El aeropuerto de Bruselas retoma parcialmente su actividad
El aeropuerto internacional de Bruselas retoma este domingo parcialmente su actividad comercial 12 días después de los atentados terroristas del 22 de marzo, que todavía este sábado fueron el origen de protestas ciudadanas que acabaron con una treintena de detenidos, entre ellos cinco españoles.
El consejero delegado de la compañía gestora del aeródromo de Bruselas-Zaventem, Arnaud Feist, anunció la decisión en rueda de prensa y dijo que, aunque la oferta inicial será “limitada”, el objetivo es volver a la capacidad máxima antes de las vacaciones de verano, es decir “a finales de junio, principios de julio”.
Asimismo consideró que la pronta reapertura es una señal de “esperanza” tras los ataques que golpearon el propio aeropuerto y la estación de metro de Maelbeek y causaron 32 víctimas mortales.
Los tres primeros vuelos partían a Faro, Atenas y Turín, operados por Brussels Airlines, el cliente más importante del aeropuerto internacional de Zaventem.
El aeropuerto solo será accesible en coche o en taxi durante los primeros días y todos los vehículos deberán hacer uso del aparcamiento P2, y desde allí los pasajeros accederán a la infraestructura temporal del aeropuerto.
Habrá cámaras de lectura de matrículas y controles aleatorios de los vehículos que se acerquen al aeropuerto, así como un “precontrol” sistemático de los billetes y documentos de identidad.
El aeropuerto instalará detectores de metal y de rayos X a la entrada, y antes de pasar a la zona de embarque habrá otros controles con escáner de los equipajes de mano.
Los pasajeros que aterricen en Bruselas podrán recuperar sus equipajes en la zona de recogida habitual.
El siguiente paso será comenzar los trabajos de renovación de la terminal donde tuvieron lugar dos explosiones cuando se hicieron saltar por los aires dos kamikazes.
Esa renovación incluirá nuevas medidas de seguridad y una nueva “arquitectura”, dijo el consejero delegado.
Los atentados de Bruselas han estado también hoy en el origen de diversas protestas que han tenido lugar en la capital belga.
En la plaza de la Bolsa, la policía ha detenido a una treintena de personas, entre ellas cinco españoles, que protestaban contra los radicales xenófobos que culpan a la comunidad musulmana de los atentados.
Las concentraciones y protestas estaban prohibidas hoy en toda Bruselas a raíz de que el grupo francés de extrema derecha Generación Identitaria convocase una manifestación de rechazo al islam en el distrito bruselense de Molenbeek.
“No se puede equiparar una concentración fascista con una concentración ciudadana precisamente en contra de la xenofobia y el racismo”, dijeron a Efe fuentes del 15M, que confirmaron que cinco de los detenidos son españoles y cuatro de ellos pertenecientes a este movimiento.
Estas mismas fuentes criticaron que una semana antes la policía escoltase a un grupo de cientos de radicales de extrema derecha hasta la plaza de la Bolsa, donde se producía una concentración de homenaje a las víctimas y contra el terrorismo que quedó empañada por sus cánticos xenófobos y por sus agresiones a los presentes.
“Eso es fascismo institucional”, consideraron.
En Molenbeek, Efe pudo presenciar un fuerte despliegue policial pese a que la concentración de extrema derecha había sido prohibida y a que los organizadores habían cancelado la protesta.
A primera hora de la tarde el ambiente era tenso pero sin incidentes y solo se produjeron dos detenciones de dos extremistas de derecha que se encontraban en un coche y estaban en posesión de armas prohibidas y de cócteles molotov.
Sin embargo, a medida que avanzaba la jornada la situación se fue complicando y cerca de una decena de extremistas de derechas fueron detenidos en los alrededores, según la cadena flamenca VTM, que añadió que varios jóvenes de Molenbeek atacaron a la policía.
Poco después, un vehículo entró por las calles cercanas a la plaza del Ayuntamiento a toda velocidad portando una bengala y arrolló a una mujer, que tuvo que ser trasladada en ambulancia, según pudo comprobar Efe.
La alcaldesa de Molenbeek, Françoise Schepmans, explicó a Efe que la manifestación de extrema derecha bajo el eslogan “Cacemos al islamista” era sobre todo una “provocación”. “Vivimos un periodo en el que la reserva y el recogimiento son necesarios”, sostuvo.