La Xunta planea reducir el número de camas en las enfermerías de las residencias de mayores
La Xunta planea reducir el número de camas en las enfermerías de las residencias de mayores. La normativa actual fija que los centros deben disponer de un 5% del total de sus plazas en camas en la enfermería. En breve, los centros que, por su número de residentes, están obligados a tener este servicio en sus instalaciones podrán disminuir la capacidad hasta el 3% de plazas totales de la residencia.
Las camas que sobren con esta nueva ordenación podrán reconvertirse en nuevas plazas para personas usuarias y las propietarias de las residencias tendrán un año para solicitar el cambio. Las zonas destinadas a enfermerías mantendrán el máximo de cuatro camas por habitación y la reserva de un cuarto para las situaciones que requieran aislamiento. La Consellería de Política explica que esta modificación se realiza para adaptarse “a la tendencia del sector”, en la que se tiende a atender a los mayores en sus propias habitaciones para evitar situaciones de desorientación, entre otras. El departamento de la Xunta asegura que prácticamente todas las comunidades se rigen por ese criterio del 3% o bien no especifican un mínimo que deben cumplir las empresas.
Política Social planea otras reformas en las condiciones de los centros de mayores. Una de ellas es el número de camas autorizadas por habitación. La norma actual que regula las condiciones en las que viven los usuarios de estos centros, y que fue aprobada hace 24 años, sitúa en cuatro el máximo de personas que pueden convivir en una habitación, aunque de forma excepcional y cuando se trate de usuarias “afectadas de graves discapacidades”. A partir de la aprobación del documento, serán dos el número máximo de personas que pueden compartir dormitorio en las residentes de mayores. Además, se reduce el número de personas usuarias por cada baño, de seis en la actualidad a cuatro.
Estas modificaciones se producen cuando la Xunta está repensando el modelo de residencias de mayores, en un contexto en el que casi la mitad de las personas fallecidas por COVID-19 durante la pandemia en Galicia vivían en estos centros. Política Social no ha avanzado cuales serán los cambios en el sistema más allá de que se realizará con la colaboración de la Consellería de Sanidade y se “dialogará” con el sector.
La consellería introduce estos cambios en la modificación de la orden que regula las reclamaciones en el sector de los servicios sociales y que se aprobará en breve, en cuando cumpla con su período de exposición pública y dos trámites internos. La normativa permitirá la presentación de quejas a través de medios electrónicos, tanto para las personas que reciben los servicios como para las empresas, que tienen la obligación de remitir a la Xunta una copia de las reclamaciones que reciban, así como de los antecedentes y las actuaciones que hayan realizado para gestionar la queja.
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