Celta”. En los 17 años que ha durado la presidencia de Carlos Mouriño, el Celta “logró salir de un proceso concursal y alejarse de un serio riesgo de quiebra, fortaleció su estructura económica hasta convertirse en uno de los clubs más solventes de la Liga, además con patrimonio propio por primera vez en su historia, y, tras conseguir el ascenso en 2012, ha logrado mantenerse ininterrumpidamente durante 12 temporadas seguidas en Primera División”.
Por eso, se cierra la nota oficial, “el propósito de Marián Mouriño es que la junta general de accionistas sea el primer homenaje a Carlos Mouriño por el trabajo y la dedicación con la que el presidente se entregó durante los últimos 17 años al Real Club Celta”.
Uno de los asuntos más espinosos de los últimos tiempos, y que ya no tendrá que afrontar la nueva presidenta, es la relación con Santi Mina. El futbolista vigués y el Celta llegaron a un acuerdo económico el pasado verano tras el despido del jugador por parte de la entidad, según informa Atlántico, y así pusieron fin a la relación laboral. Mina fue condenado por la Audiencia de Andalucía a cuatro años de cárcel por abuso sexual, sentencia ratificada después por el Tribunal Superior de esa comunidad. El caso espera ahora el veredicto del Supremo.