Un periodista del diario italiano 'La Stampa', agredido por militantes de extrema derecha

EFE

21 de julio de 2024 11:30 h

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Un periodista del diario italiano 'La Stampa' ha sido agredido por militantes de extrema derecha, que lo golpearon cuando intentaba documentar una reunión frente a un local frecuentado por simpatizantes de ultraderecha en Turín (norte), según cuenta este domingo el periódico.

La agresión anoche a Andrea Joly por parte de varios miembros del grupo neofascista Casa Pound ha provocado muestras de solidaridad de todos los partidos políticos italianos, además de peticiones para la ilegalización de los grupos de extrema derecha.

El incidente, que ya esta siendo investigado por la policía, se produjo este sábado por la noche, cuando algunos militantes del grupo neofascista Casa Pound celebraban una fiesta fuera del local, se acercaron el periodista, Andrea Joly, que estaba grabando con su teléfono móvil, y le preguntaron: “¿Eres de los nuestros?”.

Los agresores le ordenaron entonces que les entregara su móvil, le amenazaron y le agredieron, incluso mientras se alejaba, cuando cayó al suelo y le golpearon con patadas, lo que provocó que el periodista se viera obligado a recibir tratamiento médico en el hospital, según las mismas fuentes.

Agentes de la División de Investigaciones Generales y Operaciones Especiales (Digos) están investigando lo sucedido, analizando las imágenes para tratar de identificar a los autores del ataque.

El alcalde de Turín, Stefano Lo Russo, ha expresado su solidaridad al periodista porque “la libertad de prensa es un pilar fundamental de la democracia y cualquier ataque a quienes ejercen el derecho a informar es un ataque a los propios valores democráticos”.

“Episodios de violencia y agresión vil como este, cuyas responsabilidades espero se determinen lo antes posible, no deben tener cabida en nuestra ciudad. No pueden tolerarse en absoluto y deben ser condenadas con firmeza por todas las fuerzas políticas”, añadió.

Piden disolver los grupos neofascistas en Italia tras la agresión

Varios partidos políticos y asociaciones italianas han pedido este domingo la intervención del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni para disolver los grupos neofascistas y han denunciado un clima de “impunidad” en el país.

“Me preocupa mucho el clima de impunidad que sigue existiendo ante hechos tan graves. ¿Qué más tenemos que esperar para que se disuelvan las organizaciones neofascistas, como dice la Constitución?”, ha asegurado la líder de la oposición, la progresista Elly Schlein.

“Pedimos a la presidenta del Gobierno, Giorgia Meloni, y al ministro del Interior, Matteo Piantedosi, que intervengan inmediatamente”, ha añadido la secretaria del Partido Demócrata (PD).

La misma exigencia ha llegado de la Asociación Nacional de los Partisanos de Italia (ANPI): “Es hora de disolver las organizaciones neofascistas. Es desconcertante la inercia del ministro Piantedosi. Cierre inmediatamente el centro neofascista de Turín y la central operativa de Casa Pound en Roma”, pidió su presidente, Gianfranco Pagliaurlo.

El Movimiento 5 Estrellas (M5S) ha considerado la agresión “un incidente grave e inaceptable, pero no un caso aislado: las alarmas sobre algunas derivas antidemocráticas en nuestro país ya han sonado varias veces”, en palabras de su líder, el ex primer ministro Giuseppe Conte, que ha pedido “intervenir para poner fin a estos delirantes rebrotes de arrogancia y violencia”.

También el portavoz nacional de Alianza Verde Izquierda, Angelo Bonelli, se ha mostrado indignado por un “bárbaro ataque” y se ha dirigido directamente al titular del Interior: “Ministro Piantedosi, ¿a qué espera para intervenir? Es inaceptable que en 2024 sigan existiendo grupos neofascistas que actúen impunemente”.

“Disuelva inmediatamente estas organizaciones criminales, que representan una amenaza real para la seguridad y la democracia. En Italia se ha creado un clima de impunidad para estas organizaciones y comportamientos. Las instituciones deben actuar con decisión y valentía. Basta de palabras, Italia ya no es un país seguro”, ha añadido.