La edad desbanca a la clase social como factor determinante para votar izquierda o derecha en Reino Unido
La brecha generacional ha desbancado a la clase social en Reino Unido como el factor determinante para votar a izquierda o derecha, en una tendencia que se ha incrementado desde los años 90 pero que se disparó a partir del referéndum del Brexit de 2016.
El 57% de los jóvenes entre 18 y 24 años votó el jueves pasado al Partido Laborista, mientras que solo el 19% votó al Partido Conservador. Prácticamente lo contrario ocurre en la franja de edad al otro extremo del gráfico: entre las personas de más de 65 años, el 62% votó al Partido Conservador y el 18% al Partido Laborista.
Según los datos de Lord Ashcroft Polls, la empresa de encuestas del exvicepresidente del Partido Conservador Michael Ashcroft, el porcentaje de voto laborista decrece a medida que aumenta la media de edad. La evolución del porcentaje conservador experimenta la tendencia inversa: crece a medida que aumenta la edad de los votantes. Los datos están obtenidos de las encuestas a pie de urna, que se quedaron muy cerca de los resultados finales en las elecciones del jueves pasado.
Este no ha sido el patrón tradicional del voto en Reino Unido. Hace 45 años la edad no decía nada sobre la elección política preferida. En 1974, el porcentaje de voto al Partido Laborista era prácticamente idéntico entre una persona de 30 años y una de 70 (42% y 40% respectivamente), según los datos del think tank Resolution Foundation. Por su parte, el 31% de los votantes de 30 años votaba al Partido Conservador, cifra que aumentaba hasta el 43% entre los votantes de 70 años –una variación pequeña comparada con el salto de los últimos años–.
“La edad, en cierta medida, ha sustituido el papel tradicionalmente dominante de la clase en la elección del partido. En octubre de 1974, el 22% de aquellos en el grupo socioeconómico más bajo votó al Partido Conservador, mientras que el 57% votó al Partido Laborista. En 2017 esa diferencia había desaparecido casi por completo con un 41% y un 44% respectivamente”, señala el informe de Resolution Foundation 'Bridging divides', publicado el 4 de diciembre.
“Eso no quiere decir que la clase y el nivel de ingresos ya no es importante a la hora de determinar la elección del partido. De hecho, en cierto sentido lo que estamos viendo es una alineación de la clase y la riqueza con la edad”, aclara el informe.
La brecha generacional como factor determinante del voto comenzó a intensificarse en los años 90, pero se disparó con el referéndum del Brexit de 2016 y se ha mantenido en las elecciones generales de 2017 y 2019. El siguiente gráfico refleja la evolución del voto conservador según la edad entre 1974 y 2017.
En el referéndum del Brexit, el 71% de los jóvenes entre 18 y 24 años votó a favor de la permanencia y solo el 29% optó por la salida de la UE. Como ha ocurrido en estas elecciones, estos porcentajes fueron invirtiéndose a medida que aumentaba la edad de los votantes. Entre las personas de más de 65 años, el 64% votó a favor del Brexit y solo el 36% optó por la permanencia.
“Es probable que tanto las preferencias y valores culturales como los fundamentos económicos sean importantes para explicar esta divergencia de edad”, explica la Resolution Foundation. “Dados los grandes cambios en las experiencias económicas a través de las generaciones, estas consideraciones económicas merecen al menos una buena atención”, añade.
Actualmente existen dos grandes líneas divisorias en la aritmética electoral británica. Estas son la brecha generacional y la posición frente a la UE. “Puede ser difícil mirar más allá de la aritmética electoral a corto plazo o del Brexit, pero encontrar una manera de unificar a la gente a través de estas dos grandes divisiones será esencial para cualquier partido que desee construir una agenda de gobierno que dure años en lugar de meses”, sostienen las autoras del informe.
Uno de los principales desafíos es descubrir si los jóvenes que votan hoy en masa al Partido Laborista seguirán haciéndolo a medida que envejezcan o si, por el contrario, cambiarán su voto en el futuro manteniendo porcentajes similares a los actuales.