Lula da Silva toma posesión como presidente de Brasil: “Me comprometo a construir un país de todos y para todos”

elDiario.es

1 de enero de 2023 19:09 h

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Lula da Silva ha prometido su cargo este domingo 1 de enero y ha tomado posesión oficialmente como presidente de Brasil por tercera vez, tras ejercer durante dos períodos consecutivos entre 2003 y 2010. En su primer discurso como líder del país frente a todo el poder político de Brasil y delegaciones de medio centenar de naciones, Da Silva ha hecho un alegato en defensa de la democracia, el medioambiente, la protección de los pueblos indígenas y la igualdad de género.

“Asumo el compromiso junto al pueblo brasileño de construir un país de todos y para todos”, ha declarado Da Silva en un discurso en el que también ha celebrado la “victoria de la democracia” que le permitió ganar las elecciones de octubre, a pesar de las “amenazas” de la ultraderecha que aún no acepta su triunfo. “Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña”, ha dicho Lula ante el Parlamento. Para el mandatario del Partido de los Trabajadores, la democracia “ha sido la gran victoriosa”.

Ha prometido acabar con la deforestación ilegal en la Amazonía y proteger a los pueblos indígenas. “No podemos admitir que (la Amazonía) sea una tierra sin ley, no vamos a tolerar la degradación del medioambiente que tanto mal ha hecho a nuestro país”, ha afirmado. En los cuatro años de gestión de Bolsonaro, partidario de la explotación de minerales y madera en reservas indígenas, los datos de deforestación e incendios se han disparado en el mayor bosque tropical del planeta.

Da Silva también ha señalado en su discurso que el anterior ejecutivo vació “los recursos de la sanidad” y desmanteló “la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología”. Ha prometido rescatar del hambre a 33 millones de personas y de la pobreza a más de 100 millones.

La ceremonia de investidura se ha celebrado bajo estrictas medidas de seguridad, debido a amenazas de activistas del bolsonarismo más radical que exigían un golpe militar para mantener al líder de la ultraderecha en el poder. El presidente saliente no va a entregar a Lula da Silva la banda presidencial —como dicta el protocolo— porque el líder de extrema derecha no está en el país: se marchó el pasado viernes de viaje a Estados Unidos.

Miles de personas esperando durante horas

El acto ha comenzado con un desfile del presidente electo ante una multitud de miles de personas que le esperaban desde hace horas. Ha recorrido unos dos kilómetros entre la Catedral de Brasilia y la sede del Parlamento en un descapotable junto a su mujer, Rosângela “Janja” da Silva, y el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin. Allí es donde ha prestado juramento del cargo.

Decenas de miles de personas se han congregado en el corazón político de Brasilia para la investidura. Entre las delegaciones extranjeras se encuentra el rey Felipe VI en representación de España, junto a la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. También están, entre otros, los presidentes de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Uruguay, así como los de Alemania y Portugal.

Las ceremonias oficiales concluirán con una recepción que será ofrecida por Lula a las delegaciones extranjeras en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería, situada a unos quinientos metros de la sede de Gobierno.