Agotados en 12 horas los dos millones de euros ofrecidos por la Xunta para que los gallegos adquieran bonos de hotel y restaurante gratis de hasta 300 euros

La Xunta agotó en solo unas horas el presupuesto de dos millones de euros reservado para los bonos turísticos que ha puesto en marcha este año, basados en las tarjetas dadas el pasado verano a profesionales sanitarios y que generaron polémica entre las asociaciones del sector. Esta convocatoria se abre a cualquier ciudadano empadronado en Galicia, mayor de edad y que no haya utilizado ya una de estas tarjetas, con independencia de sus ingresos. Con estos pocos requisitos y con la decisión de conceder las tarjetas por orden de solicitud, la web del Gobierno gallego empezó a recibir peticiones en cuanto se abrió el periodo, a medianoche del miércoles. El aluvión de operaciones provocó que se colapsase el servicio. Doce horas después, estaban expendidas “todas las tarjetas disponibles”, confirmó la Vicepresidencia primera.

El sistema es el siguiente: el ciudadano interesado solicita uno de los tres tipos de tarjetas disponibles cubriendo un formulario. Las opciones son tres: de 250, de 375 y de 500 euros. El 60% de la cuantía se cubre con fondos públicos. El 40% restante lo asume quien pide el bono. Una vez concedido, el ciudadano tiene tres días naturales para ingresar en una cuenta su parte y el Gobierno gallego aportará entonces la subvención y ordenará emitir la tarjeta. Los establecimientos en los que se puede usar -hoteles y restaurantes- no tienen que aportar nada. En los bonos concedidos a los sanitarios el año pasado era la Xunta quien pagaba la totalidad de la cuantía, a cambio de que los locales hiciesen descuentos en los precios.

El Gobierno gallego se felicitó por la velocidad con la que se agotó el presupuesto. Cuando presentó esta línea, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, señaló que los fondos podrían ampliarse. En total, señaló, calcula que se movilizarán más de seis millones, entre la aportación de este año, la cantidad de más de dos millones de euros pendiente de 2020, fondos de las diputaciones de A Coruña y Ourense y lo que tendrán que poner de su bolsillo los ciudadanos que adquieran estas tarjetas.

La Xunta indicó que hubo en las primeras horas unas 150 peticiones cada cinco minutos en la sede electrónica. Este aluvión de solicitudes afectó al servicio, que tuvo una elevada lista de espera a pesar de que a lo largo de la noche entre el martes y el miércoles de duplicó la capacidad, admite el Gobierno gallego.

La opción que más se solicitó fue la de 500 euros (el 82%), en la que el ciudadano aporta 200. El vicepresidente primero, Alfonso Rueda, celebró el resultado, que aseguró que es fruto de que los gallegos están “echando una mano” al sector turístico, muy golpeado por la pandemia. Están adheridos a la iniciativa unos 700 establecimientos.

El equipo de Núñez Feijóo anunció que se pondrá en marcha pronto otra iniciativa de fomento del consumo a través de bonos. En este caso se orienta al comercio. Son tarjetas que llevarán 30 euros cargados para gastar en diferentes negocios. Se aplicará un descuento del 20% al comprador a cargo de esos 30 euros, hasta agotarlos. Tampoco en este caso el Gobierno gallego tendrá en cuenta los ingresos o en nivel de renta para concederlos. El presupuesto será de 10 millones de euros.