Golpe de Netanyahu a la libertad de prensa. El Gobierno israelí ha decidido este domingo por unanimidad cerrar la emisión del canal catarí Al Jazeera, con el que mantiene desde hace tiempo una relación bastante inestable en Israel, después de que el Parlamento aprobase el mes pasado una ley que permite el cierre de medios extranjeros.
“El Gobierno que encabezo decidió de forma unánime: el canal de incitación Al Jazeera se cerrará en Israel”, ha escrito en su cuenta de X el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sin dar más detalles sobre cuándo tendrá efecto la decisión.
Sin embargo, este mismo domingo, el canal ha dejado de emitir en las televisiones israelíes. “De acuerdo la decisión del Gobierno, las retransmisiones del canal Al Jazeera se han detenido en Israel”, se podía leer hoy en un mensaje en hebreo al intentar sintonizar el canal.
Periodistas de diferentes medios ubicados en Israel han publicado imágenes en sus redes sociales en las que se puede observar a la policía israelí confiscando material de las oficinas de Al Jazeera, desde cajas con documentos hasta trípodes para cámaras de televisión.
La cadena ha condenado la decisión de Israel y la ha calificado de “acto criminal”, al mismo tiempo que ha denunciado que la supresión de la prensa libre “choca con las leyes y convenciones humanitarias internacionales”. Al Jazeera, a través de un comunicado, ha defendido su “derecho a seguir proporcionando noticias e información a sus audiencias en todo el mundo”.
La Asociación de Prensa Extranjera (FPA) de Israel, que representa a los periodistas que cubren el país y los territorios palestinos para medios extranjeros, ha dicho este domingo que, “con esta decisión, Israel se une a un dudoso club de gobiernos autoritarios que han prohibido la emisora”.
En su mensaje, Netanyahu ha dado las gracias al ministro de Comunicación israelí, Shlomo Karhi, que impulsó la norma que permite al Gobierno clausurar la emisión nacional de la cadena catarí, una de las principales fuentes de información sobre la guerra en Gaza por la gran cantidad de periodistas que mantiene en el enclave.
La conocida como 'Ley Al Jazeera' otorga al ministro de Comunicaciones de Israel el poder de ordenar a los proveedores de contenidos, por un plazo renovable de 45 días, el fin de su retransmisión desde el país, además del cierre de sus oficinas, la confiscación de sus equipos y el bloqueo del servidor de su página web.
Según detalla el proyecto de ley, la orden para cerrar un canal de noticias extranjero debe presentarse a revisión judicial en un tribunal de distrito, que debe decidir en 72 horas si desea modificar o acortar el período de la orden.
Información desde Gaza
Conseguir información de primera mano sobre lo qué está sucediendo en la Franja de Gaza resulta difícil, debido a que Israel impide la entrada de la prensa internacional al devastado enclave palestino, donde ya han muerto más de 33.000 personas.
Al Jazeera es uno de los canales con mayor despliegue y periodistas en la Franja, y desde octubre ha informado sobre bombardeos de hospitales, ataques contra edificios residenciales y la muerte de gazatíes no armados, lo que, según expertos, podrían ser considerados crímenes de guerra.
Además, varios de sus periodistas, como Hamza Wael Dahdouh o Mustafa Thuria, han perdido la vida en bombardeos israelíes. Otros corresponsales estrella como Wael Dahdouh han visto morir a la mayoría de sus familiares, incluido su hijo primogénito y también reportero, Hamza. La 'Ley Al Jazeera ' fue aprobada el pasado 2 de abril, y permite bloquear de forma temporal la retransmisión en Israel de cualquier medio extranjero que “dañe la seguridad del Estado”.
Una enemistad que viene de lejos
Ya en octubre de 2023, el gobierno ultraderechista de Netanyahu informó sobre la intención de legislar para cerrar medios de comunicación cuya información “dañe la seguridad nacional” y señaló directamente a Al Jazeera.
Esta decisión del cierre del canal, además, amenaza con el aumento de las tensiones con Qatar, propietario del canal, en un momento en que el gobierno de Doha está desempeñando un papel clave en los esfuerzos de mediación para detener la guerra en Gaza, como informa AP.
La Asociación de Prensa Extranjera (FPA) de Israel, que representa a los periodistas que cubren el país y los territorios palestinos para medios extranjeros, calificó entonces la decisión de “intento descarado de silenciar a los medios”, y alertó de que establece un precedente peligroso que podría llevar al cierre de más medios extranjeros.