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Las obras realizadas sin licencia no son una novedad en Menorca. La alta protección del ecosistema insular ha motivado que sea considerado como Reserva de Biosfera desde 1993 y reconocido como Patrimonio de la Humanidad en septiembre del año pasado por su patrimonio talayótico. Menorca es hermosa, antigua y está bien conservada. Su encanto es fruto de la férrea defensa medioambiental que han desarrollado los residentes en la isla desde siempre, pero especialmente desde la década de 1970. A pesar de este sentido común, profundamente arraigado en la sociedad menorquina, hay quienes por maldad o simple ignorancia destruyen lo que es la casa de todos.
El último atentado contra el patrimonio de la isla, que ha despertado la indignación entre ecologistas y residentes, es la construcción de un circuito privado de motocross de 13.000 m2 y de un jardín de césped de 20.000 m2 sin autorización alguna en Binixíquer, una urbanización situada en Maó. Se trata, sin duda, de una obra faraónica. La entidad ecologista GOB calcula que “el mantenimiento de un jardín de ese tamaño y características implicaría unas 140 toneladas de agua por día, esto es el equivalente al consumo de 800 personas”. En una isla con estructurales y sistemáticos problemas de abastecimiento de agua potable resulta, como mínimo, alarmante.
Quien dio la primera voz de alarma fue precisamente el GOB de Menorca, que emitió un comunicado en el que alertaba sobre una obra realizada en una finca ubicada en la urbanización de Binixíquer. La entidad afirma a elDiario.es que se trata de una “importante modificación de suelo rústico”, que habría destruido “centenares de metros de pared seca” y posiblemente constituya una “afectación del patrimonio cultural” de la isla.
Según el Plan Territorial Integral, que regula el uso del suelo en Menorca, casi el 77% de los 702 km2 de la isla están protegidos o considerados en alguna de las acepciones de las llamadas “categorías de zonificación y régimen de suelo”, como “suelo rústico protegido” o bien “suelo rústico común”. A pesar de las claras restricciones existentes en el PTI, la finca situada en la urbanización de Binixíquer emprendió la construcción del circuito privado de motocross y del jardín.
“Mucha gente se dirige al GOB cuando descubre intervenciones exageradas sobre el territorio. Recibimos informaciones semanas antes, pero no había pruebas. Cuando pudimos tener las fotografías aéreas, trasladamos el caso a las autoridades”, explica Miquel Camps, coordinador territorial del GOB.
“De vez en cuando encontramos casos donde los propietarios consideran que en su propiedad pueden hacer lo que quieran. A veces es chocante, porque puede tratarse de gente que se ha enamorado de Menorca precisamente porque los que han pasado antes por la isla han sabido conservarla”, enfatiza Camps.
A veces encontramos personas que consideran que en su propiedad pueden hacer lo que quieran. A veces es chocante, porque puede tratarse de gente que se ha enamorado de Menorca precisamente porque los que han pasado antes por la isla han sabido conservarla
Sin licencia para romper todo
El pasado 5 de marzo, durante el pleno del Ayuntamiento de Maó, el grupo de electores Ara Maó elevó tres preguntas por escrito al equipo de gobierno que lidera Héctor Pons (PSOE). “¿Conocía el equipo de gobierno las obras iniciadas en Binixiquer? ¿Se concedió alguna licencia para actuaciones urbanísticas? ¿De qué tipo?”. La respuesta tardó una semana en llegar y fueron exactamente dos oraciones. “No se tenía conocimiento. Sí existían dos permisos de obra, concedidos en 2022 y destinados a la 'Reforma y rehabilitación de vivienda, piscina y pavimento exterior'. La finca también registra otras tres solicitudes cursadas en 2023 y pendientes de resolución por los conceptos de 'pérgola y pavimento exterior y almacén de maquinaria agrícola'”. De la pista de motocross y el jardín de césped, ni rastro.
El Ayuntamiento de Maó no tiene constancia de que la propiedad pidiera licencia para construir la pista de motocross ni el gran jardín
Jordi Tutzó, portavoz del grupo opositor Ara Maó, no oculta su consternación ante la falta de previsión del equipo de gobierno del Consistorio mahonés. “Hay una evidente falta de rigor y de control por parte del Ayuntamiento en este caso. Además de la respuesta casi telegráfica que nos brindó el equipo de gobierno, vemos realmente con preocupación cómo se toman las cosas. Falta liderazgo y compromiso en defensa del territorio y de nuestros recursos naturales”, enfatiza el dirigente municipal.
Si bien es cierto que una obra de esta magnitud difícilmente puede pasarse por alto, fuentes del Ayuntamiento han señalado al elDiario.es que el organismo que debe velar por el cumplimiento de las normas de construcción y de protección del suelo en Menorca es el Consorcio de Disciplina Urbanística del Consell de Menorca y no el Consistorio.
Núria Torrent Pallicer es la consellera responsable del Consorcio y recibió de manos del GOB una serie de documentos donde se detallaron las obras realizadas en el predio, además de planos y fotografías aéreas. En diálogo con elDiario.es, Torrent confirma que “recientemente los inspectores del Consorcio han visitado el lugar” y que se está “analizando todo”, aunque sostiene que “cuando se analice el informe técnico se evaluará la normativa de aplicación, si hay afectación patrimonial y entonces se sacarán conclusiones”. A pesar del abundante material de prueba provisto por el GOB, Torrent sostiene que “aún no se sabe” si se ha visto afectado el patrimonio menorquín en las intervenciones e insiste en que “el procedimiento está en fase de actuaciones previas”.
Mientras el Consorcio evalúa con detenimiento el expediente, quienes sí constataron los daños profundos que afectan al territorio de la finca de Binixíquer fueron los agentes del Servicio de Patrimonio del Consell Insular, quienes se presentaron en el lugar el pasado 8 de marzo y revelaron que se había afectado una cueva prehistórica. “Por ahora no se tiene más detalles de la inspección realizada, pero la Ley de Patrimonio prevé sanciones para quien afecte a los bienes inventariados, que pueden agravarse con indemnizaciones al erario público si se ha producido pérdida irreversible, así como la posibilidad de entrar en la categoría de delito según el Código Penal”, sostienen desde el GOB.
Los agentes del Servicio de Patrimonio del Consell Insular afirman que las obran han afectado a una cueva prehistórica
A pesar de que los expedientes de disciplina urbanística están sometidos a la Ley Orgánica de Protección de datos personales y garantía de los derechos digitales, la obra faraónica de Binixíquer se ve desde Google Maps. elDiario.es ha intentado contactar con los propietarios y los habitantes del lugar para que ofrezcan su versión de los hechos, aunque la respuesta ha sido una negativa sólida, contundente y poco amistosa. “No puedo brindarle esa información”, dijo a este medio el portero de la finca al ser preguntado por los dueños del lugar y darles la posibilidad de brindar su versión de los hechos. El hombre también se negó a identificarse y dijo estar “realizando unas tareas” en el lugar.
¿Cómo es posible que alguien que dice amar Menorca la destruya de esta forma? Miquel Camps ensaya una respuesta: “Entre los nuevos propietarios hay de todo. Desde los que son consecuentes con el compromiso de sostenibilidad –que están ayudando a abrir caminos virtuosos en ese sentido– hasta los que intentan hacer operaciones especulativas y exprimir la naranja en beneficio propio. En todo caso, es tarea de los que habitamos Menorca saber diferenciar los casos, dotarnos de regulaciones adecuadas y de mecanismos de control. Aunque algunos protesten y reaccionen atacando al GOB, a la larga todo el mundo agradece la conservación y muestra con orgullo los paisajes que otros defendieron”.