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La nueva normalidad en Francia: confinamiento en casa pero con parques y colegios abiertos

Icíar Gutiérrez

29 de octubre de 2020 23:04 h

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Primero, las autoridades francesas lo intentaron con restricciones parciales, como adelantar el cierre de los restaurantes y limitar las reuniones en las zonas más afectadas por la pandemia. Después, a principios de este mes, dieron un paso más y cerraron bares en París, además de Marsella. Luego, a mediados de octubre, Emmanuel Macron anunció un toque de queda nocturno desde las 9 p.m. para la capital y otras ocho áreas, que se extendió hace una semana a 38 departamentos más.

El país galo quería evitar a toda costa un nuevo cierre generalizado, pero las medidas no han sido suficientes. Este miércoles, el jefe de Estado daba la noticia: “ni las previsiones más pesimistas” habían anticipado que el virus circulara con esta rapidez, por lo que toda Francia volverá de nuevo al confinamiento, esta vez algo más flexible, este viernes.

La medida ha entrado en vigor desde la medianoche y por lo menos hasta el 1 diciembre. Este jueves, el primer ministro Jean Castex ha comparecido ante la prensa para enumerar los detalles de la medida ante, ha dicho, “la violencia de la segunda ola”. “No hay otra solución”, ha insistido.

En Francia, la curva epidemiológica está disparada. El número de contagios confirmados se ha duplicado en menos de 15 días días, hasta superar el 1,2 millones de infecciones totales. Con 694 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, el país galo es uno de los de mayor incidencia de Europa en estos momentos, aunque aún está por detrás de Bélgica, República Checa, Eslovenia, Suiza o Países Bajos.

En estos momentos, el 60% de las camas de cuidados intensivos están ocupadas por pacientes de COVID-19, el doble que hace 15 días. Castex ha dicho ante la Asamblea Nacional que el mes de noviembre será complicado. “Tendremos que gestionar un pico más alto de hospitalizaciones que el pasado abril”. “El virus se está acelerando, necesitamos acelerar también”, ha afirmado el primer ministro.

Parques y colegios abiertos, tiendas y restaurantes cerrados

Desde este viernes, los ciudadanos solo podrán salir de su casa por ciertas razones: para trabajar, ir a una cita médica, asistir a personas vulnerables, para hacer sus compras esenciales (comida o farmacia), por razones familiares “de peso”, para una citación judicial o administrativa o tomar el aire cerca de su casa. Se podrá hacer ejercicio o pasear a las mascotas durante “una hora como máximo” y dentro de “un radio de un kilómetro de su casa”, según ha dicho Jean Castex.

Como pasó durante el confinamiento de primavera, se necesitará rellenar un certificado para salir de casa. Los empleadores pueden expedir uno para los desplazamientos entre el hogar y el trabajo, donde el teletrabajo no es posible. El otro será emitido por las escuelas para los padres que tengan que desplazarse hacia y desde la escuela. 

Durante su discurso, Macron ya había anunciado tres grandes cambios con respecto al confinamiento decretado el pasado marzo hasta el 11 de mayo: las escuelas, colegios e institutos permanecerán abiertos, “el trabajo tendrá que continuar” y las residencias de mayores estarán abiertas para visitas. Durante la explicación de las medidas, el primer ministro ha vuelto a insistir en que “las modalidades y los contornos de este nuevo dispositivo no serán los de marzo”. Otra de las diferencias que ha mencionado respecto a la primavera es que los parques, jardines, bosques y playas seguirán abiertos.

En los colegios, la mascarilla será obligatoria para todos los alumnos a partir de los seis años. El ministro de Educación ha justificado que permanezcan abiertos con estas palabras: “Tenemos el deber de mantener abiertas nuestras escuelas, el futuro de nuestra juventud y, por tanto, de nuestro país, está en juego”. En estos momentos hay 27 estructuras escolares cerradas de las 61.500 que hay en el país, el 0,04%.

En la universidad, sin embargo, se favorecerá la formación online y solo se podrán realizar presencialmente trabajos prácticos y formación profesional que requiera equipos especializados, así como los exámenes, bajo protocolo.

La ministra de Trabajo ha dicho que el teletrabajo “no es una opción” sino “una obligación” tanto para asalariados como autónomos que puedan ejercer su actividad de forma remota. “Esta obligación se incluirá en la nueva versión del protocolo nacional para empresas”, ha dicho la titular de la cartera, quien ha precisado tres escenarios: el primero, en el que un trabajador que pueda realizar todas sus tareas a través del teletrabajo debe hacerlo cinco de cinco días; el segundo, en el que aquellos que no pueden realizar todas sus tareas de forma remota “pueden dedicar parte de su tiempo al lugar de trabajo” y el tercero, para los oficios que no pueden ejercerse a distancia como los negocios que permanecen abiertos, en la construcción y la agricultura. Las reuniones de audio o videoconferencia “deben ser la regla” y los “momentos de convivencia en la empresa”, como las despedidas, “no están autorizados” .

Las tiendas de artículos que no sean primera necesidad, las librerías, los teatros, los cines, los gimnasios, las ferias y exposiciones tendrán que cerrar. También, los bares y restaurantes. Los negocios y restaurantes cerrados no podrán albergar clientes, pero sí podrán seguir operando para las actividades de entrega y recogida de pedidos.

El ministro de Economía ha reconocido que el nuevo confinamiento es “un duro golpe” para las empresas obligadas a cerrar a partir del viernes. “Pienso en particular en las 200.000 empresas que se verán obligadas a cerrar. Queremos decirles que el apoyo económico del Estado será aún más fuerte que durante el primer confinamiento”. Las medidas aprobadas por el Gobierno francés para tratar de limitar el impacto del nuevo confinamiento tendrán un coste de 15.000 millones de euros al mes.

Los lugares de culto seguirán abiertos, pero se prohibirán las ceremonias religiosas, salvo funerales, dentro del límite de 30 personas y para bodas dentro del límite de seis personas. 

Tampoco será posible viajar dentro del territorio nacional, “incluso desde una residencia principal a una residencia secundaria”, ha dicho Castex, quien ha precisado que habrá “tolerancia” este fin de semana con el regreso de las vacaciones de Todos los Santos. Las fronteras internas de Europa “permanecerán abiertas” y las fronteras externas cerradas, con excepciones para los nacionales franceses, según el Gobierno. El confinamiento no se aplicará en los territorios franceses de ultramar, solo en Martinica.