PP y Vox dan vía libre a convertir edificios protegidos de Palma en hoteles 'boutique'
El pleno del Ajuntament de Palma de este jueves ha aprobado, con los votos de PP y Vox, que se puedan adquirir e intercambiar plazas turísticas en edificios Bien de Interés Cultural (BIC) o catalogados y poder convertirlos, además, en hoteles 'boutique', una tendencia que las administraciones han favorecido en los últimos años con el argumento de ser una alternativa al turismo de excesos pese a conllevar, según las voces más críticas, una “elitización” del turismo y a una mayor gentrificación de las ciudades.
La primera sesión plenaria del año ha sido testigo de un bronco debate a tenor de la derogación de la Ley 3/2022, de 15 de junio, aprobada la pasada legislatura por el anterior gobierno de izquierdas y que prohibía expresamente que se implantaran plazas turísticas en edificios BIC o catalogados. Según calculan, con la anulación de esta medida podría aflorar medio centenar de plazas turísticas en una ciudad que ve cómo desde los años 90 un nuevo boom del turismo devora edificios históricos que han acabado reconvertidos en alojamientos turísticos.
Cabe recordar que el pasado viernes se aprobó en la Comisión de Urbanismo esta proposición de urgencia del PP y este jueves se ha trasladado al pleno. Ninguno de los grupos municipales ha cambiado su voto, de modo que se ha aprobado con el sentido de voto de la Comisión.
Desde la oposición han mostrado su rechazo a la posibilidad de adquirir e intercambiar plazas turísticas puesto que “supondrá más turismo cuando la ciudad ya está masificada”, según ha apuntado la portavoz de MÉS per Palma, Neus Truyol, añadiendo que en Palma “sobran hoteles y faltan casas”.
Asimismo, han reprochado al equipo de gobierno que no haya “ningún informe técnico” que lo avale y que “incluso” el Consell de Mallorca no vea este acuerdo como “positivo”, han subrayado las regidoras de PSOE Palma, Rosario Sánchez, y de Unidas Podemos, Lucía Muñoz.
Asimismo, Sánchez ha hecho hincapié en que el acuerdo alcanzado en la pasada legislatura estaba “consensuado” con las asociaciones de vecinos y ha lamentado que, de repente y de manera urgente, se deja sin efecto. “Nos preocupa porque tenemos serias dudas sobre la legalidad de esta decisión”, ha añadido.
En esta línea, PSOE, Més per Palma y Unidas Podemos han coincidido en que la medida responde a intereses particulares “con nombre y apellido” y no al interés general de los ciudadanos.
El regidor de Urbanismo, Óscar Fidalgo, ha respondido a las críticas de la oposición alegando que los “precursores” de los hoteles 'boutique' son los grupos municipales que gobernaban en la anterior legislatura.
Por su parte, el portavoz de Vox en el Consistorio, Fulgencio Coll, ha destacado que es “importante” que haya “equilibro” entre las viviendas y los hoteles. Asimismo, se ha dirigido a la izquierda para remarcar que “si creen que faltan casas”, tuvieron “ocho años para hacerlas”.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Palma ha intervenido en el pleno, reclamando que el centro de la ciudad no se convierta en “un polígono con escasa vida ciudadana al servicio del turismo”. Igualmente, han cuestionado si se trata de una “ocurrencia empresarial” en lugar de responder a las necesidades de los ciudadanos.
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