La incertidumbre se impone en Venezuela mientras la UE, Chile o Brasil piden más detalles del recuento electoral
La incertidumbre se impone tras las elecciones en Venezuela. El Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró vencedor a Nicolás Maduro, actual presidente del país, en los comicios presidenciales de este domingo. La oposición y una parte de la comunidad internacional han reaccionado con desconfianza, después de que varias encuestas previas a los comicios posicionaran al candidato opositor Edmundo González Urrutia en primer lugar, con una ventaja de varios puntos.
Elvis Amoroso, presidente de la autoridad electoral, aseguró que con un 80% de las actas escrutadas, Maduro se había impuesto como ganador y había sumado el 50,2% de los votos. “Vencer al fascismo, a los demonios, a las demonias, es una proeza histórica y nuestro pueblo lo ha hecho, otra vez lo volvió a hacer nuestro pueblo”, ha dicho el presidente, que lleva en el poder desde 2013 y ahora podrá gobernar hasta 2031. La oposición no tardó en definir estos resultados como un “fraude”.
Una buena parte de la comunidad internacional, incluidos gobiernos progresistas de la región, ha exigido a las autoridades venezolanas transparencia en el recuento. El Gobierno español ha preferido no reconocer los resultados hasta “que se publiquen todas las actas, mesa por mesa”. El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, se ha expresado en la misma línea, afirmando que es “vital” asegurar “la total transparencia” del proceso electoral, “incluyendo el conteo detallado de los votos y el acceso a las actas de votación de mesas electorales”. “Los resultados de las elecciones no han sido verificados y no pueden considerarse representativos de la voluntad popular de Venezuela hasta que se publiquen y verifiquen todas las actas oficiales de los colegios electorales”, ha afirmado Borrell. EEUU, a través de su secretario de Estado Antony Blinken, también ha pedido que se compartan las “tablas detalladas de los votos”.
A lo largo del lunes, otros países como Reino Unido han pedido un recuento detallado y el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, aunque ha celebrado el “carácter pacífico” de las elecciones, ha dicho que esperará a tener los datos detallados y desglosados por mesa, que define “un paso indispensable para la transparencia, credibilidad y legitimidad del resultado del proceso” electoral. De la misma manera, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, ha llamado a que “se proceda con el conteo total de los votos, su verificación y auditoría de carácter independiente”. Por su parte, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha advertido de que su país no reconocerá “ningún resultado que no sea verificable”.
La misión de observación electoral de la organización Carter Center, invitada por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela para seguir los comicios presidenciales, también ha pedido a las autoridades la publicación “inmediata” de “todas las actas de las mesas instaladas durante la jornada electoral celebrada el 28 de julio pasado”.
“Nuestra misión técnica, enviada a Venezuela tras la invitación del CNE, tiene como objetivo evaluar la elección presidencial de acuerdo con el marco legal venezolano, así como los estándares regionales e internacionales en materia de elecciones democráticas”, señala el comunicado del Carter Center. “La información de las actas transmitidas al CNE es indispensable para nuestra evaluación y fundamental para el pueblo venezolano”. Anna Ayuso, investigadora para América Latina del think tank CIDOB, señala a elDiario.es que el Centro Carter “son los únicos que tenían un mandato para hacer una supervisión independiente, estamos viendo qué dicen”.
También la Organización de las Naciones Unidas se ha pronunciado sobre los resultados en Venezuela. “El secretario general —António Guterres— llama a una transparencia completa y a la publicación oportuna de los resultados de las elecciones y un desglose por colegios electorales”, ha apuntado la ONU en un comunicado.
Por su parte, los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay Perú, República Dominicana y Uruguay han asegurado una revisión de los resultados y aseguraron que solicitarían una reunión con la Organización de Estados Americanos (OEA). El canciller de Perú ha asegurado que varios países de la región coordinaban “acciones conjuntas” para que “se respete indubitablemente la voluntad del pueblo venezolano” y que su embajador en Venezuela ha sido llamado a consultas y dejará el país. “No hay marcha atrás, tome el tiempo que tome”, ha dicho.
Otros países que han reconocido este mismo lunes el resultado en Venezuela. Es el caso de Rusia, Irán o China, que ha felicitado a Maduro por la “exitosa celebración” de las elecciones.
Sin haber hecho públicas las actas, como había prometido, el director del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, ha declarado a Nicolás Maduro presidente de Venezuela en un acto de proclamación y adjudicación del cargo. En su discurso de algo menos de dos horas, Maduro ha denunciado las dudas vertidas sobre el recuento, asegurando que “se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado nuevamente, de carácter fascista y contrarrevolucionario”. “Yo pudiera denominarlo una especie de Guaidó 2.0”.
“A los que avalen esta operación contra la democracia de Venezuela, la película ya la sabemos. Y esta vez no va a haber ningún tipo de debilidad”, advirtió. “No va a haber perdón. Esté donde esté el delito de odio y la violencia será castigado con la ley y la Constitución”.
La verificación de las actas
En la rueda de prensa del Consejo Nacional Electoral en el que anunciaban los resultados, Elvis Amoroso dijo que en las próximas horas publicarían el resultado de los comicios, mesa por mesa. Este lunes, la página de la autoridad electoral no estaba disponible para consulta. La revisión de estas actas será clave para definir la solidez de los resultados en Venezuela. Son la principal fuente tanto del CNE como de la oposición, que defiende que después de sumar los resultados del 40% de las actas a las que tuvieron acceso, Edmundo González había obtenido el 70% de los votos.
Amoroso comentó el domingo por la noche que el CNE había sufrido una “agresión en contra del sistema de transmisión de datos”. En conversación con elDiario.es, Ayuso, investigadora del CIDOB, pone el foco en estas declaraciones pues, asegura, podrían ser el argumento en el que se apoye el chavismo para rechazar cualquier cuestionamiento a los resultados. “El Gobierno puede decir que las irregularidades se deben a este hackeo”, explica.
El Fiscal General Tarek William Saab ha dado una rueda de prensa el lunes al mediodía en Venezuela, en la que ha respaldado la resolución del CNE y ha pedido un aplauso para Maduro.
Saab ha dicho que se ha detectado “un ataque informático contra el sistema de transmisión de datos del CNE que ralentizó el envío de actas para el escrutinio nacional”. Y asegura que ya tienen resultados preliminares de una investigación: “El ataque habría sido realizado desde Macedonia del Norte y habría tenido la intención de manipular los datos que se estaban recibiendo en el CNE. Afortunadamente esta acción fue detenida”, ha dicho el fiscal, quien ha añadido que tienen identificado al presunto líder de esta acción: el opositor Léster Toledo.
También ha acusado de estar involucrados a Leopoldo López y la propia María Corina Machado, política de derechas y líder de la oposición que cedió su candidatura a Edmundo González Urrutia después de haber sido inhabilitada.
En un comunicado que ha leído durante la rueda de prensa, también ha cuestionado que “un sector radical con un largo historial de llamados a la insurrección” rechazara la resolución del Consejo Nacional Electoral. Ha añadido que la fiscalía monitorea cualquier acto que inicie una escalada de violencia y ha enumerado las penas de prisión y los delitos a los que podrían enfrentarse quienes no reconozcan los resultados.
Un complejo escenario a futuro
A pesar del posicionamiento de varios países que han puesto en duda los resultados oficiales, los pronunciamientos de la comunidad internacional no han tenido un peso vinculante para Venezuela históricamente. En 2014, cuando Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino con el respaldo de varias naciones, Nicolás Maduro mantuvo su Gobierno y rechazó cualquier tipo de injerencia extranjera.
El mismo Maduro y los miembros del chavismo se han pronunciado en varias ocasiones —las más recientes el mismo domingo— en contra de las intervenciones de gobiernos extranjeros. “Tenemos que rechazar los intentos de injerencia y las declaraciones temerarias realizadas por algunos pocos gobiernos latinoamericanos que han pretendido erigirse en tutores de la democracia venezolana”, ha dicho el fiscal general Tarek William Saab.
Según Ayuso, el único país que podría jugar un papel clave en este escenario es Estados Unidos. El gigante norteamericano ya había firmado un acuerdo parcial con Venezuela en el que se comprometía a levantar algunas de las sanciones que ha impuesto al país si se realizaban unas elecciones justas. “Pero Maduro cuenta con que Estados Unidos ahora está interesado en el petróleo venezolano”, recuerda la investigadora.
El politólogo Michael Paarlberg, que fue asesor para América Latina de Bernie Sanders en 2020, ha criticado en X (Twitter) la estrategia estadounidense: “Alguien tiene que decirlo, esta Administración fue naive, o simplemente tenía muchas ganas de llegar a un acuerdo para reducir las cifras de migrantes y los precios del petróleo, pensando que podría conseguir que un autócrata como Maduro celebrase unas elecciones libres”. “Eso no quiere decir que el alivio de las sanciones fuese una mala idea. La máxima presión no ha desalojado a Maduro, solo lo ha reforzado mientras aumentaba el sufrimiento de los venezolanos de a pie y contribuía al éxodo migrante”.
La gran incógnita, explica, es qué hará el Gobierno de Joe Biden y Kamala Harris —un país que también está a las puertas de unas presidenciales— en el caso de que se demuestre un posible fraude.
“La posición de Maduro es inflexible, yo creo que difícilmente va a bajarse de ella”, concluye Ayuso.
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