“Que se capturase un submarino de estas características, con tal cantidad de droga y tal impacto, no hace más que evidenciar lo que tantas veces dijimos. Si había alguna duda, queda despejada: el problema del narcotráfico no es algo pasado, sino que es un problema con un presente muy vivo”, dice Fernando Alonso, gerente y portavoz de la Fundación Gallega contra el Narcotráfico (FGCN).
El reflotamiento del submarino, de 20 metros de eslora, cargado de cocaína e interceptado en las aguas de Aldán (Pontevedra) concluyó el pasado miércoles después de difíciles trabajos que permitieron también a las fuerzas de seguridad acceder a su interior. Allí encontraron unos 152 fardos, unas 3 toneladas con un valor aproximado de unos 100 millones de euros en el mercado. Es el mayor alijo incautado en Galicia en los últimos quince años, desde que en 2003 se aprehendieron 6.000 kilos en el buque South Sea del narcotraficante Marcial Dorado.
Ha sido el primero narcosubmarino interceptado en Europa y la leyenda de que hace tiempo que son usados por organizaciones americanas y gallegas para trasladar la droga desde el otro lado del Atlántico se ha vuelto realidad. “Ya había escuchado hablar más de una vez de este tipo de descarga en Galicia, pero cuando lo comentaba no me creían; ahora ya tenemos la evidencia y tenemos que estar avisados”, dice Carmen Avendaño, presidenta de la asociación Érguete. En su opinión, el descubrimiento de este sumergible “demuestra que las redes del narcotráfico en Galicia siguen muy activas y con mucha fuerza”. “Cada vez son más fuertes y mueven mucho dinero”, insiste.
“La organización que envía un submarino con esa cantidad de droga a bordo tiene que ser muy importante, pero también la que recibe la carga aquí”, añade Alonso, que cree que queda aún por saber si la red gallega que iba a recibir el envío “era propietaria o solo transportista”.
Para la Fundación Gallega contra el Narcotráfico, se confirma también otra de las características de los nuevos clanes de la droga gallegos, potentes pero discretos, anónimos. “El negocio de los narcos vive del silencio, de no llamar la atención, de no ser conocidos ni señalados como delincuenteS”, explica Alonso, que cree que también están siendo beneficiados por el alejamiento de los focos hacia otras latitudes. “El problema en el sur de la Península es muy importante, pero aquí también”, añade.
Sea como fuere, tuvo que ser una cooperación entre fuerzas de seguridad de los Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Portugal y España la que permitió atrapar el submarino, tal y como aclaró el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, en su comparecencia junto a representantes policiales y militares de diversos países y de la Agencia Tributaria. Advirtió de una “operación histórica” y dio cuenta del salto cualitativo de los clanes del narcotráfico gallego y de sus métodos. Hace trece años, en la ría de Vigo, una embarcación semejante también había sido apresada, pero era bastante más pequeña que esta que acabó en Aldán.
“Marca un antes y un después”, asumió Losada, que repitió que “nunca” se había detectado un sumergible así en Europa ni tal cantidad de droga dentro de un aparato de este tipo. “A partir de ahora, las fuerzas de seguridad del Estado tendrán en cuenta esta posibilidad de llegada de droga a las costas; ahora está constatado”, advirtió.
Es Brasil el Estado que ahora aparece como presumible lugar de origen del sumergible, pero falta por determinar, a través de una investigación que sigue “abierta”, si el submarino llegó directo desde las costas brasileñas o se cargó la droga en algún punto intermedio del océano desde otra embarcación. “Las investigaciones no descartan ninguna posibilidad”, dijo Losada. Por el momento, lo que se conoce son las nacionalidades de los tres tripulantes, los dos primeros detenidos de Ecuador y el tercero, inicialmente huido y apresado este viernes, gallego, lo que refuerza la hipótesis de que pudiese estar encargado de servir de enlace con los clanes que desde aquí tendrían que descargar la droga.
El fuerte temporal hizo imposible la descarga de la droga en un barco que debería transportar el material a la costa, por lo que los tripulantes decidieron seguir hasta entrar en la ría de Aldán. Allí los esperaban más de 200 agentes y varios barcos y helicópteros de las fuerzas de seguridad, por lo que los narcotraficantes decidieron hundir el sumergible y abandonarlo.
Las investigaciones habían comenzado mucho antes, cuando el Centro de Análisis y Operación Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC) alertó sobre una embarcación sospechosa que se dirigía hacia la Península por el Atlántico. Ahora, continúa para determinar el origen de la droga y la organización que iba a ser la receptora. Según informa la Guardia Civil, y aunque el uso de estos submarinos es habitual en América, es la primera vez que se detecta este sistema en Europa. Un sumergible artesanal, fabricado en fibra y con capacidad y autonomía para transportar entre tres y cinco toneladas.