Tailandia logra “lo imposible” al salvar al equipo de fútbol infantil atrapado en una cueva

p>El equipo de buzos ha rescatado este martes a todas las personas que quedaban aún atrapadas en la cueva, cuatro niños y el entrenador. Unas siete horas después de que arrancara la tercera jornada de rescate, ya están a salvo las 13 personas y concluye con éxito la operación.

El dispositivo de rescate retomaba este martes la tercera misión destinada a salvar a los últimos cuatro niños y un adulto atrapados en una cueva del norte de Tailandia desde el 23 de junio, tras evacuar a ocho escolares en anteriores operativos.

Las operaciones hoy tomaron menor tiempo que en días anteriores, siete horas con respecto a las nueve de ayer. Justo al contrario de lo que se esperaba, pues hoy se ha rescatado a más personas que en días anteriores y la estimación de tiempo era mayor.

El primer rescate de la jornada se ha producido cuatro horas después de que el dispositivo entrara a la cueva. El segundo rescate del día ha llegado con poco intervalo de tiempo respecto al primero. Más de cinco horas después ha salido el tercer niño, el más joven del grupo. El cuarto niño, ha sido evacuado a las siete horas de rescate, seguido por su entrenador.

El contingente internacional, formado por 19 miembros, se adentró esta mañana en la cavidad a las 10:00 hora local con el objetivo de regresar con las cinco víctimas, además de un doctor y tres marines que las han estado acompañando.

Las labores de salvamento se retomaban tras una pausa de 10 horas destinada a reponer el material utilizado en la evacuación y evaluar las condiciones en la caverna.

Las precipitaciones que desde la madrugada han continuado sin cesar en la región han sido una de las principales preocupaciones de las autoridades, debido a que el agua filtrada por el monte podría haber inundado las galerías, anulando el drenaje efectuado. No obstante, el nivel del agua ha sido similar a las jornadas anteriores y no ha agravado la situación.

Los rescatados, en buen estado

La primera y segunda misión, realizadas el domingo y el lunes, fueron un éxito al lograr sacar con vida a ocho de los niños atrapados desde hace más de dos semanas en la gruta, a 4 kilómetros de profundidad.

Los ochos menores rescatados en los dos primeros días se encuentran en buen estado de salud y permanecen ingresados en el hospital de Chiang Rai, capital de la provincia homónima y donde se encuentra la cueva Tham Luang. Han podido ver sus familiares a través de un cristal para evitar posibles infecciones.

Las autoridades sanitarias han indicado, sin embargo, que los chavales se encuentran recuperándose y fuera de peligro al sufrir sólo problemas leves de salud. Sólo se han registrado infecciones de pulmón en dos de los menores, que están fuera de peligro.

Al igual que en las dos anteriores jornadas, las tareas de salvamento se han sucedido de manera escalonada y tras la salida los rescatados han sido trasladados en helicóptero al centro sanitario. Incluso Elon Musk se ha ofrecido a colaborar con un mini-submarino que ha desarrollado para la ocasión, aunque las autoridades le han dicho que no es útil en este caso.

El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, visitó anoche a los niños hospitalizados y sus familiares después de personarse en las proximidades de la cueva para agradecer el trabajo de las más de 100 personas que participan en los operativos.

Los doce escolares, de entre 11 y 16 años, y su tutor, de 26, se internaron en las galerías el sábado 23 de junio tras finalizar un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.

“Hemos hecho posible lo imposible” 

“Hemos hecho posible lo imposible”, ha proclamado entre aplausos Narongsak Ossottanakorn, portavoz oficial de la misión, a periodistas de todo el mundo congregados en el lugar de los hechos.

Los trece integrantes de la escuadra juvenil permanecerán durante al menos una semana en cuarentena en el hospital provincial de Chiang Rai para someterse a un completo chequeo de salud y reponerse.

No obstante, los médicos permitirán esta noche, como una medida excepcional, que los familiares puedan abrazar a los rescatados.

Hasta ahora habían tenido que verlos a través de un cristal porque, tras más de dos semanas atrapados en la cueva, se encuentran con las defensas bajas y pueden enfermar con facilidad.

Después de que los últimos cinco rescatados abandonaran esta tarde la cueva, salieron también un doctor y tres miembros de la Marina que habían permanecido siete días con el grupo en tareas de asistencia médica y psicológica.

“No sabemos si esto ha sido un milagro, ciencia o no sé qué. Los trece jabatos están a salvo fuera de la cueva”, ha publicado  en Facebook los cuerpos de élite de la Marina, que han recibido la asistencias por un contingente de voluntarios internacional, en el que se encuentra un buzo experto en operar en condiciones extremas, Fernando Raigal, que es de origen español.