El Gobierno griego afirma que la troika redobla las presiones para que acepte sus condiciones
Presiones crecientes. Y sin alternativas. Así se encuentra el Gobierno griego en estos momentos. Y con la etiqueta de moroso por no haber pagado al FMI 1.500 millones de euros que vencían esta medianoche.
“Las presiones son muy grandes, no nos van a ofrecer otro acuerdo, no nos dan una propuesta alternativa, está todo bloqueado”, explican fuentes del Ejecutivo griego, que este martes hicieron llegar a sus socios europeos una contraoferta: extender el rescate al margen del FMi y con una reestructuración de la deuda. Pero no han recibido ninguna respuesta positiva. Y tampoco una alternativa más que aceptar las condiciones.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo este martes que Berlín no hablará de la cuestión antes de que se celebre el referéndum.
El Gobierno griego tenía sobre la mesa la posibilidad de cancelar el referéndum en el caso de llegar a un acuerdo con las instituciones europeas. De hecho, en la tarde del martes el Ejecutivo heleno transmitía señales de optimismo... Pero, de momento, no se han dado las condiciones. Y sigue adelante un referéndum que, según las encuestas, no pinta muy bien para el primer ministro, Alexis Tsipras. La que publicaba Proto Thema, sostenía que el 57% aceptaría las condiciones de la troika. Y la de To Vima, afirmaba que un 47% de los ciudadanos votaría a favor.
Así las cosas, Syriza, que ganó las elecciones con un 35% de los votos, necesita al menos 16 puntos más para vencer el referéndum del domingo, y tiene asumido que si pierde el referéndum se verá abocado a convocar elecciones. El propio Tsipras dejó caer este lunes que dimitiría el gabinete.
Las presiones no sólo son políticas, también son económicas. El hecho de que Grecia no haya pagado esta medianoche al FMI, trae consigo su salida del rescate y activa los mecanismos para reclamar otros créditos pendientes. El FMI, así, pone en marcha su mecanismo de recobro a morosos pero no declara el impago de forma automática aunque se puede considerar casi igual por los mercados financieros. De esta manera, Grecia pierde un desembolso pendiente del programa de rescate de 1.800 millones de euros y una reserva adicional para sanear el sistema financiero. Y, además, el BCE puede cancelar las líneas extraordinarias de liquidez, pero es una medida que mataría inmediatamente el sistema financiero, por lo que es improbable que se tome hasta el día de la consulta, el 5 de julio.
Y tampoco son sólo del exterior, también del interior. Por una parte, del Gobierno griego. “Le sugerí a Alexis Tsipras aceptar la propuesta de las instituciones”, ha aseverado el viceprimer ministro, Yanis Dragasakis, haciendo alusión a la ruptura de las negociaciones entre Grecia y los socios que se produjo después de que el Gobierno no aceptase el plan propuesto por el Eurogrupo del jueves.
En una entrevista televisada, Dragasakis también ha afirmado que el Gobierno había pedido, sin éxito, al Fondo Monetario Internacional (FMI) aplazar el pago del préstamo que vencía esta medianoche. “Existe la posibilidad de pagar al FMI más tarde”, dijo Dragasakis.
En las calles, mientras se sucedían las negociaciones, se manifestaban en la plaza Syntagma los convocados a favor del 'sí' en el referéndum del domingo. Pero la manifestación de este martes a favor del sí no ha versado sobre el acuerdo ofrecido por la troika. Los congregados querían vincular Europa, la Unión Europea, con el referéndum, aunque no se pregunte por la permanencia o no de Grecia en la UE o la Unión Moneteria. “Grecia, Europa, democracia”, coreaban. Y también sobre la viabilidad del Gobierno griego de Alexis Tsipras y Syriza, que ya tiene asumido que habrá elecciones anticipadas si pierde el referéndum. “Dimisión, dimisión, dimisión”, gritaban.