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Greg Casar, congresista demócrata por Texas: “Trump es un ratero, un mentiroso y un criminal”

El congresista por Texas, Greg Casar, en un acto en Austin, el 1 de octubre de 2024.

Andrés Gil

Washington —

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Gregorio, Greg, Casar (Houston, 1989) es un congresista demócrata por Texas perteneciente al progressive caucus –la bancada progresista en el Capitolio, en Washington DC, que ronda el centenar de miembros–. Él tiene el escaño asegurado, pues su circunscripción es tan mayoritariamente demócrata que los republicanos ni siquiera han presentado un candidato alternativo, quién tiene la mayoría del Congreso –compuesto por 435 representantes– es otra de las disputas de este 5 de noviembre, en la que los demócratas aspiran a lograr un buen resultado –según las encuestas, el Senado es más probable que caiga del lado republicano–.

Y cuando ya no queda nada para votar, reconoce que “son unas elecciones sin precedentes”, en las que “nadie sabe qué va a pasar”.

¿Cómo se llega a este martes? ¿Quién ganará?

Nadie lo sabe, son unas elecciones históricas, entre el relevo del presidente, [Joe] Biden, por la vicepresidenta, [Kamala] Harris, y las locuras de Trump, sus mentiras y sus cargos criminales.

En Texas, además, estamos trabajando durísimo para deshacernos de nuestro senador Ted Cruz, que es de los políticos más horribles de Estados Unidos, y hasta a los republicanos no les cae bien. Pero todo va a estar muy ajustado, y mirando quién ha ido votando ya, no está claro lo que va a pasar.

Pero para muchos de nosotros en el Partido Demócrata, lo que sí sabemos es que tenemos que empujar hacia una política más claramente a favor de los trabajadores, la clase trabajadora, porque ahora, por segunda vez, podría ganar Trump o estar cerca de ganar, y gracias a su propaganda anti-migrante con la que quiere mentirle al pueblo estadounidense y decirle a nuestro país que la causa de nuestros problemas son los migrantes, que es obviamente falso.

Pero si el Partido Demócrata no crea otra narrativa en la que se diga que los grandes bancos de Wall Street y las grandes corporaciones son las que están causando un incremento de precios y que no se están aumentando suficientemente los sueldos a los trabajadores en Estados Unidos, entonces se queda sola la narrativa de Trump.

Ha quedado claro en esta campaña que tenemos que ganarle a esa narrativa falsa de Trump, y después de estas elecciones ya no podemos ser un partido demócrata que no tenga una narrativa clara de que somos el partido de la clase trabajadora y la clase media de este país.

Sin embargo, en campaña, lo que se han visto han sido muchos gestos hacia antiguos republicanos, como Liz Cheney, y menos gestos hacia las bases progresistas demócratas. ¿Cree que funcionará?

No sabemos qué va a funcionar y que no va a funcionar. Sí sabemos lo peligroso que es Donald Trump, y también sabemos que la vicepresidenta quiere trabajar con el ala progresista del partido, y espero que nos vaya bien con sus intentos de decirle a votantes republicanos que no deben votar a Trump.

Pero también está el trabajo en campaña de muchos de nosotros, de líderes progresistas, que estamos a favor de la paz internacional, la justicia en Gaza, proteger a los sindicatos, a nuestro medio ambiente, y que estamos diciendo a nuestra base progresista lo importante que son estas elecciones y que debemos apoyar a la vicepresidenta.

Por tanto, espero que esa combinación entre la vicepresidenta intentando trabajar con republicanos que son anti Trump porque son pro democracia, sirva durante la campaña, y que nosotros, los progresistas, también le podamos ayudar.

Pero lo que está claro es que en las siguientes elecciones, eso no va a seguir sirviendo, porque en algún punto la base de Liz Cheney va a ser en general la base de los republicanos. Ahora, a lo mejor ayuda, porque Trump es una cosa muy distinta, pues intentó acabar con las elecciones hace cuatro años.

Así, para mí y para muchos de nuestro partido, está claro que aunque a lo mejor eso ayuda durante estas elecciones, no va a ayudar en las próximas, y por eso necesitamos un cambio de mensaje y tener una identidad más clara de aquí en adelante. Estas elecciones están demasiado ajustadas, aun teniendo una candidata tan calificada, tan fuerte, y está muy pareja a Trump, que es un ratero, un mentiroso y un criminal. Y no deberíamos de tener unas elecciones tan ajustadas contra alguien que es obviamente un mentiroso criminal. Y la razón de llegar tan ajustados es no hemos dejado claro que el Partido Republicano con Trump solamente está al servicio de las corporaciones más grandes y los más ricos de este país, eso no lo hemos dejado suficientemente claro durante los últimos ocho años.

¿Cree que puede darse la dualidad de voto y haya gente de las bases republicanas no de Trump que voten a la vicepresidenta, y luego para el Congreso o el Senado sí voten republicano?

Así es, eso es muy posible, pero también tenemos candidatos excelentes del Partido Demócrata. En general, los senadores que tienen las elecciones más difíciles han ganado en feudos republicanos. Si ves a Sherrod Brown en Ohio y Jon Tester en Montana, por ejemplo, ves que Trump ganó sus estados por miles y miles de votos, pero ellos también ganaron sus escaños. En general, esos senadores sacan más votos que el candidato demócrata a la presidencia.

Trump ganó por ocho puntos en Ohio, y Brown sacó su escaño. En efecto, si Kamala Harris baja ese ocho a seis o siete, entonces puede ganar su escaño aún por más. Y también en la Cámara de Representantes. Lo que pasa es que muchos que votaron a Biden, ya votaron congresistas republicanos, por lo que tenemos más oportunidades y opciones de ganar la Cámara de Representantes: hay muchos congresistas republicanos que están en distritos que ganó el presidente Biden en 2020 y que luego los republicanos ganaron en 2022.

Entonces, en 2024, con la energía que hay en la campaña de la vicepresidenta, aunque nadie sabe bien lo que va a pasar, creo que sí, que muchos demócratas van a ganar otra vez esos distritos que ganó el presidente Biden hace cuatro años.

Lo que se nos va a hacer más difícil es mantener el Senado, pero nadie sabe lo que acabará pasando.

Texas también tiene sus problemas propios de la frontera, de ser un estado del sur y de años de tradición republicana.

Desde el principio de la historia en Texas, como parte de Estados Unidos, siempre hubo una corriente popular y progresista en el estado. Lyndon Johnson, por ejemplo, era texano, y fue el presidente que firmó la ley de Derechos Civiles y el derecho a votar para los hispanos en los sesenta, así como la creación de Medicaid y Medicare, nuestros sistemas de salud pública...

Además, tenemos una historia de resistencia en contra de la ultraderecha en este estado, pero es cierto que en los años 90, con el mandato de George Bush, que fue gobernador y luego presidente, Texas se convirtió en un Estado muy republicano. Y ahora estamos trabajando para cambiar.

Y cuando gestionamos bien la frontera, cuando tenemos un sistema que sirve, que trata bien a la gente, que tiene orden, entonces nos beneficia; siempre nos ha beneficiado tremendamente la migración. El problema que tenemos aquí es que los republicanos han militarizado la frontera, no quieren que sirva bien el sistema de asilo o migración porque políticamente quieren quejarse de ese sistema y dejan a millones de texanos con mucho miedo porque no saben si ellos mismos o alguien en su familia va a ser deportado.

Esa es la gran tragedia de Texas, que mientras que económicamente y culturalmente nos ayuda tremendamente la migración, el Partido Republicano que gobierna aquí mantiene un sistema de miedo y terror en contra de la comunidad migrante para sus propias razones políticas.

Este fin de semana se publicó la encuesta de Ann Selzer sobre Iowa, y de alguna manera ha reavivado las esperanzas de que realmente se pueda producir una victoria de la vicepresidenta mañana extrapolando los resultados de esa encuesta, en el sentido de cómo puede llegar a comportarse el voto femenino, la reacción a las restricciones del aborto....

Es totalmente posible, pero creo que no sabemos bien. Podemos tener esas expectativas y esperanzas, pero vamos a saberlo mejor este martes por la noche.

Aquí en Texas, si ves las noticias, llegan casos de mujeres que mueren a consecuencia de las restricciones relativas al aborto y el cuidado médico de las mujeres: no solamente tenemos restricciones en el aborto, tenemos también restricciones a la hora de atender a las mujeres cuando tienen algo complicado. En definitiva, es peligroso estar embarazada ahora en Texas. Y he hablado con muchas votantes, que dicen que van a votar diferentemente, que antes votaban republicano y que van a cambiar.

También he hablado con muchas votantes que sí van a votar por primera vez, algunas de ellas es porque están en contra de estas restricciones y otras porque quieren estas restricciones. Entonces, no sabemos bien lo que va a pasar, pero yo espero que sí, que gane la vicepresidenta porque el pueblo quiere cambiar estas restricciones que están poniendo en peligro a todas las mujeres embarazadas en el estado.

¿Cómo cree que se comportará la comunidad hispana teniendo en cuenta los comentarios sobre Puerto Rico en el mitin de Trump en el Madison Square Garden, y que a menudo también han sido menos favorables a votar una mujer?

Nosotros tenemos encuestas, he hablado con muchas personas de la comunidad hispana y creo que en todo el pueblo americano, no solamente los hispanos, tenemos que seguir evolucionando para decir que no importa si es mujer u hombre, lo que debe importar es que sea el mejor líder que podamos tener. Punto. Y yo creo que eso no es un problema de la comunidad hispana, es algo que debemos corregir y seguir trabajando entre las diferentes minorías étnicas de Estados Unidos.

Por otro lado, para la comunidad hispana esa falta de respeto hacia los puertorriqueños muestra quién es Trump, una persona que no tiene respeto a nuestra comunidad. Y eso lo ha dejado claro. Por eso creo que habrá latinos que van a votar a la vicepresidenta, porque Trump no tiene respeto a nuestra comunidad.

Y el Partido Demócrata tiene que dejar claro a esos mismos votantes que no solamente les tenemos respeto, también tenemos un plan económico para sus familias y, además de mostrar que Trump no tiene respeto a los latinos, nos ayudaría más mostrar ese respeto a esas comunidades diciéndoles claramente que vamos a subirles el sueldo y bajarles el coste de la vida.

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