La Xunta de Galicia “no mira a quién benefician sus actuaciones”. Con este argumento, el Gobierno gallego trató de desembarazarse de las acusaciones de nepotismo a respecto de la construcción de sendas peatonales en la carretera que une Ourense con Trives. Según el Partido Socialista, que llevó la cuestión al Parlamento gallego este miércoles, la Consellería de Infraestruturas destinará 366.000 euros a habilitar un kilómetro de la OU-536 que discurre frente a propiedades de la familia Baltar en el Concello de Esgos. Será un tercio de la inversión total de fondos europeos previstos en la vía.
Fue el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, el encargado de dar las explicaciones a las preguntas formuladas por el diputado del PSdeG Pablo Arangüena. Acusó al socialista de hacer “preguntas retóricas” y habló de “errores graves” en su exposición. El más importante de los que concretó fue el relativo a la distancia entre Ourense y la zona de Esgos que será peatonalizada: Arangüena dijo 18 kilómetros y Menéndez lo corrigió, son 12. La otra discrepancia, relativa a la extensión de las sendas, la puede aclarar una visita a la hemereteca de notas de la propia Xunta. Menéndez afirmó que eran seis kilómetros pero la conselleira Ethel Vázquez presentó en su día -el 22 de abril- “itinerarios de tres kilómetros”. Uno en Esgos y dos en Pereiro de Aguiar.
El caso es que el Gobierno gallego no negó que ese kilómetro de senda peatonal en Esgos, que según Arangüena se encuentra además en una zona de baja densidad poblacional, comunique el domicilio de Manuel Baltar, presidente de la Deputación de Ourense, con los de su cuñada, la familia de su mujer y la nave donde su padre y antecesor en el cargo almacena una colección de más de 100 coches clásicos. “No miramos quien vive en cada una de las viviendas”, alegó Menéndez, “a ustedes sí que les importa, qué miedo da”. Y añadió que la inversión se decidía en consulta con los ayuntamientos afectados, que solicitaban actuaciones. Lo hizo, para el asunto a debate, el de Esgos, donde el propio Manuel Baltar es edil por el Partido Popular.
“Viven más de 300.000 personas en la provincia de Ourense pero la lotería de la inversión pública le fue a tocar a la familia Baltar”, ironizó Arangüena, “la saga de caciques más antigua de España”. El alto cargo de la Xunta también explicó que, desde 2016, el organismo que dirige ha construido 200 kilómetros de aceras en los 5.500 kilómetros de carreteras de titularidad autonómica. Uno de ellos -del total de tres programados para los 71 kilómetros de la OU-536- pasará frente a las propiedades de los Baltar.