“Lo que hace Trump con Irán es peligroso porque desestabiliza al país y a la región”
Más de 80 grupos lingüísticos, una riqueza histórica descomunal y heredero de una cultura de más de 2.500 años. Irán, uno de los países más estables de Oriente Medio, se enfrenta ahora a dos importantes cuestiones: una juventud culta desencantada con el sistema de gobierno de su país y Donald Trump. Los primeros salieron a la calle a finales de 2017 y principios de 2018, aquellas movilizaciones se saldaron con 25 muertos. El segundo quiere romper el pacto nuclear que se alcanzó en 2015.
Patricia Almarcegui, escritora y periodista especialista en el país, acaba de publicar Conocer Irán, un breve libro de poco más de 130 páginas en el que hace un relato de sus dos viajes al país y en el que también incluye algunos reportajes publicados en este medio.
¿Qué implicaría que Trump rompa el acuerdo nuclear?
Realmente sería echar marcha atrás en uno de los momentos más ejemplares de Occidente que fue la firma de ese acuerdo nuclear. En esto, Europa debería mantenerse firme. Yo no sé si esto va a ser así.
¿Es una manera de bloquear al país?
De hecho el país ya está siendo bloqueado. Amigos que tengo allí me cuentan que ya se les han paralizado los visados que les iban a dar para ir a EEUU. La gente no puede salir cuando tenían ya todo prácticamente preparado. El pacto nuclear conlleva algo importantísimo que liberaría muchísimo, o al menos eso pensaba (el presidente) Rohaní, la economía del país con el levantamiento del embargo.
La posibilidad de que se abrieran todas esas cuentas y que se pueda disponer de un dinero que llevaba ahí congelado desde la Revolución (de 1979). Pero continúa todo bloqueado.
¿A corto plazo cómo afectaría a los iraníes más jóvenes que se rompiese el acuerdo?
El que Trump siga funcionando a golpe de capricho es malo para los jóvenes. Hay que contar que el 60% de los iraníes tiene menos de 26 años, estamos hablando de lo que dentro de poco va a constituir una especie de burguesía media o baja, con un determinado poder en el país como sociedad civil.
Por otro lado, el iraní necesita libertad de movimiento, tiene que poder viajar a donde quiera. El desembargo yo lo veo como necesario y a veces me pregunto que ocurriría si sucediera. Habría cambios.
Hablando del poder civil, en 2017 y principios de 2018 hubo protestas ciudadanas que se saldaron con 25 muertos. ¿Por qué han cesado?
¿Por qué cesaron? Buena pregunta... lo primero es que es difícil acceder a esa realidad iraní. La mayor parte de las manifestaciones y de las muertes se producen en zonas rurales. También en la gran ciudad de Mashad. Aparentemente han cesado, pero no te lo puedo confirmar con seguridad.
Las mujeres, por ejemplo, siguen manifestándose en redes sociales y de manera pública en contra del velo, muestran su cabello al aire. Entonces, ¿han cesado o han dejado de tener visibilidad?
¿Se podrían repetir estas protestas?
Sí, absolutamente. Se van a repetir. Ahora mismo hay un conflicto, un debate interno político muy grande en las altas esferas del país. Sobre todo porque se esperaba que hubiese un desarrollo económico mayor tras el acuerdo nuclear. Rohaní lo esperaba. Al no haberse producido, el país tiene problemas económicos grandes.
Los jóvenes tienen que tener dos trabajos para pagar unas hipotecas con unos intereses muy altos. Los jóvenes pensaban que el desbloqueo y el desembargo iban a liberar a la economía.
Yo creo que va a haber muchos cambios, movimientos y manifestaciones porque se va a producir una transformación que ya ha comenzado. Esto no va a cesar, va a ser lento y largo, pero los efectos llegarán a la cúpula del poder. Tenemos que estar atentos y preparados porque esta población joven para nada se va a quedar quieta, y más con el nivel cultural que tienen y las redes sociales.
¿Fueron estas protestas las que hicieron que el Gobierno despertase?
No. Yo no lo creo. Ellos ya sabían lo que estaba ocurriendo. Quizás lo que no podían hacer es contener a toda esta población joven que está cansada del Gobierno y de la institucionalización de una serie de cosas. El Gobierno ya no puede hacer callar a esta juventud, ya no lo va a poder cambiar. El país ya estaba cambiando, no solo por estas manifestaciones.
¿Llegará la apertura a Irán, caerá su régimen?
Dicen los analistas que esto vamos a verlo en dos o tres generaciones. En este momento en Irán, como ocurre en otros países musulmanes, la sociedad civil va muy por delante de los gobiernos despóticos y autárquicos, pero se ha llegado a un punto en el que esa sociedad civil ya no se puede silenciar. Y menos cuando es una sociedad civil tan joven, con mayor educación y con un gran empoderamiento de las mujeres en las empresas.
Toda esta juventud está buscando a quién votar. Porque todos los candidatos desde hace muchos años, excepto Ahmadineyad, todos tenían más de 70 años. Todos están buscando en quién representarse y a quién votar. La respuesta tampoco es Rohaní, buscan a alguien joven. Como decía Unamuno, “la intrahistoria mueve la historia”. Yo no sé si todos estos cambios los llegaremos a ver, lo dudo.
Hacia la página 20 del libro habla de la doble moral que caracteriza a los iraníes. ¿Qué significa esto?
Desde el siglo XVI se habla de esta doble moral. Lo que significa es que de puertas para adentro haces lo que te da la gana y de puertas para afuera, actúas de otra manera. Obviamente en un país en el que hay tantas leyes que prohíben tantas cosas, el único sitio donde puedes hacer lo que quieres es en tu intimidad.
De hecho, cuentan que cuando llegó la revolución de Jomeini, a los cuatro días presentó las leyes bajo las que se iba a regir Irán y todo el mundo se sorprendió y se dio cuenta verdaderamente de en lo que iba a consistir la revolución. Jomeini estaba callado haciendo su revolución y a los cuatro días presentó estas bases, ahí estaba la doble moral. De esta doble moral hablan los propios iraníes.
¿Cómo debería ir desligándose el Código Penal del país de la Sharia?Sharia
Esto se va a tener que discutir a muchos niveles. Será algo muy lento, pero al mismo tiempo la ley musulmana significa muchas otras cosas. Son leyes que tienen que ser leídas, interpretadas por jueces y que pueden ser modificadas. La ley musulmana es una barbaridad, pero no podemos saber cuándo se desligará el poder religioso del político. Ojalá suceda pronto.
¿El cine es el que mejor ha sabido esquivar la censura de los clérigos? ¿Cómo?
Esta idea la encontré en una entrevista que leí de Jafar Panaji (director de cine especializado en la posguerra iraní), que dice que se puede esquivar a través de los niños y el humor en las películas. Así es como lo hace él en películas como 'El globo', 'El espejo' o 'Fuera de juego'.
En otro momento del libro dice que los iraníes visitan y veneran sus propios monumentos y que le parece extraño. ¿Cómo es esto?
Una de las grandes sorpresas de Irán es que lo que en Alemania se llamaría 'alta cultura' forma parte del día a día de este país. Con esto quiero decir que los iraníes aman y veneran la poesía, el cine. Una persona cualquiera va los martes a los mausoleos a reflexionar y a pensar, se van a las tumbas de los poetas y escriben, le hablas a un universitario sobre el cine español y te hablan de Amenábar.
Aman a su país, la cultura persa es impresionante. Todo esto es una sorpresa, aparte de que tengan sus idiomas y la música. En el 2005 ya me preguntaban por el tema de Cataluña, conocían el tema de los nacionalismos en España hace 13 años. Esto es algo que yo no me he encontrado en otros países, no hay que menospreciarlo. Hacer lo que está haciendo Donald Trump es peligroso porque es un país estable y que da estabilidad a Oriente Medio. Está fomentando una inestabilidad que va a repercutir en los seis o siete países que tiene alrededor.
En su libro de viaje habla mucho de la figura de la mujer, de cómo las mujeres se le acercaban porque tienen muchas preguntas. ¿Cómo fue acceder a los espacios femeninos?
Tienen la misma curiosidad que podemos tener todas, las mismas dudas en torno al matrimonio, si se quieren casar o no, si quieren vivir como vivieron sus madres o si quieren tener hijos. El discurso es el mismo que el que podrías mantener con una persona en cualquier ciudad de España. Por su puesto, todo depende de si están más cerca o no de la derecha. Son muy feministas. No hay una disparidad entre ellas y nosotras. Sus deseos son vivir cómodamente y mejor. No se trata solo de llevar o no el velo. Yo, por ejemplo, tengo una amiga artista que quiere tener un espacio para exponer sus cuadros en Teherán y poder exponer sus desnudos, que ahora mismo no puede.
¿Es Irán un buen sitio para viajar sola?
Sí, sin ningún problema.
Como mujer que viaja en solitario, ¿qué viaje es el que más le ha enseñado?
Tengo un recuerdo de una situación muy vulnerable y precaria yendo en un taxi público en Kirguistán. Íbamos en un coche que, cuando iba cuesta abajo, el conductor apagaba el motor para ahorrar, tenía que echar agua al motor cada cierto tiempo porque se calentaba e iba acompañada de una madre y tres hijos.
Yo llevaba todas mis cosas conmigo, mis tarjetas, mi pasaporte... en ese momento me di cuenta de que me podía pasar cualquier cosa y que igual ni siquiera se enteraba nadie. Sentí miedo, pero al mismo tiempo me di cuenta de que estaba ahí porque quería. Así que decidí relajarme y mirar por la ventanilla y respirar. Lo que aprendí es que tenía que confiar en el ser humano, quizá más que un aprendizaje, ese haya sido mi gran desaprendizaje.