La organización del Open de Australia de tenis ha eliminado la prohibición de las camisetas protesta en favor de la tenista china Peng Shuai tras la polémica desencadenada la semana pasada después de que las autoridades pidiesen a un grupo de espectadores que se las quitasen. La prenda en cuestión muestra una imagen de la jugadora acompañada de la frase: “¿Dónde está Peng Shuai?”.
El director del torneo, Craig Tiley, ha señalado a la agencia de noticias Associated Press que la gente podrá llevar las camisetas mientras no generen problemas a otros espectadores. “Si lo quieren hacer, está bien”, ha dicho. “Si alguien viene con la intención de alterar la seguridad y confort de nuestros fans, no son bienvenidos. No puede ser que la gente se sienta insegura porque hay un gran grupo de gente que utiliza [el torneo] como plataforma para proyectar su visión en un tema”.
La exjugadora número uno Martina Navratilova respondió al veto diciendo que era “patético”. El tenista francés Nicolas Mahut también ha criticado a la organización del torneo, sugiriendo que estaban cediendo a la presión de las grandes empresas chinas patrocinadoras. “¿Qué está pasando? ¡Qué falta de valentía! ¿Qué pasaría si no tuvieseis patrocinadores chinos?”.
Por su parte, la organización respondió alegando que la ropa incumplía sus normas sobre “mensajes políticos”. “Para asegurar que el Open de Australia sigue siendo un evento inclusivo y seguro para todos, tenemos una política de no permitir carteles, ropa o letreros comerciales o políticos”. Posteriormente, la federación australiana de tenis alegó que la seguridad de Peng Shuai es su principal preocupación.
A raíz del incidente se ha creado una campaña de crowdfunding en Gofundme para imprimir mil camisetas con el lema y regalarlas a los espectadores que acudan a la final femenina del Open de Australia. La campaña ya ha recibido 19.116 dólares.
En noviembre, la tenista china publicó un comunicado en redes sociales acusando al antiguo primer ministro Zhang Gaoli de acoso sexual. Posteriormente desapareció de la esfera pública durante días para reaparecer más tarde durante una entrevista en la que negaba haber hecho tales acusaciones, alegando que su comunicado había sido malinterpretado. Poco antes, medios chinos publicaron una carta de Peng en la que decía que estaba “bien y descansando” y la televisión pública había difundido imágenes suyas en una pista con niños y en la que aparecía saludando. Sin embargo, aún existen muchas dudas sobre su bienestar.