Del aislamiento al autoengaño: arte para denunciar las secuelas que nos deja la tecnología
Estar hablando con alguien y que no despegue los ojos de la pantalla del móvil; viajar en tren y sentir instintos asesinos por culpa de los avisos de WhatsApp del compañero de asiento; atravesar una mala época y tener que tragarte día tras día las fotos rebosantes de felicidad de tus contactos de Facebook... Podríamos continuar, pero seguramente no es necesario. Si vives en este mundo, ya sabes a lo que nos referimos. Se te estarán pasando un sinfín de recuerdos por la cabeza.
La tecnología ha influido en nuestra relación con los demás de una forma que tampoco ha pasado inadvertida para los artistas. De hecho, algunos han decidido dedicar sus obras a hacernos reflexionar sobre nuestro entorno.
Una de las últimas en hacerlo ha sido la diseñadora gráfica holandesa Zilla Van Den Born, que 'engañó' a sus padres durante 42 días diciéndoles que estaba de viaje por Asia cuando en realidad se encontraba en su apartamento en Amsterdam. Para conseguir la mentira perfecta, la joven se dedicó a manipular fotografías, mantener conversaciones vía Skype con 'sets' de inspiración oriental de fondo y a mandar mensajes a través del móvil a horas intempestivas. De este modo, durante más de cuatro semanas, la artista consiguió hacer creer que se encontraba en una realidad completamente distinta a aquella en la que estaba viviendo.
“Mi objetivo era probar cómo se puede distorsionar la realidad”, afirma la diseñadora, “crear un mundo ideal en la Red que la realidad no puede satisfacer”. Así, la reflexión partía de un proyecto universitario con el que quería demostrar que no todo lo que enseñan nuestros contactos en Facebook es un fiel reflejo de lo que sucede.
Aquí puedes ver algunos ejemplos de cómo fue construyendo su historia paralela:
Precisamente en esa misma línea se mueve el corto de comedia dramática de Shaun Higton, realizado por el estudio noruego Higton Bros. Según explican sus responsables, el director tuvo la idea cuando un día, mientras consultaba su muro de Facebook, se dio cuenta de que todos sus contactos tenían vidas “espléndidas”. “Ninguno puede ser así de feliz siempre”, pensó, por lo que junto a sus dos hermanos, Andrew y Steven, y al productor Espen R. Pettersen decidió grabar un vídeo en el que precisamente esa fachada de felicidad fuera objeto de denuncia. El cortometraje titulado 'What's on your mind?' (¿Qué estás pensando?) ha sido todo un éxito en las redes sociales (paradójicamente). De hecho, acumula ya más de nueve millones de visualizaciones en YouTube.
Las redes sociales nos convierten emocionalmente en niños. Ésta es la conclusión a la que llega el cómico Marc Maron para lanzar un mensaje en un corto de animación diseñado por Zen Pencils y titulado 'The Social Media Generation Animated'. “Somos adultos, ¿verdad? Y, sin embargo, a nivel emotivo tenemos una cultura de niños de siete años”, afirma el epílogo del cortometraje, que asegura que nos hemos habituado a abusar de la tecnología. No dejes de verlo, seguro que más de una teoría sobre las redes sociales y la necesidad de ser aceptados te vendrá después a la cabeza:
Siguiendo con el hilo de la dependencia tecnológica, pero adentrándose además en la oportunidad que nos ofrece de escapar de la realidad, el cortometraje 'Avoidance' (Escape) de la artista Erica Rotberg aporta una visión bastante gris sobre los efectos nocivos que producen las tecnologías en las relaciones humanas.
Así, el cortometraje recoge a una trabajadora abrumada por la pantalla del ordenador, de la tableta y del móvil mientras rechaza sistemáticamente la llamada de su madre; a un hombre sumido en la tediosa labor de buscar trabajo mientras se evade con la videoconsola o consume porno; una pareja cuya única comunicación se produce a través de 'gadgets' tecnológicos...
La propia autora admite en una entrevista que la idea le vino cuando empezó a ser consciente de los métodos que utilizaba para dejar de lado la realidad. “Desde mi adolescencia yo era adicta a la televisión”, afirma, “no podía dormir sin ella y, cuando llegaron los teléfonos inteligentes, éstos se convirtieron en mi nueva pastilla para dormir. Un día me di cuenta de que esto sólo era una manera fácil de desconectar de mis pensamientos”.
De este modo, la joven, que realizó el cortometraje como proyecto final de sus estudios de diseño en el israelí Instituto Tecnológico de Jolón (HIT por sus siglas en inglés), comenzó la lluvia de ideas para su proyecto anotando las distintas conductas 'aislantes' que tanto ella misma como las personas que tenía a su alrededor llevaban a cabo. “Creo que escapar de la realidad es un mecanismo saludable a veces, pero también creo que estamos perdiendo el equilibrio y nos desconectamos de la realidad demasiado a menudo porque hoy en día es más fácil que nunca. Eso es lo que me llevó a iniciar el desarrollo de esta historia”, afirma.
Si después de ver todos estos trabajos sigues pegado a la pantalla como si tal cosa, sin pararte ni un momento a reflexionar quién manda en tu día a día, sentimos decirte que seguramente la tecnología te haya ganado la partida.
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Las imágenes de este artículo son propiedad de Zilla van den Born