Feijóo y García-Page cargan contra Unidas Podemos por “estar en contra” del modelo de Estado
Los presidentes populares Galicia y Andalucía y el socialista de Castilla La Mancha han defendido esta mañana que el funcionamiento de las comunidades autónomas durante la pandemia ha sido más efectiva, al lograr más acuerdos, que el papel que los partidos han desempeñado en el Congreso. El anfitrión en la charla El reto de gobernar la pandemia que se celebra en la última jornada del foro que se celebra en la pontevedresa isla termal de A Toxa, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, fue más allá y centró su ataque en la composición del Gobierno central: “Hay parte del Gobierno que está en contra del propio modelo del Estado y, por tanto, intenta desestabilizar el modelo desde el propio Gobierno”. En este sentido, Feijóo afirmó que la gestión de las comunidades autónomas fue “más sólida, mucho más leal, mucho más constitucional, en carácter general, que la propia gobernanza del Gobierno central”.
Los miembros de la última mesa del II Foro La Toja, que clausura hoy el presidente Pedro Sánchez, dedicaron buena parte de su discurso a apuntalar el estado de las autonomías, en el que admitieron algún margen de mejora, y el bipartidismo, con ataques constantes a quien cuestiona el modelo territorial o de jefatura del Estado. Especialmente duros estuvieron Alberto Núñez Feijóo y Emiliano García-Page, que cruzó desde Castilla La Mancha hasta Galicia en coche para acudir a la cita, mientras que Moreno, que gobierna con Ciudadanos en Andalucía, se mostró más templado y más pragmático.
“En la crisis de 2007 emergieron muchos que se querían cargar el sistema. Todavía están, incluso están mandando algunos. Hoy se están cebando con la fórmula del Estado”, afirmó García-Page en referencia a las crítica de Unidas Podemos al papel del rey en las últimas semanas y también en la línea de lo expresado por Feijóo. El presidente gallego defendió que el modelo de España “es razonable” pese a quien piensa que el problema “son las comunidades o la jefatura del Estado”. “El problema es que desde hace un par de años en España el Gobierno central tiene problemas para gobernar y todo se resiente”, afirmó.
Ejemplificando el bipartidismo que ha marcado el foro, el mandatario gallego llegó a asegurar que está “de acuerdo con Page, con Junma [Moreno]” y que “estaría de acuerdo con lo que habría dicho Lambán”, el presidente socialista de Aragón que no pudo acudir a la cita por estar ingresado a causa de una infección. “España tiene todavía partidos que creen en el país, en el modelo, en las libertades, en la Constitución, en la independencia judicial, en el estado de derecho”, aseveró Feijóo.
De acuerdo “incluso con Torra”
Los tres presidentes autonómicos coincidieron en señalar que las Comunidades Autónomas han funcionado “mejor que el Estado” durante la pandemia, como ha verbalizado Núñez Feijóo. García-Page defendió que los responsables de las autonomías han alcanzado más acuerdos que los debates en un Congreso que calificó de “atomizado”. “Incluso con Torra”, resaltó. Un punto en el que volvió a coincidir con Feijóo cuando este aseguró que en el país hay dirigentes que está de acuerdo “en el 90% de las cosas”. “Y eso, lamentablemente, no tiene reflejo en Cortes”.
Pese a citar a Quim Torra para justificar el buen funcionamiento de las comunidades durante la pandemia que defienden, los presidentes atacaron, ya sin nombrarlo, las “deslealtades” de algunas autonomías como la excepción de un modelo que consideran válido. “El problema del Estado autonómico han sido algunos gobiernos que han sido desleales y otros en que probablemente su gestión podía ser más eficaz. Pero la deslealtad constante de un presidente autonómico no puede deslegitimar el Estado de las autonomías o ser aprovechado para pedir recentralización y sacar 3 millones de votos”, afirmó Feijóo.
García-Page fue más allá y se declaró partidario de calificar un delito “claro y severo” para quien atente al “quebranto constitucional”. “Manda más un diputado de 5.000 habitantes que un partido con una base sólida como el PP o el PSOE. No digan que eso no es una perversión democrática”, dijo. Por su parte, Moreno consideró “no es el momento de discutir el modelo de Estado ni de añadir intertidumbres” y que la “bronca política por excelencia” solo puede llevar a un “bloqueo” y al auge de los “populismos”.
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