Fomento retrasa medio año la mejora en toda España del sistema que no evitó un accidente de tren con 4 muertos en Galicia
El Ministerio de Fomento prevé retrasar medio año la desaparición completa del sistema de seguridad ferroviaria más arcaico de los existentes actualmente, el ASFA analógico, y su sustitución completa por su evolución, el ASFA digital. A pesar de que éste último ya está presente en la mayoría de los trenes, el analógico sigue siendo el único activo en los más antiguos, como el de la línea Vigo-Oporto que descarriló en O Porriño, al sur de la ciudad gallega, el 9 de septiembre de 2016 en un siniestro con cuatro muertos.
Tras aquel accidente se estableció que sólo trenes equipados con ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático) digital y no analógico siguiesen empleando esa línea, pero ahora Fomento, según un proyecto de decreto que acaba de exponer al público y que aún debe ser aprobado en Consejo de Ministros, prevé retrasar medio año, del 30 de junio próximo hasta el 1 de enero de 2019, la fecha prevista para la desaparición de todas las líneas de ancho ibérico e internacional del sistema más arcaico. Lo hace, dice, porque los plazos de suministro de los nuevos equipos están siendo superiores a los previstos.
En el accidente de O Porriño un tren Vigo-Oporto no redujo la velocidad a 30 kilómetros por hora como le indicaba una señal por obras en la vía y descarriló a 118 por hora provocando cuatro muertos, entre ellos el maquinista. El ASFA analógico, que llevaba aquel convoy, avisa al maquinista de que está circulando más rápido de lo que debe a su paso por señales concretas de la red ferroviaria, pero no frena el tren si el conductor se limita a reconocer el aviso que le lanza el sistema pero no reduce la velocidad. Por el contrario, el ASFA digital no sólo avisa del exceso de velocidad sino que, si el maquinista no la reduce, lo hace él de manera automática. Ese sistema sigue empleándose en la actualidad en Galicia en algunos trenes de los servicios entre Ourense y O Carballiño o entre Vigo y Ponferrada así como en otras varias líneas ferroviarias de toda España.
A pesar de que el accidente del Alvia en Santiago, en el que en julio de 2013 murieron 80 personas, no estuvo relacionado con la dualidad digital/analógico del ASFA, sino con la avería de un sistema superior, el de control constante de la velocidad ERTMS, propio del AVE, aquel siniestro ocurrido también en Galicia supuso el inicio de una mejora progresiva tanto de la normativa de seguridad como de los sistemas efectivamente implantados en trenes y vías. Pero esa mejora no llegó a tiempo de evitar el accidente de O Porriño de septiembre de 2016.
Fue a través de un real decreto aprobado el 1 de diciembre de 2017, que a su vez modificaba otro de julio de 2015, cuando se estableció que el ASFA analógico dejaría de ser usado en las líneas de ancho ibérico e internacional a partir del próximo 30 de junio y en la red de vía estrecha, la antigua Feve, a partir de 1 de mayo de 2019. Ahora Fomento propone una tercera modificación y en el borrador que acaba de someter a exposición pública retrasa al 1 de enero de 2019 el cambio en las líneas de ancho ibérico e internacional y al 1 de enero de 2020 en la red de vía estrecha. La obligación de contar con el más avanzado ASFA digital no será aplicable a los trenes históricos o a los servicios puntuales de carácter turístico. La demora, dice Fomento, se debe a que “los plazos de suministro de los nuevos equipos embarcados están siendo superiores a los previstos, lo que podría llevar a la inmovilización de las circulaciones y perjuicios a los servicios” y según el ministerio fue propuesta por la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria.