Otra celebridad de ideas republicanas ha hecho públicos sus contundentes sentimientos sobre Donald Trump. No lo hizo con cautela como Paul Ryan (presidente de la Cámara de Representantes). No es que se negara a ir a la convención republicana a la reunión, como John Kasich (gobernador de Ohio). El tipo duro de Hollywood Clint Eastwood disparó ambos cañones en una entrevista para Esquire, apuntando de lleno... sobre aquellos que han cargado contra que el candidato presidencial por su racismo y otras cosas.
“Ha dicho muchas estupideces”, cuenta el actor y director sobre el hombre que ha ridiculizado a mexicanos, musulmanes, inmigrantes, mujeres, y la lista continúa. “Tienes de todos ellos. De ambos lados. Pero todo el mundo, la prensa y todas las personas dicen, 'Oh, vaya, esto es racista' y hacen un gran tabú de todo esto”. Eastwood avisa a EEUU: “Joder, supéralo. Es un momento triste en la historia”.
Este país, según el director, está plagado por lo que él califica jocosamente como “una mansa generación”, y no quiere hablar sobre los vídeos bonitos que tu madre comparte en Facebook. Trump, dice el actor echando chispas, “da en el clavo, porque secretamente todo el mundo empieza a estar cansado de la corrección política y de las carantoñas. Esta es una generación que se dedica a besar el culo a todo. Estamos en una generación remilgada. Todo el mundo anda de puntillas”.
“Vemos gente que acusa a otras personas de ser racista y todo tipo de estupideces”, continúa Eastwood. “Cuando yo era pequeño a estas cosas no se le llamaba racismo”.
Él sabe una o dos cosas sobre insultos racistas, como cualquiera que haya visto la película 'Gran Torino' puede atestiguar. En la cinta, interpreta a Walt Kowalski, un mecánico retirado y veterano de la guerra de Corea que odia a las familias asiáticas, latinas y negras que se mudan a su cambiante vecindario.
Ya apuntaba maneras en 'Gran Torino'
Antes de que su corazón mute y se convierta en una persona cariñosa y amigable con un adolescente asiático que había sido forzado por miembros de una banda a robar su simbólico coche, Eastwood (Kowalski) le suelta cualquier insulto que puedas imaginar, como por ejemplo “ojos de rendija”, “cabeza de chorlito” o “charlatán amarillo”.
En una escena en un bar, cuando está rodeado de sus antiguos y blancos amigos, se suelta con un chiste que hace que todos rían. “Tengo uno”, comienza, mientras agita su medio vaso de cerveza. “Un mexicano, un judío y un negro van a un bar. El camarero los mira y dice: 'Salid de aquí cagando leches'”.
“Y entonces cuando hice Gran Torino”, cuenta Eastwood, “incluso mi socio me dijo 'es un guión genial pero es políticamente incorrecto'. Y dije, 'Dios, déjame leerlo esta noche'. A la mañana siguiente, en cuanto llegué, lo tiré sobre su escritorio y le dije: 'Empezamos inmediatamente'”.
Sobre la ridiculización que hizo Trump del juez Gonzalo Curiel, nacido en Indiana, cuando dijo que era injusto por su origen mexicana, Eastwood fue displicente: “Sí, es una estupidez”.
Eastwood no ha apoyado a su alma gemela, explica, pero si le das a elegir entre el magnate multimillonario y la antigua secretaria de Estado, él votará a Trump de inmediato. Después de todo, Hillary Clinton dijo que continuaría el legado de Obama, lo que es anatema para un hombre que una vez fue el alcalde de una ciudad de clase alta de California. Además, apunta, “es duro tener que escuchar la voz de Clinton durante cuatro años”.
Lo peor de la política de hoy, cuenta el hombre que se describe a sí mismo como parte de la “antimansa generación, que no quiere ser confundido con una nenaza”, es que los políticos le aburren.
“Aburren a todo el mundo”, asegura. “Chesty Puller, un gran general de los marines, me dijo una vez: 'Puedes dirigirme, puedes hacerme pasar hambre, me puedes golpear y me puedes matar, pero no me aburras'”, recuerda. “Y eso es exactamente lo que está pasando en estos momentos. Todo el mundo aburre a todo el mundo. Es aburrido escuchar toda esta mierda. Es aburrido escuchar a estos candidatos”.
Si fuera a escribir un discurso de campaña ahora, Eastwood asegura que sería en plan “parad ya con esto, parad ya con todo”. Ojalá.
Traducido por Cristina Armunia Berges