La dirección de En Marea se constituye sin los críticos, que esperan las auditorías de las primarias antes de decidir el futuro de la formación
En Marea puede acabar rompiéndose y este sábado no se ha dado ningún paso en sentido contrario para reparar sus heridas internas, pero tampoco está tomada la decisión sobre esa hipotética ruptura. Lo que ha habido este sábado, en la constitución de la nueva dirección de la confluencia gallega, el Consello das Mareas, tras las elecciones internas del pasado fin de semana, ha sido un plante de los 14 representantes a los que en ese órgano tiene derecho el sector crítico perdedor en esa votación, cuyos resultados no reconocen. No participarán en él, dicen, “mientras” no estén acreditadas las irregularidades que llevaron hace un mes a retrasar las fechas inicialmente previstas de votación, ni se audite de manera independiente el proceso finalmente desarrollado el pasado fin de semana. Ante esa situación, las declaraciones públicas y privadas de los protagonistas de la crisis evidencian que la cercanía de las elecciones municipales del próximo mayo condicionará lo que pueda ser del futuro de En Marea, pendiente de que los órganos de decisión de las principales formaciones que participan en ella pasen de las declaraciones a los hechos.
Lo que ocurrió este sábado en Santiago, en la constitución del Consello das Mareas, fue que de sus 35 puestos sólo tomaron posesión los 21 miembros de la candidatura ganadora de las elecciones internas de la pasada semana, la encabezada por quien ya venía siendo el portavoz de la formación, Luís Villares, bajo el lema Coidando a casa [Cuidando la casa], que obtuvo el 59% de los votos. La candidatura perdedora, Entre todas, liderada por el exdiputado David Bruzos y apoyada por Podemos, Esquerda Unida, Anova y las principales mareas locales de las ciudades, obtuvo el 41% de los votos, lo que le daba derecho a ocupar 14 puestos, pero este sábado ninguno de ellos acudió a la primera reunión de constitución del Consello das Mareas celebrada en Santiago.
Las elecciones para renovar la dirección de En Marea fueron instadas por los críticos con el rumbo que llevaba Villares y fijadas inicialmente para hace un mes. Pero pocas horas antes de que los inscritos comenzasen a votar, la comisión de garantías, en la que eran mayoritarios los miembros afines a la dirección de Villares, paralizó el proceso argumentando intromisiones en el censo electoral electrónico de la formación por parte de algún miembro del comité electoral, en el que eran mayoritarios los críticos, que rechazaron esa paralización. Posteriormente se fijó el pasado fin de semana como nueva fecha para las votaciones, pero éstas se realizaron sin contar con una auditoría externa independiente, así que los críticos censuran que se den por válidos sus resultados sin tener aún las conclusiones de la auditoría sobre las supuestas irregularidades de la primera fecha y sin auditoría sobre el según proceso, por lo que han decidido no participar en el Consello das Mareas salido de él.
Ante esta situación, este sábado, tras la constitución de la nueva dirección, ésta, a pesar de considerar que “no es precisa”, decidió encargar una auditoría externa del proceso de votación al Colegio de Ingenieros Informáticos de Galicia. En una comparecencia tras esa primera reunión del Consello das Mareas, Villares también evidenció que la cercanía de las municipales pueden atemperar la crisis interna y aseguró que la formación brindará “apoyo sin fisuras” a las mareas locales para esos comicios.
Pocos minutos antes de esa constitución del Consello das Mareas, la candidatura crítica de Entre todas emitió un comunicado en el que dice que “no reconocerá los resultados mientras que no se realice una auditoría independiente” y emplea expresiones como “estado de excepción”, “suspensión de los derechos fundamentales” o “dudosa limpieza democrática”. Sin embargo, la nota insiste en el “mientras”, y no avanza una hipotética ruptura.
En ese bando crítico, las posturas abarcan entre las más favorables a la ruptura definitiva de En Marea existentes en Esquerda Unida, hasta las más comedidas de Anova. Sin embargo, según destacan varias fuentes consultadas, ninguna de las formaciones ha tomado ni siquiera la decisión de debatir esa posibilidad en futuras reuniones de los órganos internos que debieran aprobar tal medida.
Este viernes Izquierda Unida fue la primera en hacer pública la postura más explícita de entre los críticos avanzando que “no reconoce” la nueva dirección de En Marea, pero matizando que “continúa trabajando en el espacio de una confluencia que debe construirse a partir de ahora en base a la fraternidad”. Y este sábado la cabeza visible de los críticos, David Bruzos, decía en una entrevista en Faro de Vigo que va a ser “complicado” que se mantengan en En Marea pero admitiendo que esa decisión será difícil de tomar por la multiplicidad de actores implicados: “La decisión de marchar no es mía, hay muchas sensibilidades diferentes”, dice Bruzos, al tiempo que apela a “no tener más ruido, no más conflicto” durante los meses que quedan hasta las elecciones municipales.
Esa incomodidad por la situación actual a cinco meses de las elecciones locales es evidenciada claramente desde las mareas municipales, cuyos alcaldes intentan distanciarse de la crisis. Este viernes el regidor de Santiago, Martiño Noriega, de Compostela Aberta, uno de los críticos que hace unos meses instó a acelerar el proceso para renovar la dirección de En Marea, reiteró su intención de centrarse en las municipales, advirtiendo del “riesgo evidente de entrar en una crisis de difícil solución” en la formación pero destacando que no le corresponde a él evaluar las posibilidades de una hipotética escisión. Dos días antes era el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, de Marea Atlántica, quien decía ver el proceso “desde la distancia” destacando que él tiene “la cabeza metida” en su Ayuntamiento.
Al tiempo, el futuro de En Marea también se dirime ya en los tribunales, después de que se hayan presentado denuncias cruzadas tanto pidiendo invalidar el proceso de votación finalmente realizado como que se investigue por vulneración de la ley de protección de datos la supuesta intrusión previa en el censo electoral que desencadenó el actual conflicto.
Consello das Mareas
Por la candidatura de Coidando a casa (59% de los votos) fueron elegidos: Luís Villares, Ana Seijas, Francisco 'Pancho' Casal, Paula Vázquez Verao, Davide Rodríguez, María Dolores Candedo, Ramón Veras, Elena Cores, Adrián Dios, Carmen González, Xabier Pérez, Mónica Díaz, Víctor Álvarez, Teresa Burgo, Xoán Losada, Ánxeles Faraldo, Xoán Hermida, Lidia Senra, Marcos Besada, Iris Malvido y Javier Arca.
Por la candidatura de Entre todas (41% de los votos) fueron elegidos: David Bruzos, Oriana Méndez, Xan Xove, Saínza Ruíz, Iván Rodríguez, Isabel Faraldo, Marcos Cal, Sigrid Campo, René Gamborino, Gladys Afonso, André Seoane, Julia Torregrosa, Borja San Ramón y Loreto Taibo.