Marineros y ecologistas convocan una manifestación para el próximo día 21 en protesta por la gestión del vertido

Todo el sector del mar, ecologistas y voluntariado está convocado a una gran manifestación en Santiago de Compostela el domingo 21 de enero. Los convocantes, las plataformas en defensa de las rías de Arousa y Muros-Noia, dos de las primeras en ser afectadas por el vertido de pellets, creen que este nuevo desastre ecológico ha puesto de manifiesto, una vez más, las “deficiencias” del sistema de defensa de la costa. El lema será “Na defensa do noso mar” (“En defensa de nuestro mar”).

Los convocantes quieren que, tanto Xunta como Gobierno central, expliquen con total “transparencia” todo lo que han hecho desde que han tenido conocimiento del vertido. “Tienen datos de las boyas, informes de oceanografía operacional”, aseguró el portavoz de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), Xaquín Rubido. “Demandamos que se depuren las responsabilidades oportunas y se lleven a cabo las mejoras técnicas necesarias para que no tengamos que repetir esto. Estamos hartos de incompetencias y mentiras”.

La convocatoria surge de una asamblea de las plataformas, agrupaciones de mariscadoras, ecologistas y los organizadores de la treintena de grupos de whatsapp organizados en la comunidad Limpeza de pellets. Reclaman medios de protección para quienes están retirando las bolas de plástico de la arena y contenedores “específicos”, ya que se trata de un residuo industrial, pero también “información veraz” del contenido de los sacos, de sus peligros por inhalación o contacto físico con la piel.

Pero, más allá de esta situación puntual, existe auténtica preocupación por la “crítica ” situación de fondo del mar gallego, en especial de los bivalvos y el sector marisquero en general. Como ejemplo, ponen el caso del berberecho, cuya producción ha caído en un 80%. Por eso, demandan de forma “inmediata” la cobertura por parte de la Xunta de todos los trabajadores y trabajadores con permiso de explotación y que estén sufriendo el cese de actividad, una situación que temen que se prolongará durante “más de un año”.

La solución pasa, dicen, por un “plan integral” que aborde “las causas” de esta enorme pérdida de producción y que venga acompañado de un proyecto de regeneración dotado económicamente, un plan para la recuperación de los bancos marisqueros y otro contra los vertidos, procedentes tanto de depuradoras como de industrias.