El Kremlin ha decidido romper los acuerdos de exportación de grano que había firmado en julio con Ucrania, a instancias de la ONU, para facilitar las exportaciones de cereales y fertilizantes desde ambos países. El Ministerio de Defensa ha anunciado este sábado la decisión tras acusar a Ucrania de perpetrar un “ataque terrorista” con drones contra su flota en la bahía de Sebastopol, en el mar Negro.
En la madrugada del sábado, la ciudad portuaria ubicada en la península de Crimea, notificó una serie de explosiones. En las primeras informaciones, el gobernador portuario afirmó que los buques rusos allí estacionados habían repelido una serie de ataques con drones, que fueron abatidos, así como un vehículo acuático no tripulado. Pocas horas después, el Ministerio de Defensa ruso ha emitido un comunicado en el que acusaba a Kiev de la ofensiva contra su flota en ese punto del mar Negro y calificaba la actuación ucraniana de “ataque terrorista”.
“Hoy a las 4.20 am, el régimen de Kiev ha ejecutado un ataque terrorista contra los barcos de la Flota del Mar Negro y contra embarcaciones civiles que se encontraban en los alrededores de la base de Sebastopol”, ha afirmado el departamento que informaba de daños menores en el dragaminas “Iván Golubets”, así como en una red de protección flotante en la bahía Yúzhnaya. “En el ataque fueron empleados nueve drones y siete aparatos marítimos no tripulados”, ha informado el ministerio.
El comunicado advertía de que esos buques de guerra estaban ubicados en ese punto para asegurar el “corredor del grano”. Ahora, debido según Moscú a estos ataques, ese pacto ha quedado suspendido unilateralmente y “de manera indefinida”.
Este domingo, el Gobierno ucraniano ha confirmado que la ruta de exportación de cereales por el mar Negro ha quedado efectivamente bloqueada. El Ministro de Infraestructuras de Ucrania, Oleksandr Kubrakov, ha publicado una foto del carguero “Ikaria Angel” en su cuenta de Twitter, que según ha afirmado debía zarpar hoy cargado con 40.000 toneladas de grano como parte del programa mundial de alimentos de Naciones Unidas. “Estos alimentos iban destinados a Etiopía, que está al borde de la hambruna. Pero debido al bloqueo del 'corredor del grano' por parte de Rusia la exportación es imposible”, ha declarado.
Precisamente ayer, el secretario general de la ONU, António Guterres, auspiciador de las conversaciones que tuvieron lugar en Estambul donde se alcanzaron esos denominados acuerdos del grano, había destacado la “urgencia” de que ese pacto se mantuviese. En la víspera, la portavoz de Exteriores de Rusia, María Zajárova, había expresado su insatisfacción sobre el acuerdo y había deslizado que los acuerdos se cumplían de forma desequilibrada: manifestaba que solo estaban beneficiando al grano ucraniano y no a las exportaciones rusas. Los pactos vencen el próximo 19 de noviembre y en las últimas semanas habían crecido las dudas sobre su eventual renovación.
Guterres no entró a valorar ayer las declaraciones del Kremlin pero enfatizó en un comunicado la importancia de que “se aplique íntegramente el acuerdo firmado con la Federación Rusa”, al igual que la parte relativa a Ucrania. “Si los alimentos y fertilizantes no llegan a los mercados globales ahora, los agricultores no tendrán esos fertilizantes en el momento correcto a un precio que puedan costear cuando empieza la temporada de siembra en todas partes del mundo en 2023 y 2024, con efectos dramáticos sobre la producción y los precios”, dijo Guterres a través de su portavoz.
El acuerdo, recordó, ha permitido poner en el mercado más de 9 millones de toneladas y “ha contribuido a bajar los precios del trigo y otras materias primas” a lo largo de siete meses, según las tablas que maneja Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO); además, ha impedido que 100 millones de personas caigan en la pobreza.
La ONU está en contacto con Moscú
Estos pactos se alcanzaron el pasado 22 de julio tras varias semanas de negociaciones en Estambul. Ese día, representantes de Rusia y Ucrania firmaron el acuerdo con Turquía y la ONU como garantes para facilitar las exportaciones de cereales y fertilizantes que habían quedado bloqueadas tras la invasión de Vladímir Putin al país europeo el 24 de febrero. La paralización de las exportaciones había puesto en peligro la seguridad alimentaria global, toda vez que Ucrania es uno de los principales exportadores de trigo, maíz y aceite de girasol del mundo. Guterres definió el pacto ese día como un “acuerdo para el mundo”.
Con la firma del acuerdo de exportación quedaba garantizada la salida y entrada segura de barcos desde los puertos ucranianos de Odesa, Chornomorsk y Yuzhne. Desde entonces, pilotos ucranianos guiaban sin escota militar a los cargueros a través de canales seguros en sus aguas territoriales. Los barcos transitaban por el mar Negro hasta el estrecho del Bósforo en Turquía, controlados por un centro de coordinación con sede en Estambul y supervisado por miembros de las cuatro partes. En paralelo a ese acuerdo, Naciones Unidas y Rusia también firmaron un memorando de entendimiento en el que la ONU se comprometía facilitar el acceso sin trabas de los fertilizantes y otros productos rusos a los mercados globales.
Tras conocer las últimas noticias, la ONU ha afirmado que está en contacto con las autoridades rusas, según informa EFE. “Hemos visto las informaciones sobre la Federación Rusa respecto a la suspensión de su participación en el acuerdo tras ”un ataque“ a su flota y estamos en contacto con las autoridades rusas sobre este asunto”, ha enunciado en una breve nota de reacción el portavoz de la organización, Stéphane Dujarric. “Es vital que todas las partes se abstengan de cualquier acción que pueda poner en peligro” el acuerdo, ha agregado.
Kiev por su parte ha acusado a Moscú de usar un “falso pretexto” para suspender el acuerdo. Según el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, su Gobierno venía denunciando desde hace semanas los planes de Putin para arruinar el corredor de grano. “Hago un llamamiento a todos los Estados para que exijan a Rusia que ponga fin a sus juegos del hambre y renueve su compromiso con sus obligaciones”, ha exhortado el ministro en un mensaje de Twitter.
Acusaciones al Reino Unido
En el comunicado difundido esta mañana sobre los ataques, las autoridades rusas han denunciado la participación de la Marina Británica. “La preparación de este acto terrorista y de entrenamiento de los soldados del 73º Centro de Operaciones Especiales de la Marina fue desarrollada bajo la supervisión de especialistas del Ejército británico en la ciudad de Ochakov, en la región ucraniana de Nikolayev”, ha denunciado el Kremlin.
Más tarde, Zajárova ha afirmado que la diplomacia rusa junto con “órganos competentes” estudiará los “pasos prácticos” a seguir en relación a la participación de especialistas británicos en el ataque de hoy contra Sebastopol. “En vista de estos hechos”, ha añadido la diplomática, “la parte rusa no puede garantizar la seguridad de los buques mercantes” que participan en el acuerdo para la exportación de grano y “suspende su cumplimiento de manera indefinida”.
En paralelo, Rusia ha acusado a esas unidades británicas que supuestamente han participado en los ataques contra su flota de perpetrar el “sabotaje” que provocó las cuatro fugas en los conductos Nord Stream a finales de septiembre. El Ministerio de Defensa ruso ha acusado este sábado a una unidad de la Marina Británica de “pergeñar, organizar e implementar” un “ataque terrorista” el 26 de septiembre sobre esos conductos de gas, que conectan energéticamente Europa con Rusia. Un portavoz del Gobierno británico ha dicho que esas declaraciones son “acusaciones falsas de una dimensión épica”.