El abogado del maquinista del Alvia recurre su acusación y lo considera “otra víctima más” de Adif y Renfe
El abogado del maquinista del tren Alvia siniestrado en la curva de Angrois, en Santiago, ha viene de recurrir contra el auto emitido la pasada semana por el juez instructor del caso en el que propone finalizar la investigación llevando a juicio a su defendido, Francisco José Garzón, y al exdirector de Seguridad en la Circulación de Adif, Andrés Cortabitarte, como responsables en igual grado de 80 delitos de homicidios por imprudencia. Al primero el instructor lo considera responsable de una conducción desatenta y al segundo de no revisar y paliar los riesgos que existían en la curva de Angrois. Sin embargo, el abogado del primero reclama que se archive la causa contra él por considerar que “no es responsable final del resultado producido, por lo que no cabe imputarle delitos de imprudencia” sino que “es otra víctima más” de la falta de seguridad de la línea permitida por Adif y Renfe.
El auto del juez ya fue recurrido por la plataforma de víctimas del siniestro, que reclama que no se archive la imputación que pesaba hasta ahora sobre el entonces director de Seguridad en la Circulación de Renfe, Antonio Lanchares, al que consideran igual de responsable de no revisar la seguridad del AVE Ourense-Santiago que su homólogo de Adif. Ahora el abogado del maquinista señala en su recurso que en el auto del juez “se muestra el mismo menosprecio al 'factor humano' que el que realizaron las organizaciones [Adif y Renfe], y que dio lugar a la catástrofe ahora instruida, ya que se está exigiendo a los maquinistas un deber de diligencia superior al de las empresas que han puesto en servicio un servicio de ferrocarril con un riesgo de fallo humano previsible, sin sistema de seguridad alguno, sin posibilidad de aviso, sin posibilidad de recuperación del fallo humano, por lo que, es contradictorio que si no se había evaluado el riesgo de fallo humano se exija un comportamiento 'no humano' a los maquinistas y sean infalibles en las condiciones en que se les obligó a circular”.
El abogado considera que su defendido, imputado desde que se produjo el accidente, no incumplió ninguna norma ferroviaria sino que la configuración de la seguridad de la línea Ourense-Santiago no estaba preparada para hacer que frenase a tiempo antes de la curva de Angrois. El letrado recurre en su argumentación a lo declarado por diversos comparecientes en la comisión de investigación sobre el accidente abierta en el Congreso de los Diputados, en particular a la comparecencia de un alto cargo de la Agencia Ferroviaria Europea, crítico con la falta de seguridad de la línea Ourense-Santiago. En su recurso, el abogado concluye diciendo que su defendido debe ser exculpado y apartado de la causa abierta por el siniestro o, en su defecto, acusado no como autor de delitos de homicidio imprudente sino sólo de faltas de imprudencia leve.