El frágil alto el fuego en Siria ha entrado en su segunda jornada con denuncias de ataques aéreos y bombardeos aislados, pero en general la disminución de los enfrentamientos parece estar cumpliéndose. Un cese de hostilidades que es considerado el intento más exitoso de reducir el derramamiento de sangre en una guerra civil que dura ya cinco años.
Unos aviones de combate que se cree que pertenecen a Siria o a Rusia han bombardeado siete pueblos en las provincias de Alepo y Hama, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Varios ataques aéreos han golpeado el centro y el norte de Siria este domingo, de acuerdo con la institución.
La unidad de coordinación rusa en Siria ha señalado nueve incumplimientos del alto el fuego, aunque el cese parcial de las hostilidades parece estar intacto en líneas generales. El director del Observatorio radicado en Reino Unido, Rami Abdel Rahman, ha afirmado que una persona ha muerto en la provincia de Alepo.
“(El sábado) fue el primer día en que la gente podía de verdad salir y pasear por las calles”, ha manifestado a Reuters un líder de la oposición siria.
Estados Unidos y Rusia están supervisando el alto el fuego desde centros de mando diferentes. Las dos superpotencias son responsables de decidir si determinados ataques contra Estado Islámico o el Frente al Nusra, dos organizaciones yihadistas excluidas del acuerdo, son admisibles. Ambos grupos ocupan al menos la mitad de Siria, pero los mapas dibujados por Estados Unidos y Rusia no muestran exactamente los mismos territorios que están excluidos del cese de hostilidades.
Incumplimientos previstos
Ambas potencias han aceptado que habrá incumplimientos del alto el fuego disputados, y la prueba de fuego del acuerdo será si pueden no solo ponerse de acuerdo en que un incumplimiento se ha producido sino también evitar que se repita. Los objetivos son fortalecer el cese de hostilidades, ampliar el acceso humanitario y crear confianza de cara a la reanudación de las conversaciones de paz en Ginebra el 7 de marzo.
Tanto Rusia como Estados Unidos han publicado tuits en los que instan a los sirios a denunciar los incumplimientos de la tregua para que se puedan investigar y atribuir. Buena parte de la violencia denunciada a lo largo del fin de semana implica batallas entre el ISIS y los kurdos sirios que operan bajo la enseña de las Unidades de Protección Popular. Washington y Moscú esperan que el alto el fuego ejerza más presión sobre el ISIS.
No está claro si los últimos asaltos han afectado a zonas incluidas en la tregua. Según Abdel Rahman, solo uno de los pueblos, Kafr Hamra, en la provincia de Alepo, está controlado por al Nusra y los otros están en manos de rebeldes no yihadistas. En Alepo, la segunda ciudad de Siria, la noche del sábado pasó sin ningún sonido de combates ni ataques aéreos, según un corresponsal.
Faish al Nasr, un grupo asociado con el Ejército Libre Sirio (FSA) que ha apoyado el cese de las hostilidades, ha asegurado que las fuerzas gubernamentales han disparado morteros, misiles y ametralladoras en la provincia de Hama y que los aviones de combate han tenido una presencia constante en el cielo. “En comparación con los días anteriores no es nada, pero consideramos que han roto la tregua”, ha valorado el director de la oficina de prensa del grupo, Mohamed Rasheed, en declaraciones a Reuters.
Otro grupo asociado al FSA, Alwiyat Seif al Sham, ha afirmado que dos de sus soldados han muerto y otros cuatro han resultado heridos cuando unos tanques los han bombardeado en zonas rurales al oeste de Damasco. También hay una disputa entre el Gobierno sirio y los estadounidenses sobre si al Nusra está presente en el pueblo de Daraya, en los campos de Damasco. El Gobierno sirio afirma que la zona es un objetivo legítimo.
Una fuente militar siria ha negado que el Ejército esté violando el acuerdo. Los medios estatales han informado de ataques de misiles cerca de Damasco y de varios ataques mortales del ISIS.
Traducido por: Jaime Sevilla Lorenzo