La agencia de noticias Associated Press (AP) ha reconstruido el bombardeo del 16 de marzo contra el Teatro Regional Académico de Arte Dramático de Donetsk, situado en la ciudad de Mariúpol, gracias al testimonio de 23 supervivientes, trabajadores de rescate y personas relacionadas con el centro, además de vídeos y fotografías.
El Gobierno ucraniano habló en un primer momento de aproximadamente 300 fallecidos, pero AP duplica esa cifra. “Todos los testigos dicen que al menos 100 personas estaban en una cocina de campaña en el exterior y ninguno sobrevivió. También dijeron que las salas y los pasillos del edificio estaban llenos, con alrededor de una persona por cada tres metros cuadrados de espacio libre”, sostiene la agencia.
Actualmente el teatro sigue en ruinas, pero los vídeos tomados por los medios rusos no muestran cadáveres, al contrario de los múltiples testimonios recogidos por AP. La mayoría de esos testigos sugiere que los cuerpos se han “pulverizado” o han sido sacados por los rusos. “Todos siguen bajo los escombros porque los escombros siguen ahí. Nadie los ha sacado”, dice Oksana Syomina, superviviente. Cuenta que su marido le pidió que no abriese los ojos, pero no le hizo caso y vio cadáveres por todos lados, incluido los de niños. Tuvieron que pisar y pasar por encima de los muertos para salir del teatro.
Durante el asedio a la ciudad, las autoridades ordenaron la apertura del teatro como refugio gracias a su tamaño, su amplio sótano y sus gruesas paredes. La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) concluyó en un informé que el ataque había sido ordenado a propósito y suponía una grave violación de la legislación humanitaria.
Días antes del bombardeo, el 9 de marzo, un hospital de maternidad fue atacado y algunas de las supervivientes acabaron refugiadas en el teatro. El 15 de marzo, unas 1.200 personas ya se agolpaban en el edificio, durmiendo en oficinas, pasillos y el sótano, señala la investigación. Muchos supervivientes estiman que en el momento del bombardeo había 1.000 personas en el teatro, pero lo máximo que se vio salir, incluido los rescatadores, fueron unas 200.