Cerca de dos tercios de los estadounidenses dicen que no creen que haya valido la pena pelear la guerra más larga de Estados Unidos, según la encuesta realizada por el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de AP-NORC. El 47% aprueba la gestión de Biden en los asuntos internacionales, el 52% coincide con el presidente en materia de seguridad nacional.
La encuesta se realizó del 12 al 16 de agosto cuando la guerra de dos décadas en Afganistán terminó con el regreso de los talibanes al poder y la captura de Kabul. Biden se ha enfrentado a la condena de políticos de ambos partidos en Washington por desencadenar una crisis humanitaria. Desde los distintos espacios políticos critican la estrategia de la retirada por haber dejado al Gobierno afgano en una posición de extrema fragilidad para enfrentar el avance de los talibanes.
Pero la opinión pública es, como Biden, reacia a prolongar más las guerras de estas dos últimas décadas.
Cerca de dos tercios de los encuestados también dice que la guerra de Irak, que coincidió con Afganistán, fue un error. Los republicanos son algo más propensos que los demócratas a decir que tiene sentido haber peleado en las guerras de ambos países: cuatro de cada 10 republicanos lo hacen, en comparación con tres de cada 10 demócratas.
Aproximadamente la mitad de los estadounidenses dicen estar extremadamente o muy preocupado por la amenaza que representan para Estados Unidos los grupos extremistas ubicados fuera del país. Solo uno de cada 10 dice que no está preocupado.
Amenazas internas
A casi 20 años de los ataques del 11 de septiembre que provocaron la guerra de Afganistán, más estadounidenses dicen que perciben las principales amenazas a la seguridad nacional como internas. Dos tercios dicen estar extremadamente o muy preocupados por la amenaza de los grupos extremistas con base en Estados Unidos. Mientras que una cuarta parte está algo preocupada y uno de cada 10 no lo está.
Los republicanos y los demócratas ven la amenaza de los grupos extremistas fuera de los Estados Unidos de manera similar: aproximadamente la mitad de ellos, en cada uno de estos espacios políticos, están extremadamente o muy preocupados. Pero es más probable que los demócratas estén más preocupados que los republicanos por la amenaza de los grupos extremistas en Estados Unidos: la cifra pasa del 75% al ââ57% según el partido.
Biden ha puesto el foco de su agenda política en cuestiones internas como la reconstrucción de la economía de Estados Unidos después de la pandemia de coronavirus. Eso parece estar siendo bien recibido por estadounidenses que ven Afganistán como una guerra lejana.
La evolución en las próximas semanas de la opinión ciudadana dependerá, en cualquier caso, de los acontecimientos en Afganistán.
Después de ver a centenares de afganos aferrados a los aviones militares estadounidenses en un intento desesperado por huir del país, la opinión de algunos ciudadanos estadounidenses, incluso entre aquellos que se oponían a la guerra, también ha cambiado.
“Para empezar, no deberíamos haber estado allí”, dijo a AP Sebastián García, un votante de Biden de 23 años de Texas, quien aseguró tener tres primos desplegados en Afganistán. “Pero ahora que nos vamos, creo que probablemente deberíamos quedarnos después de ver los problemas que hemos causado”.