El PSOE busca cerrar pactos para asegurarse el gobierno en cuatro ciudades gallegas
El próximo 15 de junio se constituyen las corporaciones municipales elegidas en las elecciones del 26 de mayo con la única excepción de aquellas que estén pendientes de recursos contra el resultado, que no se conformarán hasta julio. De las siete principales ciudades gallegas habrá cambio seguro en la alcaldía en tres -A Coruña, Santiago y Ferrol- y muy probablemente, en una cuarta, Ourense. Mientras, en las tres restantes -Vigo, Lugo y Pontevedra- el bastón de mando seguirá en las mismas manos.
En A Coruña, Ferrol y Lugo los pactos son imprescindibles para que el PSdeG obtenga la alcaldía; en Ourense también intentan asegurarla mediante acuerdos a pesar de ser primera fuerza como en Santiago, donde Xosé Sánchez Bugallo sí tiene asegurado el bastón de mando que hasta ahora correspondía a Martiño Noriega.
El gran ganador del mapa político urbano gallego emanado del 26M fue el PSdeG. No obstante, para lograr el gobierno en tres le resulta imprescindible cerrar pactos, al menos de investidura, antes de la sesión constitutiva de las corporaciones. Es el caso de A Coruña, Ferrol y Lugo, donde Inés Rey, Ángel Mato y Lara Méndez necesitan el voto a favor de la mayoría absoluta del pleno porque, en caso de no obtenerla, la alcaldía sería para el PP, primera fuerza en número de votos.
Esa condición de fuerza más votada es la que ostenta el PSdeG en Ourense, donde no obstante el socialista Rafael Rodríguez Villarino también debe llegar con acuerdos a la investidura para evitar sorpresas al existir posibilidades numéricas de una mayoría alternativa -PP y Democracia Ourensana, por ejemplo suman mayoría absoluta-. Con más tranquilidad puede afrontar el 15 de junio el compostelano Xosé Sánchez Bugallo, que a su condición de líder del grupo más numeroso del Ayuntamiento añade la inexistencia de una alianza con mayoría absoluta que le arrebate la alcaldía, toda vez que Compostela Aberta ya ha evidenciado que no facilitará el poder por ninguna vía al PP.
A Coruña
El 26M el PSdeG coruñés pasó de 6 a 9 ediles, pero la candidatura de Inés Rey fue superada por la de la popular Beatriz Mato, también con 9 representantes, en unos 400 votos. Esto provoca que para la investidura de la socialista sean imprescindibles los votos de Marea Atlántica, que pasó de 10 a 6 escaños en la corporación. Tras los comicios Rey resaltó su intención de “dialogar” con las “fuerzas progresistas”, ya que “la izquierda ha ganado las elecciones” en la ciudad“ evidenciando así el rechazo a oferta de gran coalición formulada por Mato. Desde la dirección del PSdeG su portavoz, el diputado electo en el Congreso Pablo Arangüena, ha agreado además en declaraciones a Radio Coruña su esperanza de que Marea Atlántica no torpedee al nuevo gobierno, de modo que los obstáculos del pasado mandato no se produzcan ahora a la inversa.
Tras unos primeros días marcados por la marcha de la corporación del todavía alcalde en funciones, Xulio Ferreiro, la Marea aborda este jueves su postura ante la investidura, partiendo de la base de que en ningún caso propiciarán una llegada de la derecha al poder y avanzando que ese eventual torpedeo no se va a producir. La gran cuestión sobre la mesa no es, de este modo, si permitir o no la elección de Rey, sino la postura de la formación una vez que esta se produzca sobre buscar o no un gobierno de coalición, algo que suscita debate interno.
El BNG, por su parte, aborda también la posición sobre la investidura esta semana. El grupo de Francisco Jorquera parte igualmente de la disposición para votar a favor de la candidata del PSOE a pesar de no ser sus dos votos imprescindibles y valorando, además, la eventual entrada en el gobierno.
Ferrol
Como la coruñesa Ines Rey, el ferrolano Ángel Mato será alcalde por el PSdeG si logra un acuerdo por la izquierda desde la propia sesión de investidura porque, de no hacerlo, el poder volverá a manos de José Manuel Rey Varela, exconselleiro de Feijóo que con 12 ediles se quedó a un escaño de la mayoría absoluta, pero sin suma posible por la derecha. Desde la noche electoral el alcalde en funciones, Jorge Suárez, se ha mostrado dispuesto a que los tres ediles de Ferrol en Común apoyen la investidura de Mato e incluso puedan entrar en su gobierno.
“La posición más fácil sería pasar a la oposición y mantenernos inflexibles”, cree Suárez, partidario de negociar con “valentía y generosidad” para llegar a “buen puerto” en el horizonte del propio 15 de junio. La disposición de la confluencia ferrolana es, como la de Mato, la de la coalición.
El candidato socialista ha recibido formalmente el aval de la Ejecutiva local para emprender negociaciones que para la propia investidura deben ser a dos bandas; los 8 ediles del PSdeG sólo sumarán mayoría absoluta con el apoyo de los 3 de FeC, pero también de los 2 del BNG. Desde el propio 26M Mato ha apostado por contar con un cierto margen para valorar los programas tanto de Ferrol en Común como del Bloque y, acto seguido, sentarse para abordar pactos sobre medidas concretas. El portavoz del BNG, Iván Rivas, ya ha avnzado que no contempla otro escenario que el de un gobierno de la izquierda, con independencia de que de esa negociación vaya a depender si la formación nacionalista opta o no a gobernar.
Lugo
En Lugo la actual alcaldesa en funciones, la socialista Lara Méndez, tiene en su mano la posibilidad de repetir en el poder y hacerlo además negociando con una única fuerza política, el BNG, que tras lograr un ascenso de 2 a 5 ediles suma mayoría absoluta con los socialistas. El apoyo del grupo de Rubén Arroxo es imprescindible en la investidura para que la alcaldía no recaiga en Ramón Carballo, del PP, que consiguió 10 ediles, y el candidato nacionalista tiene ya el visto bueno de la Asamblea Local de la formación para negociar con el PSdeG una posible coalición de gobierno que supondría, en cierto modo, reeditar los pactos cerrados por socialistas y nacionalistas en este mismo Concello durante la pasada década.
Ambas formaciones trabajan con la previsión de que esta misma semana comiencen unos contactos en los que Méndez parte de la base de que “Lugo sigue siendo una ciudad de izquierdas” y del convencimiento de que, por ello, “tendrá un gobierno de izquierdas liderado por el PSdeG” con “mayor estabilidad” que en el anterior mandato, marcado por la fragmentación de fuerzas a la izquierda de los socialistas, toda vez que además del Bloque se sentaban en la corporación Lugonovo y ACE, que se han quedado sin representación. PSdeG y BNG ya han nombrado equipos negociadores y Arroxo afronta las negociaciones asegurando que parte de la base de que los resultados “han dejado claro” que “los vecinos y vecinas de Lugo han apostado por que el BNG esté presente en el gobierno”.
Ourense
Aunque en la ciudad de Ourense los números dicen que el PSdeG parte con más ventaja que en Lugo o Ferrol por ser la fuerza más votada, la composición de la corporación ourensana alimenta las cábalas sobre todo tipo de combinaciones posibles. Los de Rafael Rodríguez Villarino tienen 9 ediles, dos más que el PP y Democracia Ourensana, empatados a 7. Pero no suman mayoría absoluta con el BNG, que regresa al Ayuntamiento con dos actas, por lo que la posición del partido local, DO, se convierte en llave de gobierno en una negociación que, inevitablemente, está condicionada por los contactos relativos a la Diputación provincial, institución que se interna en un escenario inédito tras la histórica pérdida de la mayoría absoluta de los Baltar.
Con este telón de fondo el equipo de Villarino ha iniciado ya este martes “formalmente” los contactos para buscar “un gobierno estable para la tercera ciudad de Galicia” ya que, dicen, “nadie comprendería otro mandato de enfrentamientos, gritos y parálisis” como el del popular Jesús Vázquez. Así, el BNG es el primer interlocutor de los socialistas, que prevén acto seguido reunirse con DO, Ciudadanos y el propio PP.
Gonzalo Pérez Jácome, líder de Democracia Ourensana, dice no descartar ningún escenario y, en declaraciones a los medios, ha asegurado que en el encuentro con los de Villarino previsto para el miércoles hablará de medidas programáticas y de posibles asignaciones de ediles. Esgrimir la condición de primera fuerza de la corporación puede ser un arma de doble filo para los socialistas, advierte el líder de DO, porque justo ese papel es el que tiene el PP en la Diputación.