“Hay personas en la Red presumiendo de colocar animales muertos en mi buzón”, aseguraba recientemente Zoe Quinn, desarrolladora del videojuego 'Depression Quest'. Hace unos meses, su exnovio difundió por la Red que Quinn le había sido infiel con un redactor de la web de videojuegos Kotaku. Desde entonces, algunos internautas comenzaron a amenazarla de muerte por Twitter.
Quinn no fue la única. Otras mujeres relacionadas con el mundo de los videojuegos comenzaron a sufrir estas amenazas 'online' en un fenómeno conocido como 'Gamergate'.'Gamergate Algunos aficionados a los videojuegos, supuestamente, querían criticar la parcialidad de los medios especializados, pero el 'Gamergate' se convirtió en un grave caso de misoginia en la Red caso de misoginia en la Redque aún sigue dando que hablar.
Los creadores de Trustev, una compañía irlandesa especializada en evitar el fraude de las compras 'online', creyeron que los 'trolls' habían llegado demasiado lejos en este caso, y decidieron ayudar a bloquearlos con su tecnología. Esta empresa, elegida en 2013 como la mejor 'startup' del continente por la Comisión Europea, quiere que los blogs y medios de comunicación puedan librarse de los que se dedican a escribir opiniones destructivas o amenazas en el apartado de comentarios.
“Durante el Gamergate, vimos en Twitter y en otras redes sociales que era difícil bloquear a los 'trolls' y a los que escribían comentarios abusivos. Después de bloquearlos, inmediatamente se creaban una nueva cuenta y continuaban su comportamiento”, cuenta a HojaDeRouter.com Rurik Bradbury, director de 'marketing' de Trustev. “Nos dimos cuenta de que había un gran debate en la Red y en los medios sobre cómo moderar los comentarios, sobre cómo detener a la gente agresiva y abusiva que ataca a los demás”, añade Bradbury.
DE ELIMINAR DEFRAUDADORES A ACABAR CON 'TROLLS'
Esta compañía desarrolló un 'software' que estudia la huella digital de los usuarios y permite a las plataformas de comercio electrónico identificar las compras fraudulentas. Para ello, estudian el comportamiento 'online' de los compradores, su localización o sus datos bancarios.
Pat Phelan, fundador de Trustev, ha explicado que con una versión ligeramente modificada del 'software' que ya utilizan sus clientes de comercio electrónico pueden identificar también a los 'trolls' que acechan a los medios de comunicación. 'Trustev for Publishers' permite crear una lista negra de usuarios que utilizan varias cuentas para seguir 'troleando'. “Los editores y moderadores no han tenido una buena tecnología para detener a los 'trolls'”, defiende el director de 'marketing' de Trustev.
“En el 'e-commerce', la tecnología está siendo utilizada para detener a las personas que compran 'online' con tarjetas de crédito robadas, pero en la industria editorial, la misma tecnología puede servir para localizar a aquellos que estén utilizando múltiples cuentas en un mismo servicio”, explica Bradbury.
Su sistema analiza cientos de datos de cada usuario: la ID del dispositivo, el sistema operativo, la dirección IP, el servidor 'proxy', la dirección de correo, la localización o las 'cookies'. ¿Un método intrusivo y efectivo a la vez? “Esta huella digital es mucho más difícil de falsificar que solo un correo electrónico o una dirección IP, que los 'trolls' pueden fácilmente evitar. Podemos pillar a la gente que está tratando de quedarse en varias cuentas y bloquearlas si así lo desea el editor”, detalla.
¿QUIÉNES USARÁN ESTA TECNOLOGÍA?
Los editores que se decidan a contratar este servicio tendrán dos alternativas: una versión gratuita que incluirá un 'banner' de Trustev en su sección de comentarios o una de pago por unos 1.000 dólares al mes (unos 900 euros). Por el momento, desde la compañía solo nos explican que están negociando con algunas publicaciones, y aseguran que tres blogs internacionales, cuyos artículos suelen tener unos 1.000 comentarios, ya se han mostrado interesados.
A esta empresa, con oficinas en Cork (Irlanda) y Nueva York, la huella digital para comercio electrónico le ha traído muchas alegrías. En 2013, Forbes señaló que era una de las 'startups' de modaForbes, y terminó ese año con dos millones de transacciones de clientes procesadas a la semana y tres millones de dólares (más de dos millones y medio de euros) recaudados en una sola ronda de inversión. Ahora, quieren repetir éxito con su incursión en el polémico universo de los 'trolls', y prevén anunciar los primeros seguimientos de su sistema durante este primer trimestre de año. Incluso creen que su tecnología podrá beneficiar a redes sociales como Twitter o Facebook.
“Dadme cinco minutos con ello y lo romperé”, decía un usuario en Reddit comentando uno de los artículos que anunciaban la llegada de 'Trustev for Publishers'. “A mí me suena como una forma complicada y cara de censura”, señalaba otro usuario de esta página web.
¿Se dedicarán los 'trolls' realmente a atacar este 'software'? “Es posible que ataquen el sistema”, admite Bradbury, “pero está diseñado para analizar el fraude en una industria que mueve millones de dólares: esos sí tienen un interés mucho más fuerte en escapar del análisis y el bloqueo que los 'trolls', que no son ladrones profesionales, sino individuos desde sus casas sin incentivos financieros”.
“Creemos que si colocas una barrera importante en el camino de los 'trolls', la mayoría de ellos no lucharán para evitarlo, quizá se vayan a otro lugar o, según esperamos, detendrán su 'troleo' y su abuso”, defiende. Combatir a los 'trols' en internet se convierte en un deseo de los moderadores y en un negocio para esta empresa, aunque para ello el 'software' diseccione nuestro rastro personal (lo que, por otra parte, ya hace Google).
La desarrolladora de videojuegos Zoe Quinn ha tomado otra determinación. Acaba de lanzar la web Crash OverrideCrash Override, un grupo de trabajo para ayudar a todas aquellas personas que han vivido algún tipo de acoso 'online' con la colaboración de expertos en seguridad. “Gran parte del control sobre nuestras propias vidas ha estado a una gran distancia de nosotros mismos. Esta es una forma de que tomemos el control de nuevo, de que decidamos lo que nos pasa y tratemos de ayudar a otras personas”, ha explicado Quinn. Ella sabe bien lo que es sufrir un acoso cibernético.
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Las imágenes de este artículo son propiedad de Robin Hastings, CG Shaws y Trustev