Una comisión del Senado de Brasil acusará al presidente del país de “crímenes contra la humanidad” por su gestión de la pandemia de COVID-19, según afirma The New York Times. Lo hará mediante la publicación de un informe en el que se asegura que Bolsonaro dejó de manera intencionada que el coronavirus arrasase el país en un intento fallido para lograr la inmunidad de rebaño y reactivar la economía brasileña.
El texto, de casi 1.200 páginas, pide a las autoridades que se encarcele al presidente, según trozos que cita The New York Times, que también ha hablado con dos de los redactores. Además, se pide que se presenten cargos por múltiples delitos contra la salud pública contra otras 69 personas, entre las que se encuentran miembros del Gobierno o tres hijos de Bolsonaro. El informe está previsto que se presente este miércoles e inicialmente pedía que se imputara a Bolsonaro por “homicidio masivo” y “genocidio contra los grupos indígenas de la Amazonía”, donde los hospitales se quedaron desbordados y sin oxígeno.
Esos cargos iniciales fueron rebajados después de que medios locales o internacionales como The New York Times, según cuentan este último o O Globo, publicaran esa información. El principal redactor del informe, Renan Calheiros, dijo entonces que retiraban esa petición porque, al igual que comentaron otros senadores, habían ido demasiado lejos.
La comisión, integrada por once senadores de los cuales cuatro se encuadran en el oficialismo, fue instalada el pasado 27 de abril y desde entonces ha celebrado 67 audiencias, en las que ha escuchado el testimonio de casi un centenar de personas, incluidos ministros y altos funcionarios del Gobierno.
También ha analizado documentos electrónicos, muchos todavía de carácter reservado y que, según la propia comisión, contienen el equivalente a casi 10 terabytes de informaciones.
Según Calheiros, han sido constatadas numerosas irregularidades, que van desde la imposición en la red de sanidad pública de remedios sin eficacia comprobada contra la COVID-19 hasta fuertes sospechas de corrupción en la negociación de vacunas.
Asimismo, se hallaron graves indicios sobre una red de activistas de ultraderecha que, en supuesta combinación con funcionarios del Ministerio de Salud y de la propia Presidencia, difundieron en forma masiva información falsa sobre la pandemia, minimizando su gravedad y en línea con el discurso mantenido por Bolsonaro.
El informe será sometido a votación la semana próxima. En caso de ser aprobado con mayoría simple por los once miembros de la comisión, será remitido al Ministerio Público, al Tribunal de Cuentas, a otros organismos responsables por fiscalizar la actuación del Gobierno y a la Justicia ordinaria, que tendrán la última palabra sobre eventuales enjuiciamientos.
Bolsonaro ha descalificado la actuación de la comisión, sobre la cual sostiene que está dominada por una oposición que “no quiere la verdad” sobre la pandemia y pretende desalojarle del poder antes de las elecciones presidenciales previstas para octubre de 2022.