Liderazgo, finanzas y municipalismo, debates clave para el tenso plenario de En Marea
En Marea tiene este sábado en Santiago una cita clave. Es, como mínimo, a más relevante desde su constitución como partido instrumental en el verano de 2016, cuando las fuerzas que habían participado como coalición en las elecciones generales de diciembre de 2015 y de junio de ese mismo año buscaban, junto a las mareas municipales, la fórmula para concurrir a los comicios gallegos del otoño. El plenario de la formación viene precedido de semanas de tensión entre sectores que se disponen a medir sus fuerzas internas en debates y votaciones de documentos políticos y organizativos que translucen diferencias cuyo origen hay que buscar en el plenario del pasado diciembre y, sobre todo, en el proceso posterior a las elecciones internas de enero, de las que salieron sus primeros órganos de dirección: el Consello das Mareas y la coordinadora.
La elección de la coordinadora fue, precisamente, el proceso que dio lugar a los mayores disensos. Con el telón de fondo de la discrepancia sobre la incompatibilidad de las portavocías institucionales con las orgánicas la votación definitiva de abril trajo consigo un cambio de alianzas que derivó, finalmente, en la conformación de una coordinadora encabezada como portavoz por quien había sido candidato a la Presidencia de la Xunta, Luís Villares, con los votos a favor de parte de su lista -Máis Alá-, de la candidatura que había conformado una parte de miembros de Anova -Somos Quen- y de miembros de Cerna, que habían conformado la lista Queremos Participar. En aquella votación no había participado una docena de integrantes de la lista Máis Alá, la que había encabezado Villares, que consideraron rotas las líneas esenciales de los documentos previamente aprobados.
Con estos antecedentes la actual coordinadora ha elaborado unos documentos base de los que discrepan los integrantes de la organización que se han agrupado bajo el lema Recuperar En Marea. Estas tesis alternativas están apoyadas por, entre otros y a grandes rasgos, el grueso de la coruñesa Marea Atlántica, de Anova y de otras mareas locales, así como miembros de Podemos y Esquerda Unida, si bien estos partidos ya han confirmado, como habían anticipado, que no participan formalmente del proceso y apuntan a la libertad de su militancia para acudir o no a título individual. Estos textos recabaron también en los últimos días el apoyo de Xosé Manuel Beiras. “Queremos recuperar En Marea y devolverla al espíritu del plenario de Vigo” y “no alejarnos del rumbo que nos habíamos marcado entre todas”, resumen en su propuesta.
La definición del partido instrumental
Para la actual coordinadora el plenario de este sábado debería servir para “hacer de En Marea el movimiento-instrumento eficaz que lidere, como primera fuerza de oposición en la Galicia, la defensa de los derechos individuales y colectivos de la ciudadanía”. En este sentido, el texto defendido por la coordinadora subraya que la “fragmentación organizativa actual, consecuencia de las tentativas frustradas de dar una respuesta eficaz a las demandas de la ciudadanía”, debe avanzar hacia un escenario de “suma de fuerzas para los objetivos comunes” que busque “una amplia alianza de fuerzas de izquierda, nacionalistas y no nacionalistas” con el “objetivo de alejar del Gobierno al corrupto Partido Popular” tanto en Galicia como en el Estado.
El texto defendido por Recuperar En Marea apela al “manifiesto de los alcaldes” de hace un año para resaltar la necesidad de que en Marea sea “un sujeto político popular, democrático, radical, republicano y de ruptura”, un “proceso” que no sea “reducido a un partido clásico de régimen, destinado a concurrir en el mercado electoral para participar en la alternancia reglada de inquilinos en las instituciones” o a una “máquina electoral permanente”. Es en este punto en el que este grupo advierte de que descarta la implantación de “ninguna clase de protocolo ni subalternización con respecto a órgano de dirección”, toda vez que “En Marea es un espacio suficientemente líquido y plural como para estar configurado” por personas y organizaciones “que participan del proceso sin condiciones”.
Reglamentos y financiación
Mientras que desde la coordinadora se avanza disposición a aceptar esta tesis política, se prevé que uno de los puntos centrales del debate y de las tensiones sea el del reglamento para articular el funcionamiento interno de En Marea. La actual dirección y el texto crítico coinciden en definir la Coordinadora como un órgano elegido por el Consello -el máximo órgano entre plenarios- que tiene un cometido de “coordinación y dirección política, pero en ningún caso de carácter jerárquico”, si bien discrepan en la cuestión de la portavocía. El grupo de Villares apuesta por “una persona portavoz” que “ejerce la máxima representación pública y las relaciones políticas de En Marea, impulsa y coordina el trabajo” y cuya labor es complementada con viceportavocías. Mientras, la enmienda del grupo crítico apuesta por una “portavocía colegiada, paritaria y rotatoria” formada por “dos mujeres y un hombre”. De salir adelante, el cambio implicaría que Villares no sería el principal referente orgánico de la formación.
Vinculado con la cuestión de las portavocías figura otro de los puntos de tensión de las últimas semanas: el documento que regirá el régimen económico de En Marea y de sus representantes institucionales. La carta financiera que plantea la coordinadora propone que los cargos electos cobren, “como máximo, 3 veces el salario mínimo interprofesional” con complementos por personas al cargo -medio SMI por persona “hasta un máximo de 2 salarios mínimos”- y agrega que “estas condiciones podrán ser revisadas en el caso de lucro cesante que con carácter irreversible sufra la persona electa” -una rebaja sustancial de remuneración con relación a la profesión que desempeñara anteriormente- o “por cargas económicas acreditadas”. El texto alternativo, por su parte, promueve que estas cuantías no puedan incrementarse “en ningún caso”. Ambos textos coinciden, por el contrario, en que los cargos internos no estarán remunerados, más allá del personal técnico y de las compensaciones por conceptos como desplazamientos y, en el caso del texto crítico, también para cargos con dedicación exclusiva a la organización.
Otro de los puntos del debate en el que se prevén divergencias es lo de la expansión territorial de En Marea, una de las prioridades fijadas por la actual dirección, y la convivencia de este proceso con las mareas municipales que ya existen. La coordinadora formula un protocolo para “promover mareas municipalistas” para formalizar estas constituciones y relaciones, el cual, dicen los textos implica una relación estable pero que “en ningún caso” el órgano nacional sea “tutelador” del local. Mientras, desde Recuperar En Marea se promueve un sistema basado en “redes municipalistas autogestionadas y autónomas” en el que la “interacción entre la escala local y nacional” se producirá “en todo caso, a petición de las redes municipalistas”. En ambos textos permanecen, en todo caso, las estructuras municipales creadas antes que la propia En Marea.