Irán respeta las restricciones internacionales a su programa nuclear, según la OIEA
Irán mantiene su programa nuclear bajo los parámetros pactados en 2015 con seis grandes potencias para asegurar que no puede desarrollar armas atómicas y no ha violado sus compromisos de producción de uranio o de acceso de los inspectores a sus instalaciones, según confirmó hoy la OIEA.
La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) señala en un informe que tanto la cantidad de agua pesada acumulada como el uranio enriquecido siguen estando por debajo de los límites a los que Irán se comprometió.
“Irán no ha enriquecido uranio por encima del 3,67 %” de pureza, informa la OIEA, un nivel en el que este combustible atómico sólo puede ser empleado para aplicaciones civiles, y no militares“.
Con todo, Irán sí ha aumentado sus reservas de agua pesada, desde 114,4 toneladas registradas en noviembre de 2017 hasta las 117,9 que ka OIEA contabilizó el pasado 11 de febrero.
El agua pesada se produce en la central de Arak, donde Irán tenía planeado construir un reactor con la capacidad de generar plutonio, un material susceptible de alimentar armas atómicas, pero cuyas obras siguen paralizadas, según el informe restringido, al que tuvo acceso Efe.
Esa cantidad está por debajo de las 130 toneladas que establece como límite el acuerdo nuclear cerrado en 2015 con Alemania, China, EEUU, Francia, el Reino Unido y Rusia.
“A lo largo del periodo sobre el que se informa, las reservas totales de uranio enriquecido de Irán no han excedido los 300 kilos de UF6 (hexafluoruro de uranio) enriquecido hasta el 3,67 %”, señala la OIEA, certificando el cumplimiento de otro de los compromisos.
El volumen acumulado de ese combustible nuclear llegó a 109,5 kilos el pasado 12 de febrero, casi 13 más que en noviembre.
Además, la OIEA señala que el Gobierno de Teherán mantiene limitado el número de centrifugadoras activas, la maquinaria que emplea en el enriquecimiento de uranio.
En lo que se refiere a medidas de transparencia, el informe señala que la OIEA ha seguido recogiendo datos mediante mecanismos de monitoreo a distancia y que Irán está facilitando la estancia de los inspectores internacionales en el país y su trabajo de control.
El país sigue aplicando el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), que permite inspecciones sin aviso previo.