Se acerca el día. Lo sabes y no vas a poder evitarlo salvo que: 1, seas un profesional suertudo y cobres lo suficiente como para irte a pasar las navidades a San Francisco para ver a tus amigos que han montado allí un gastro-bar-tienda-de-bicis-hipster-pero-no-hipster; 2, seas una persona que siga la auténtica Escuela Ermitaña de Franckfurt (no como esos ermitaños de boquilla que quieren vivir en las montañas y luego están ahí cantando Fun-Fun-Fun) o 3, tengas una #excusadelcopón. No, no vas a poder evitar la quintaesencia del ágora contemporáneo, allí donde un tertuliano de televisión se haría pipí por la virulencia y asincronía de los debates, lo que algunos estudiosos proponen denominar LA REALIDAD, donde desaparecen las zonas de confort de la mayorías... La COMIDA NAVIDEÑA FAMILIAR.
Pues eso, sabes que ese momento ha llegado. Va a haber una comida y probablemente no será como describe el anuncio de televisión: dudamos mucho que ese cincuentón encorbatado que hace años que no habla con el sobrino contestón termine compartiendo capítulos de Walking Dead. Básicamente porque todos sabemos que en las comidas navideñas NOSOTROS SOMOS THE WALKING DEAD. Ponemos un piloto automático que nos dirige cuál zombies de los entrantes hasta el postre. Al margen de las rencillas familiares (lo más divertido de dichos encuentros; salvo que se traten de las típicas LESR -Leves Escenificaciones Simuladas de Rencillas- y no de rencillas reales) solo hay unos pocos temas que pueden evitar el letargo y sacar a todo el mundo de su inercia autómata. Uno de ellos es, cómo no, PODEMOS.
Aquí empieza el juego de rol. Esté usted o no en contra de las listas, usemos como sistema de clasificación (totalmente acientífico y carente de rigor académico, pero útil para este juego) lo siguiente:
- Muy en contra de Podemos.
- Levemente en contra de Podemos.
- Levemente a favor de Podemos.
- Muy a favor de Podemos.
Escoja una posición y como diría Joaquín Prat en el Precio Justo…¡a jugar!
Si usted está... muy en contra de Podemos, prepárese a sufrir. Aunque en la comida familiar parezca que son mayoría, no se engañe: su cuñado pro-Constitución del 78, Juancarlista y autodeclarado “progresista moderado” que está tan callado en aquella esquina y bebiendo compasivamente...tiene clarísimo que ya no apoya ni al PSOE, ni los pactos de Estado, ni la Monarquía. Y piensa votar a Podemos. Sean cuáles sean las razones para estar Muy en contra, todo apunta que el sistema necesita regenerarse, de ahí que es probable que reciba comentarios del tipo “Tú que eres Marhuenda o qué”. No dude en usar todo el repertorio de argumentos mainstream: Errejón se lo lleva calentito, Pablo Iglesias trabaja para Irán, etc. Use la famosa técnica de la “falsa broma” para en un momento dado decir en voz alta, con sonrisa socarrona y contrarrestando a alguien que está muy a favor: “¡Tú lo que eres es un bolivariano!” para acto seguido, mientras fuerza la risa (esto es muy propio de señores mayores de 50 años) buscar miradas confidentes. Ahí probablemente se tope con LA REALIDAD. Le reirán la gracia pero incluso usted sabe que no alcanza a entender el cambio político que está sufriendo el país (y El País) así que o da un paso para usar mejores argumentos y estar Levemente en contra de Podemos o, efectivamente, usted será algo así como Inda encerrado en una sala llena de clones de Pablo Iglesias.
Si usted está muy a favor de Podemos... prepárase a sufrir también. La famosa espiral de silencio de la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann será aplicada de forma furibunda en estas conversaciones de tal manera que muchas de las personas que dicen mostrar simpatía en privado hacia Podemos (o al menos hacia la posibilidad de resetear el sistema) probablemente sean mucho más tímidas en La Realidad aka Comida navideña familiar. Ahora bien, un aviso, por más que Errejón citara a Gandhi en un programa de televisión tiene usted muchos y muy variados argumentos para estar muy a favor de Podemos como para NO-HACER-PARALELISMOS-ENTRE-GANDHI-Y-PABLO-IGLESIAS, ¿OK? Es probable que si lo hace, además de que mueran varios gatitos afines a la cultura crítica conseguirá que algunos familiares que estén levemente a favor se desplacen a levemente en contra.
Por último, la arena política de este país se bate entre los que están levemente a favor y levemente en contra de Podemos. Aquí hay grandes y maravillosas CONFLUENCIAS. Estas dos categorías las analizaremos conjuntamente. Porque aquí podemos encontrarnos al ex-votante de Izquierda Unida que participó en el 15M, se entusiasmó con Podemos pero ahora es más bien crítico y está levemente en contra... coincidiendo con el ex-votante del PP que está harto de la corrupción y que tiene clarísimo que aunque no está de acuerdo en todo lo que propone Podemos pero está a levemente a favor y piensa votarles. En algún punto de la conversación es probable que esas dos posturas confluyan y se sincronicen como si de un baile copular entre cisnes se tratara. Y claro, mejor será que se mantengan en sus acuerdos sobre Podemos y no se pongan ustedes a hurgar en otros temas tales como género o migración…no vaya a ser que (leer con voz de Chiquito de la Calzada a partir de aquí) la cosa se ponga más tensa que en el bautizo de un Gremlin.
Al final, lo que demostrará la discusión (porque la va a haber, seguro) es que: 1, los espacios familiares se parecen mucho a los platós de televisión (por más que critiquemos dichos formatos televisivos continuamente) 2, la viralidad y la memética de Podemos parecen no tener límites y representan el excitante y complejo momento político que vive el país y 3, quizás lo más divertido sea, o bien ocupar un rol que no le corresponda y jugar a ser quién no sé es (para explorar desde ahí las propias contradicciones desde una zona de no-confort) o como dice @laguiri: pasa de discutir sobre Podemos si no te apetece y haz otras cosas como: jugar con los niños o recoger la cocina.