Bruselas insiste en la “urgencia” de resolver la crisis del Brexit mientras Johnson mantiene el órdago de la ruptura
Nueva reunión. La quinta. Mejor tono, pero ningún acuerdo. Este viernes se han vuelto a citar en Bruselas el vicepresidente de la Comisión Europea Maroš Šefčovič y el ministro británico para el Brexit, David Frost, para abordar los problemas desatados por la negativa británica a cumplir con el protocolo de Irlanda del Norte que firmó el propio Boris Johnson hace dos años.
Según la Comisión Europea, Šefčovič consideró “fundamental que el reciente cambio de tono conduzca a soluciones conjuntas tangibles en el marco del protocolo”. Es decir, que la rebaja en la agresividad británica se traduzca en acuerdos. Pero éstos siguen sin llegar, a pesar de las esperanzas de Bruselas en avanzar en un asunto tan delicado como garantizar los suministros de medicamentos desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte. Šefčovič, según la Comisión Europea, aseguró que “existe una urgencia genuina”. El viernes que viene volverán a verse, esta vez en Londres, para intentar resolver el problema de que no puede haber frontera entre las dos irlandas, para lo cual Irlanda del Norte se mantiene en el mercado único europeo y, por tanto, bajo jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE, algo que no quiere ahora Londres.
“Damos la bienvenida al progreso de esta semana”, dice Bruselas: “Ahora tenemos que seguir y hacer que este tema crucial se concrete. Ésta es una verdadera prueba de buena voluntad política. La UE, por su parte, confía en que nuestra propuesta, que aborda todas las preocupaciones planteadas por la industria, aportará la claridad que tanto se necesita y fomentará un impulso positivo”.
Según la Comisión Europea, “en materia de aduanas, ha habido un compromiso inicial útil a nivel técnico. Deben proseguir estas discusiones, cuyo objetivo es reducir significativamente los procesos aduaneros. Al mismo tiempo, instamos al gobierno del Reino Unido a dar un paso claro en materia de controles sanitarios y fitosanitarios para corresponder al gran movimiento realizado por la UE. La solución propuesta por la UE conduciría a una simplificación muy significativa de la certificación y una reducción de los controles. Los controles de identidad y físicos se reducirían en aproximadamente un 80% en comparación con los controles que se requieren actualmente”.
Según fuentes de Downing Street, Frost afirmó que “se han llevado a cabo conversaciones intensas y constructivas entre los equipos del Reino Unido y la UE. Existe la posibilidad de generar cierto impulso. En este contexto, acojo con satisfacción el reconocimiento del vicepresidente de que el Protocolo ha tenido consecuencias no deseadas en Irlanda del Norte. Abordarlos sigue siendo la tarea urgente que tenemos ante nosotros”.
Frost ha reconocido que las “discusiones de esta semana se han centrado en medicamentos, aduanas y fitosanitarios, aunque también se han considerado otros temas. Siguen existiendo distancias importantes en la mayoría de los temas. En medicamentos se ha avanzado pero no se ha llegado a un acuerdo. Cualquier solución aceptable debe garantizar que los medicamentos estén disponibles al mismo tiempo y sobre la misma base en todo el Reino Unido”.
El Gobierno británico insiste en que aún no se han logrado “avances sustanciales en las cuestiones fundamentales aduaneras y sanitarias y fitosanitarias relacionadas con los productos que se trasladan de Gran Bretaña a Irlanda del Norte. Una solución duradera aquí requiere que los bienes puedan moverse esencialmente libremente hacia Irlanda del Norte cuando ambas partes acuerden que permanecerán en Irlanda del Norte”.
El Gobierno británico concluye: “La preferencia del Reino Unido sigue siendo asegurar una solución basada en el consenso. Pero cualquier solución de este tipo debe constituir un cambio significativo con respecto a la situación actual, aliviar materialmente los problemas prácticos sobre el terreno y salvaguardar la estabilidad política, económica y social en Irlanda del Norte. Si no se puede encontrar tal solución, seguimos dispuestos a utilizar las disposiciones de salvaguardia del artículo 16 [la suspensión del protoclo de Irlanda], que constituyen un recurso legítimo en virtud del Protocolo para que el Gobierno cumpla con sus responsabilidades para con el pueblo de Irlanda del Norte”.
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