Portugal vuelve al confinamiento domiciliario pero con los colegios abiertos
El Gobierno portugués ha comunicado que a partir de este viernes, 15 de enero, todo el país volverá a un confinamiento domiciliario similar al vivido la pasada primavera aunque esta vez mantendrá todos los centros educativos abiertos. El objetivo es lograr combatir la tercera ola de la pandemia de COVID-19 en el país, que ha superado este miércoles el medio millón de contagios de coronavirus, cifra récord desde el inicio de la pandemia.
La medida, que se venía avanzando desde hace una semana, fue aprobada hoy en consejo de ministros y acto seguido ha sido anunciada en rueda de prensa por el primer ministro luso, António Costa. “La regla es simple: cada uno de nosotros tiene que quedarse en casa”, ha insistido Costa, que ha lamentado que Portugal vuelva “adonde estaba en abril”.
Los portugueses deberán permanecer en casa excepto para actividades esenciales como trabajar, comprar alimentos o medicamentos, acudir al médico, asistir a ancianos o realizar pequeños paseos o deporte al aire libre. A estas excepciones se añadirá el día 24 de enero la libertad de movimiento para acudir a votar en las elecciones presidenciales.
El teletrabajo será obligatorio siempre que sea posible y cerrará todo el comercio que no sea esencial –permanecerán abiertos alimentación y farmacias, principalmente–, y la restauración sólo podrá operar con entregas a domicilio y para llevar. También cerrará el sector cultural y los gimnasios, pero se mantienen las ceremonias religiosas, los servicios públicos presenciales con cita previa, la liga profesional de fútbol y equivalentes -sin público- y siguen abiertos los tribunales, así como los consultorios y los dentistas.
La principal diferencia respecto a primavera está en las escuelas: el año pasado se cerraron, pero esta vez todos los centros educativos permanecerán abiertos y se mantendrá la enseñanza presencial. “No podemos sacrificar otra vez una generación”, ha declarado el primer ministro portugués, que ha señalado que, consultados los especialistas y la comunidad educativa, “los pros superan a los contras”. Aun así, se va a realizar una campaña de test de antígenos en las escuelas para identificar y cortar cadenas de transmisión.
Además, se endurecerá el régimen de sanciones y las multas por incumplimiento de las reglas se duplicarán, incluidas las de las empresas que no respeten el teletrabajo o las del uso obligatorio de mascarilla.
El Gobierno también recuperará apoyos a las empresas y los trabajadores que ya puso en marcha en la primera ola, como el acceso automático al régimen de 'lay-off' simplificado a todas las actividades obligadas a cerrar, que permite suspender temporalmente los contratos de empleados.
Todas las medidas serán revisadas dentro de 15 días, cuando acaba la prórroga del estado de emergencia aprobada este miércoles en el Parlamento, pero Costa ha advertido de que están pensadas para durar al menos un mes. El Parlamento tendrá entonces que volver a renovar el estado de emergencia, el nivel de alerta más grave, ya que la Constitución sólo permite hacerlo por un período máximo de 15 días.
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