Las protestas para pedir más servicios básicos continúan este sábado por segundo día consecutivo en Irak, después de que los manifestantes acamparan en la plaza Tahrir de la capital. Desde este viernes por la mañana, el número de muertos ha alcanzado los 42 en todo el país y el de heridos, los 2.312.
Las fuerzas de seguridad están desplegadas en las zonas adyacentes a la céntrica plaza, si bien la vida continúa con normalidad en el resto de barrios capitalinos, según una fuente del Ministerio del Interior que cita EFE.
Este mismo Ministerio ha confirmado que las fuerzas han sufrido bajas, sin especificar cuántas, en algunos casos por “fuego real” y el lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes, contra los que no se han usado armas de fuego ni “fuerza excesiva”. Asimismo, ha insistido en el respeto a las protestas pacíficas, tal y como estipula la Constitución.
El Consejo de la Judicatura iraquí ha expresado en un comunicado emitido de madrugada que infligir daños de forma voluntaria en edificios es un “acto terrorista”, por lo que ha pedido a las fuerzas de seguridad que traten con los “saboteadores criminales” de acuerdo a la ley antiterrorista.
Asimismo, el departamento ha hecho hincapié en el respeto a las manifestaciones pacíficas, tal y como estipula la Constitución.
Las protestas se producen días después de que el clérigo chií Muqtada al Sadr, con una gran influencia en el país, afirmase que los ciudadanos tenían “derecho” a salir a las calles si así lo deseaban el 25 de octubre.
Se trata de la reanudación de las que tuvieron lugar a principios de octubre para pedir servicios básicos y más empleo, además de condenar la corrupción, y en las que murieron 158 personas, la mayoría a causa de la represión policial.