Las fuerzas rusas han atacado con misiles un restaurante en el centro de Kramatorsk, situada en la región de Donetsk, al este del país, según ha informado el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, este martes. También ha habido ha habido un ataque en la localidad cercana de Bilenke, de acuerdo con la misma fuente.
Yermak han dicho que tres civiles han muerto como consecuencia del ataque en Kramatorsk y que hay 25 personas resultaron heridas. Una de ellas es un niño.
Imágenes y vídeos en las redes sociales muestran un edificio destruido y una columna de humo. “Rusia apuntó a zonas concurridas”, ha dicho el ministro del Interior, Igor Klymenko. Se están retirando los escombros. Los equipos de rescate y la policía están trabajando en el lugar de los hechos.
Según Kyrylenko, en Kramatorsk, “militantes apoyados por Rusia dispararon dos misiles contra la ciudad hacia las 20.00 horas de hoy, alcanzando una casa particular y una pizzería”, donde parece que todavía hay personas atrapadas bajo los escombros. “Numerosas casas, tiendas, cafés y otros establecimientos resultaron dañados cerca del lugar del ataque”.
Varios periodistas que trabajan en Ucrania han identificado el lugar atacado en la ciudad como un conocido restaurante frecuentado por corresponsales y otros trabajadores. “Rusia dispara un misil contra un popular restaurante de Kramatorsk, siempre lleno de periodistas y cooperantes. Las imágenes son horribles”, ha tuiteado Yaroslav Trofimov, corresponsal del Wall Street Journal.
⚡️ Russians strike Kramatorsk, civilians injuredhttps://t.co/YeYEpLYbIx pic.twitter.com/loNUFUftuD
— Ukrainska Pravda in English (@pravda_eng) June 27, 2023
“Las fuerzas rusas atacaron un popular centro comercial junto al Hotel Kramatorsk, en el centro de la ciudad. En él se encontraba RIA Pizza, donde probablemente han cenado todos los corresponsales que cubren la guerra, y comercios como Adidas, Reebok y otros. Las autoridades locales dicen que hay víctimas, pero el número no está claro”, ha escrito Christopher Miller, que trabaja para el Financial Times. “Este restaurante que Rusia acaba de destruir estuvo durante años casi siempre lleno de medios de comunicación, cooperantes, soldados, cargos locales y gran personal. Esperemos que ninguno estuviera dentro y estén a salvo. A la espera de que las autoridades proporcionen más información”.