PP y PSOE imponen su orden de comparecientes en la comisión sobre el Alvia por encima de lo que pedían las víctimas
Víctimas del accidente del tren Alvia, que el 24 de julio de 2013 descarriló por exceso de velocidad dejando 80 muertos en la curva de Angrois, en Santiago, serán las encargadas de iniciar, a finales de este mes de junio, las 49 comparecencias finalmente acordadas este jueves por los grupos parlamentarios integrantes de la comisión de investigación política sobre el siniestro en el Congreso. A pesar de que la plataforma de afectados, que con su lucha logró la creación de esta comisión, reclamaba ser ella la que cerrase la serie de comparecencias para poder matizar con documentos y datos las inexactitudes que pudieran declarar los comparecientes previos, PP y PSOE impusieron que sean ellas las que inicien las declaraciones.
Así, tras las declaraciones de los técnicos, los que finalizarían las comparecencias, dentro de varios meses, serían los cargos políticos, entre ellos los exministros de Fomento José Blanco y Ana Pastor. El socialista estaba en el cargo cuando en 2011 se inauguró la línea de AVE Ourense-Santiago en la que ocurrió el siniestro y cuando en 2010 se modificó su proyecto original y con él la seguridad de la curva de Angrois. La popular era ministra cuando ocurrió el accidente y cuando en 2012 Adif autorizó a Renfe a que los trenes Alvia desconectasen el sistema de control constante de la velocidad.
La plataforma de víctimas de Angrois había pedido expresamente al PSOE ser los últimos en comparecer en la comisión, y destacaron a varios de sus diputados que la postura socialista sería determinante al contar también con el apoyo de Unidos Podemos-En Marea y Ciudadanos. Pero finalmente los socialistas se situaron al lado de los populares e impusieron que los afectados sean los primeros en intervenir. Según varias fuentes consultadas, los socialistas se limitaron a dejar abierta la puerta a que, a medida que avancen las comparecencias, los grupos puedan decidir sobre la marcha que las víctimas vuelvan a intervenir al final del resto de comparecencias.
Desde En Marea la diputada Alexandra Fernández justificó que el suyo y otros grupos acabaron aceptando la propuesta de los socialistas de dejar abierta esa posibilidad porque de forzarse este jueves una votación en sentido contrario la perderían dada la mayoría que sumarían PP y PSOE. Este diario intentó sin éxito obtener la versión de la diputada socialista gallega Pilar Cancela, que encabezó las negociaciones del PSOE tanto en la sesión de la comisión de este jueves como con las víctimas, cuya petición no atendió.
Las víctimas también recelan de la decisión, a petición del PP, de que comparezca el maquinista del Alvia, Francisco José Garzón, imputado en la causa judicial por despistarse y no frenar a tiempo antes de la curva de Angrois sin que existiera ningún sistema de seguridad activo que evitase o paliase su error humano previsible. Los socialistas también lograron la comparecencia del interventor del tren que realizó la llamada telefónica que estaba atendiendo el maquinista cuando se produjo el accidente. La plataforma de afectados por el siniestro considera que las declaraciones de maquinista e interventor no aportarán nada nuevo en una investigación política como la del Congreso. Pese a que tendría el deber de comparecer en la Cámara, el maquinista podría argumentar que no quiere declarar nada por estar bajo investigación judicial.
En esa situación de poder mantener el silencio durante su comparecencia estarían también otros dos citados, los exdirectores de Seguridad en la Circulación de Adif y Renfe, Andrés Cortabitarte y Antonio Lanchares, respectivamente, los dos imputados en la causa judicial por entender los jueces que pudieron no actuar como les obligaba la normativa ante el riesgo existente en Angrois.
Este jueves también se acordó que las comparecencias se produzcan con formato de interrogatorio, esto es, que los grupos puedan repreguntar y no que los comparecientes se limiten a realizar una exposición. Igualmente, el presidente de la comisión, Feliu Guillaumes, avanzó que pedirá a la Mesa del Congreso que se habilite el mes de julio para que también en él puedan realizarse comparecencias a un ritmo que espera que sea de dos sesiones semanales con tres comparecientes por sesión.