En Marea y BNG cargan contra Feijóo por amparar a Baltar, investigado por acoso sexual
“Tengo curiosidad de ver cómo le queda el lazo morado a Baltar en su traje de machista y macho de la política”. Así comenzó este miércoles el portavoz de En Marea, Luis Villares, sus preguntas en el Parlamento de Galicia al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en una sesión centrada por todos los grupos en cuestiones de igualdad con motivo del Día de la Mujer. “Todos y todas pudimos escuchar esas grabaciones en las que [Baltar] ofrecía empleo a cambio de favores sexuales”, había dicho poco antes la portavoz del BNG, Ana Pontón. A pesar de las sucesivas referencias de los dos grupos a la investigación por acoso sexual y soborno que pesa sobre el presidente de la Diputación y del PP de Ourense, José Manuel Baltar, por supuestamente ofrecer un empleo a cambio de favores sexuales, nada respondió Feijóo sobre la cuestión. Optó el presidente gallego, por el contrario, por defender los avances en la materia conseguidos en los últimos años, en los que reconoció el trabajo realizado por el PSOE.
Fue la nacionalista Ana Pontón la primera en reprocharle a Feijóo su apoyo a Baltar. “No ampare a quien acosa”, le dijo, en una intervención en la que también le echó en cara que el pasado fin de semana defendiese “no politizar” la igualdad. “Si la desigualdad no es un problema político, ¿qué es para usted, un accidente geográfico?, le preguntó, y le pidió que ”no financie con dinero público la desigualdad, deje de financiar con dinero público a los centros que segregan a los niños y las niñas por su sexo“. Feijóo respondió a Pontón reiterando que no cree en un ”feminismo con etiquetas“ y echándole en cara que PSdeG y BNG mantuvieron los conciertos con centros segregadores cuando gobernaron Galicia entre 2005 y 2009.
El turno de preguntas de En Marea fue el momento más tenso de la sesión de este miércoles. Villares hizo especial hincapié en censurar el apoyo del PP a su presidente en Ourense con preguntas como “cuánto dinero gastó el Gobierno gallego para sensibilizar a Baltar de que lo que hizo está mal” o “cuánto gastó Baltar en convencerlo a usted de que lo que hizo está bien”. Sin embargo, Feijóo obvió esas críticas y optó por atacar a En Marea por un mensaje en Twitter publicado el pasado domingo por su viceportavoz, Carmen Santos: “Hoy todas en la lucha feminista. Reivindicamos q no nos asesinen señores del @ppdegalicia. Politizáis con pasividad.” El presidente la acusó de “no tener ningún respeto a este grupo ni a este gobierno” y le pidió una rectificación, asumiendo la estrategia del grupo parlamentario del PP, que en todas sus intervenciones en el Pleno de la Cámara gallega desde este martes le echa en cara a Santos el mensaje. Villares contestó a Feijóo recordándole que es la oposición la que debe interpelar al gobierno, y no al revés, y argumentó que respeta que los populares “se indignen por un error gramatical, pero lo que a En Marea le indigna es que mueran mujeres”. Y Feijóo replicó a Villares diciéndole que no le puede dar lecciones de igualdad después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, elogiase el abrigo de piel de una periodista en una rueda de prensa y comentase en un mensaje privado que a otra “la azotaría hasta que sangrase”.
La intervención del portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, fue la más propositiva. El socialista reclamó diversos planes de promoción del empleo femenino y la inmediata aprobación de un nuevo Plan de Igualdad por parte de la Xunta, ya que el último finalizó en 2015. Sin embargo, ni las propuestas del PSdeG, ni las de BNG y En Marea tuvieron respuesta por parte de Feijóo, más allá de anunciar que el nuevo Plan de Igualdad de la Xunta para el período 2017-2020 será aprobado aún este mes de marzo. El presidente gallego aprovechó para reproducir, en el Día de la Mujer, la estrategia que viene desarrollando desde la pasada campaña electoral de mostrarse conciliador con el PSdeG frente a sus enfrentamientos con En Marea. Hasta el punto de que, en su intervención, elogió que los avances en igualdad registrados en los últimos años, en los que centró buena parte de su discurso, se deben en parte al “concurso del PSOE”.