Grandes tormentas de polvo golpean el sureste de Australia
Las tormentas de polvo, surgidas por los fuertes vientos que levanta las partículas en suspensión desde zonas áridas, están golpeando estos días al estado australiano de Nueva Gales del Sur, uno de los más castigados por los incendios que asolan el país.
La agencia australiana de meteorología emitió este domingo varias alertas que afectan a esta región septentrional de la isla de Australia. “¡El día se convierte en noche! Masivas tormentas de polvo fueron filmadas ayer en Nueva Gales del Sur (como pueden ver en este vídeo)”, recogen en una publicación de su cuenta oficial de Twitter.
En el vídeo se puede ver una tormenta de polvo en la localidad de Narromine, a unos 500 kilómetros de distancia de Sydney. Varios usuarios han comenzado a compartir vídeos sobre este fenómeno en sus redes sociales.
En esta grabación de la cercana localidad de Dubbo se puede apreciar cómo “el día se convierte en noche”, como expresaba el tuit de la agencia meteorológica australiana. En la publicación se ve a la conductora obligada a parar el coche en el arcén de la carretera debido al nivel de oscuridad que se produce dentro de la masa de polvo en suspensión.
Estas ráfagas de aire han registrado una velocidad de 94 a 107 kilómetros por hora según la agencia. “Cuando el tiempo pronostica lluvias y llega esto... ¡DE NUEVO!” publica la periodista australiana, Jen Browning, en su cuenta de Twitter.
Lluvia a pesar de un tiempo atmosférico extremo
Desde finales de la semana pasada las fuertes lluvias que han caído en Australia han proporcionado un leve alivio en algunas de las zonas devastadas por los incendios. Las autoridades de los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria han alertado de la presencia de tormentas eléctricas, granizos, potenciales riadas y vientos —los causantes de las tormentas de polvo—.
Además, las lluvias cayeron con fuerza en la región de East Gippsland, una de las zonas más golpeadas por los fuegos, mientras las tormentas también llegaron a la costa meridional y la cordillera Snowy Mountains. En Camberra la caída de granizos del tamaño de pelotas de tenis ha causado daños en vehículos y árboles; mientras que en el oeste de Sídney las esferas eran más pequeñas, del tamaño de pelotas de golf.
Los incendios que se están produciendo en Australia desde septiembre ponen en peligro el futuro de al menos 327 especies protegidas de animales y plantas al arrasar hasta un 80 por ciento de sus hábitats, según ha informado el gobierno de Australia.
Los fuegos, que se han extendido por una superficie de más de 80.000 kilómetros cuadrados, se han cobrado ya la vida de 29 personas. Y la temporada de incendios en Australia aún está en pleno auge, porque el verano austral culmina en marzo. Así, las temperaturas seguirán siendo elevadas, especialmente en el estado de Victoria, donde febrero suele ser el período más caluroso. Precisamente, hace 11 años se produjo allí el peor incendio de la historia del país, que mató a 173 personas.
0