El presidente de la Xunta reclama que el Gobierno autorice a las comunidades autónomas para adelantar el toque de queda incluso a las 18.00 horas. Alberto Núñez Feijóo ha hecho su petición durante una entrevista en el programa Espejo Público. A las preguntas de Susanna Griso, el presidente gallego ha puesto el ejemplo de Francia, en donde todo el mundo debe recogerse en las primeras horas de la tarde: “Esa propuesta es razonable y no podemos adoptarla porque el Gobierno no nos autoriza”.
El jefe del Gobierno gallego se muestra muy pesimista con el avance de la tercera ola y advierte de que la presión hospitalaria impulsada por la COVID-19 será en las próximas semanas al menos tan intensa como la que se produjo durante la primera ola del virus en nuestro país. Para Feijóo la clave está en conseguir aguantar los próximos dos meses, a la espera de unas vacunas que, según ha asegurado, “están llegando con cuentagotas”.
Por primera vez, el jefe de la Xunta ha abierto la mano a pedir el confinamiento de la población en ayuntamientos o comarcas concretas en donde el avance del virus se escape al control de las autoridades sanitarias. Aunque Galicia descarta “por el momento” el confinamiento general de sus ciudadanos, Feijóo apoya a los presidentes autonómicos que lo están pidiendo para sus territorios: “Si un presidente autonómico está pidiendo un confinamiento será porque lo necesita”, ha asegurado.
El dirigente gallego cree que el avance del virus se debe al relax navideño y a la llegada de nuevas cepas. Sobre lo primero, Feijóo ha vuelto a entonar un mea culpa que rápidamente ha redirigido al Gobierno central: “Ha habido una interacción social enorme en Navidad. Nos equivocamos”. Según su argumento, Galicia intentó convencer sin éxito al resto de miembros del comité interterritorial de que la posibilidad de sentar “allegados” a las cenas navideñas era un error. Lo que el presidente gallego olvida en su análisis a toro pasado es que él tenía margen legal para limitar el número de comensales y no lo hizo, además de que durante las fiestas permitió levantar los cierres perimetrales que había sobre más de 60 ayuntamientos gallegos para facilitar las reuniones familiares.
Tras una semana en la que Galicia ha batido tres veces su récord de contagios diarios y ha marcado el máximo de casos activos de toda la serie histórica, Feijóo reconoce que la sanidad gallega ha vuelto a desprogramar cirugías previstas para liberar espacio en las UCI de los hospitales. El presidente gallego se ha mostrado muy preocupado con lo que puede suceder a lo largo de las próximas semanas, de cuya evolución depende lo que pase de ahora en adelante: “Si aguantamos febrero y marzo probablemente podramos librar”, ha concluido.