Borrell: “Ucrania tiene que estar en la mesa, no en el menú”
“Si no eres un actor, otros actúan por ti”. El alto representante, Josep Borrell, se suma a las voces que apremian a la UE a reforzar sus capacidades “en casa” para enfrentar las posibles consecuencias del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Y el jefe de la diplomacia europea pone el énfasis en Ucrania, ante los temores a que el líder populista cierre el grifo de la ayuda y promocione un fin de la guerra que suponga básicamente la rendición de Kiev frente a Vladímir Putin.
“Si no estás en la mesa del juego geopolítico, estarás en el menú. Ucrania tiene que estar en la mesa, no en el menú”, ha expresado Borrell a su llegada a la reunión informal de los líderes de la UE que se celebra en Budapest y en la que están analizando las recetas que les propuso el exprimer ministro italiano Mario Draghi para reforzar la competitividad. El también expresidente del Banco Central Europeo ha asegurado que sus recomendacones “se han vuelto aún más urgentes después de las elecciones en EEUU”. “No cabe duda de que la presidencia de Trump marcará una gran diferencia en las relaciones entre EEUU y Europa”, ha advertido Draghi, que ha concedido que no tiene por qué ser necesariamente una afectación “negativa”.
Pero en lo que coincide toda la dirigencia europea es en que el viejo continente debe estar preparado y depender de sí mismo. “La única receta para sobrevivir es estar más unida y construir una Europa más fuerte, soberana, capaz de enfrentar los desafíos del mundo sin subcontratar nuestra seguridad en nadie más”, ha dicho Borrell.
“Los europeos tienen que estar más unidos. Cada uno de nosotros solo no cuenta en el mundo, en un mundo de gigantes”, ha proseguido Borrell, que ha apuntado a la necesidad de reforzar la capacidad de seguridad y tecnología. Y para eso, ha advertido el político catalán, no importa lo que pase en “otras casas”: “Lo que importa es lo que pasa en nuestra casa”.
A pesar de la preocupación que supone un nuevo mandato de Trump en la UE por la incertidumbre que supone su falta de predictibilidad y las posibles consecuencias económicas de recrudecimiento de la guerra comercial, el mensaje que tratan de lanzar los líderes de los 27 es de tranquilidad y confianza en sus propias capacidades.
“Nuestras economías son fuertes, nuestros países cuentan con sofisticados sistemas de defensa y representamos algo (...). Si decidimos ser conscientes de lo que representamos geopolítica y comercialmente, es un poder increíble. No hay otro mercado de 700 millones de personas tan unido por la historia de intereses y valores como el que nos reúne en torno a esta mesa”, animó este jueves el francés Emmanuel Macron a sus homólogos sentados en la Comunidad Política Europea, que congrega a los países de la UE y a sus vecinos del este y Reino Unido.
“Tenemos que ser más dueños de nuestro destino, no por Kamala Harris o Trump, sino por nuestros hijos”, expresó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “Europa no puede cambiar el mundo, pero sí puede cambiarse a sí misma para hacer frente a un mundo cambiante”, dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mytsotakis. “Europa está lista para valerse por sí misma, también desde el punto de vista de la seguridad”, apuntó el belga Alexander de Croo antes de una cita que se convirtió en una especie de terapia de grupo.
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