La oposición en Galicia recuerda la amistad de Feijóo con Dorado y minimiza su proyección estatal en plena crisis de Cifuentes
La crisis del master de Cristina Cifuentes no permitirá a Feijóo crecer como líder estatal en el PP porque tiene a sus espaldas una polémica aún mayor, la de su amistad con Marcial Dorado. Eso es lo que transmitieron este miércoles en el Parlamento de Galicia los portavoces de En Marea y BNG y lo que se piensa en la cúpula del PSdeG. “Veo difícil que la solución al máster de Cifuentes vayan a ser las fotos de Feijóo en el yate de un narcotraficante”, verbalizó la nacionalista Ana Pontón en una sesión de control al Gobierno gallego en la que Feijóo recurrió nuevamente a culpar a la herencia que le dejaron los gobiernos de Zapatero en Madrid y del bipartito de PSdeG y BNG en la Xunta, hace seis y nueve años respectivamente.
La cuidada ambigüedad con la que el presidente Feijóo viene refiriéndose a la actuación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, al desvelar eldiario.es que obtuvo un máster de manera fraudulenta es vista tanto en su partido como por analistas externos como una manera de presentarse a sí mismo como más limpio y mejor colocado en la carrera sucesoria de Mariano Rajoy dentro del PP. Sin embargo, este miércoles Pontón centró su pregunta al presidente gallego en la congelación de los presupuestos del Estado para Galicia, que presentó como ejemplo del poco peso del PP gallego en Madrid. Pontón le recordó a Feijóo que hace un año prometió presidir él mismo una comisión de seguimiento de las inversiones del Estado en Galicia de la que poco se volvió a saber, “una comisión que nunca existió, y eso que iba a estar presidida por usted mismo, ya vemos que su palabra tiene la misma credibilidad que el máster de Cifuentes”, dijo la nacionalista, que posteriormente añadiría la citada frase: “Veo difícil que la solución al máster de Cifuentes vayan a ser las fotos de Feijóo en el yate de un narcotraficante”.
Las respuesta de Feijóo comenzaron acusando a Pontón de “hacer el ridículo” y de no saber “sumar y restar” o calcular porcentajes, incluso explicándole a la nacionalista en qué momentos del sistema educativo se aprenden esas cuestiones. Feijóo defendió su propio peso político y nivel de exigencia ante Madrid asegurando que “esta Xunta es más exigente con el Gobierno Rajoy que la diputada Pontón con el Gobierno Zapatero”.
También el portavoz de En Marea, Luís Villares, intentó fiscalizar la actuación del Gobierno gallego en materia de inversiones al cuestionar su apoyo a la construcción de una nueva autovía paralela a la autopista de peaje AP-9 con un trazado que según e´l no tendrá utilidad. “Esos mapas los hacen desde Madrid los mismos que falsifican los máster”, dijo Villares, que acusó a Feijóo de “guardar silencio” ante el diseño equivocado de las infraestructuras por parte del Gobierno central igual que “guarda silencios cómplices de las cosas que pasan en su partido”, entre las que citó la revelación a Feijóo por parte de un delegado del Gobierno de la existencia de sus fotos con Dorado, como contó el propio presidente en su entrevista en el programa Salvados. Para Villares ese hecho supone una “revelación de secretos que están bajo sumario” lo que le llevó a acusar a Feijóo: “Está usted encubriendo delitos”, dijo, al tiempo que le preguntó qué delegado del Gobierno lo había avisado de las fotos.
En su respuesta Feijóo volvió a eludir responder a esa cuestión y cargó contra Villares por “imputar delitos de forma continuada valiéndose de su inviolabilidad”, algo que considera “lamentable para cualquier diputado de la Cámara” pero más en el caso de un juez en excedencia como el portavoz de En Marea. Feijóo también volvió a cuestionar la falta de liderazgo de Villares en En Marea, grupo del que dijo que en él “nadie defiende a nadie”, en velada referencia a la crisis interna entre los que consideran que la diputada autonómica Paula Quinteiro debe dimitir tras su altercado con la Policía Local de Santiago y los que la defienden, y en una jornada en la que la Coordinadora de esa formación prevé pedir que sean sus bases las que se pronuncien al respeto.
Precariedad en la sanidad pública
Fue en respuesta a una tercera pregunta, formulada por el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, sobre la precariedad del personal en la sanidad pública gallega, cuando Feijóo, como ya había hecho para responder a Pontón, volvió a tirar de la herencia recibida para justificar los problemas actuales. Leiceaga destacó que, según los propios datos estadísticos del Gobierno gallego, el 26% del personal sanitario tiene contratos eventuales, porcentaje que aumenta hasta al 30% se se tiene en cuenta también al personal en formación.
Feijóo centró su réplica en destacar la inversión en obra pública con la renovación o construcción de nuevos hospitales y centros sanitarios al tiempo que se preguntó “cuánto tiempo lleva Andalucía sin sacar plazas”. El presidente reiteró su objetivo de que en 2020 el porcentaje de interinidad en la sanidad pública gallega sea del 5% y atribuyó la lentitud al “pufo” que heredó del bipartito de PSdeG y BNG en la Xunta y a que el Gobierno central de Zapatero “nos dejó una sanidad sin planificar”.